Atonement //CHERIK//

Obra

Charles corre entre los grandes arbustos del jardín. Sus manos sostienen una gran ramo de flores frescas. Su traje de manta huye junto con él ondeando al viento. 

Respira pesadamente, no es muy bueno corriendo.

 Después de entrar a la casa, con las mejillas sonrojadas, los gemelos lo atacan.

—¡Charles! ¿Podemos ir a nadar?

Ambos revolotean alrededor de la mesa redonda de la habitación, como pequeñas moscas sobre la miel.

—No veo por qué no, sólo no vayan a la parte honda.

Camina sin esperar respuesta, se introduce demasiado en la casa hasta llegar a su habitación, decorada con diseños muy poderosos: retratos con bordes dorados y flores por doquier. Charles lo a calificado como "kitsch". En la cola del piano Charles tiene un bonito florero de tonos pasteles y bordes dorados, es ahí donde deja el ramo de flores y lo acomoda, con suavidad, igual a como hace con sus rizos castaños.

Deja de tomar las flores y cruza en diagonal su habitación hasta donde está un gran sillón, el que tiene vista hacia la ventana. Charles se sienta y estira sus piernas para desabrochar sus zapatos y tirarlos lejos de él. Por casualidad voltea a los escalones de afuera y ve la espalda ancha de Erik, haciendo quién sabe qué con sus largas manos. Charles suspira. Se levanta y toma el jarrón reflejándose en el espejo de la habitación y vuelve a suspirar. 

¿Qué diablos le dirá para acercarse a él?

—¿Puedes hacerme uno de tus cigarrillos raros?

Charles se sienta al lado de Erik con las piernas dobladas y el jarrón en el regazo. Erik sólo lo mira con sorpresa y le da el suyo. Charles lo toma con los labios y espera el fuego, Erik prende una cerilla y pone la flama en el final del cigarrillo, sus ojos verdes se posan sobre las pecas de Charles, las mejillas, los labios...

De repente Charles se aleja con el cigarrillo aún entre sus labios y comienza a caminar, Erik le sigue boquiabierto, está fascinado con él. Él no quiere iniciar conversación pero Charles comienza a hablar de libros y esas cosas...

—...Se pone más interesante luego —dice Erik tratando de alcanzar el paso de Charles.

—Prefiero a Fielding —contesta Charles dejando que el humo del tabaco se escape.

Charles se pone nervioso cuando Erik lo mira con esa sonrisa cálida en su rostro, por eso agita la cabeza y baja el cigarrillo entre sus dedos.

—Hoy viene Logan, ¿sabías? —pregunta Charles con los dedos apretando muy fuerte la base de jarrón.

—Oí un rumor.

—Viene con un amigo multimillonario, Sebastian Shaw.

Erik comienza a caminar en círculos mientras escucha las palabras de Charles, alrededor de él, apreciando cómo el cabello castaño de Charles se aclara con el sol del atardecer. Vuelve a sonreír.

—¿Las flores son para él? —pregunta Erik con cierto toque bromista en su voz.

—Pff, ¿Por qué no? —dice Charles rodando los ojos—. Logan dice que es encantador.

Ya se están acercando al destino de Charles: la gran fuente del patio principal, Charles acelera el pasó pero Erik se queda unos metros detrás de él, observando sus pies descalzos, y como se inclina para tomar el agua de la fuente. Esta vez, corre para alcanzarle.

—Déjame ayudarte —dice, poniéndose al lado de Charles mientras toma el jarrón por una oreja.

—No la necesito, gracias. —Charles se aferra a la otra oreja del jarrón.