Hermosa chica inglesa.

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Ha caído la noche, una muy larga, una muy cansada.

Raven no puede dormir y se queda haciendo guardia por los pasillos, viendo a los heridos revolcarse en vendajes y sueros. Oliendo el aroma peculiar de la enfermedad y la muerte inesperada.

—Enfermera Xavier. —Es la voz de la hermana superior—. Tengo entendido que usted habla francés, si recuerdo bien.

—Francés escolar, hermana. —Raven ya no se para como una subordinada, ahora tiene el cansancio para ser una igual a la hermana superior, y lo mejor es que la enfermera no se molesta en arreglar su desobediencia.

—Hay un soldado en la cama 13. Siéntese con él un rato. Sóstengale la mano. —Así se despide la hermana, sin advertirle de lo que va a vivir ni como le va a marcar la vida.

Raven camina una vez más en el camino sin advertencia del hospital, iluminado en algunos lugares y oscuro en la mayoría del tiempo. Hay camillas en las que los soldados se reúnen y duermen muy juntos, donde el único consuelo es el de sus amigos incondicionales.

Raven entra en una cortina roja, donde se mantienen a los más heridos, una habitación para ellos solos.

El soldado sabe que esta ahí pero no tiene muchas fuerzas para abrir sus ojos y sonreír con cortesía, así que Raven toma su mano con delicadeza. Y el soldado despierta con un sonido húmedo proveniente de su boca.

Al fin veniste... —dice en francés.

Me ha enviado la jefa de enfermeras, para que conversáramos un rato. —Raven se siete curiosamente traída hacia el hombre. Él esté ensangrentado y el color de su piel es de tonos verdosos.

El soldado suelta una risita reprimida. Y Raven le muestra una sonrisa tierna y única en su clase.

Recuerdo a tu hermano, Charles, siempre era tan amable... —El soldado ya ha podido girar la cabeza hacia Raven y sus ojos oscuros como el carbón la miran—. ¿Qué hace ahora?

La verdad es que Raven no se espera que un hombre como él lo recuerde, pero no se siente raro, al contrario, siente nostalgia.

También es enfermero. —Su respiración es entrecortada.

¿Se casó al final con ese hombre al que tanto amaba? —pregunta el soldado—. Olvide su nombre...

Raven lo observa con temor y su corazón palpita mucho. La conversación con este hombre le obligó una vez más a recordar a su hermano y a Erik. La ira que ambos sienten hacía ella.

¿Erik? Espero que se cansen pronto... —dice.

Ah, Erik. —El soldado ya no tiene control sobre sus ojos y es muy extraño el comportamiento que tienen—. Es cierto...

¿Y tú? —pregunta Raven—. ¿Cómo te llamas?

El soldado luce decepcionado y duda unos segundos antes de contestar.

Sean Cassidy. ¿Y tú?

Xavier.

El soldado sonríe.

Xavier —repite—. Qué bonito.

Raven sonríe como una niña de secundaria adulada y con la vergüenza brotando en sus blancas mejillas, desvía sus hermosos ojos azules hacia otra órbita que no sea la del soldado.

Atonement //CHERIK//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora