– Jungkook, ¿qué rayos haces aquí? –exclamé atemorizada levantándome de la cama.
– Comprobando si eres capaz de cumplir con tu promesa –respondió en tono serio acostándose de lado y poniendo su cabeza sobre su mano cerrada.
– Estás loco, ¿cómo entras así nada más?, J-hope puede estar en el baño.
– No te preocupes por él, salió a correr hace quince minutos.
– De todas maneras vete, Lisa sí está en la casa.
– Esa niña no se despierta antes de las once y apenas son las nueve de la mañana –dijo hincándose en la cama.
– Por favor, Jungkook, no me hagas las cosas más difíciles.
– ¿Tú?, ¿difíciles?, ¿y yo cómo califico que no tienes voluntad para impedir que él te acaricie? –exclamó acercándose a mí que seguía de pie cerca de la cama.
– Jungkook, estaba dormida, perdón si no tengo mucho control bajo ese estado.
– Sentí cuando te despertaste y no me detuviste –me tomó por la cintura y me hizo caer en la cama colocándose encima de mí– no quiero imaginarte entre sus brazos.
– Tonto, yo sabía perfectamente que eras tú, mi cuerpo te reconoce.
Me sonrió encantadoramente, mientras sus ojos analizando mi rostro y me quitaba un mechón de cabello de la cara, para luego besarme apasionadamente, mientras su mano doblaba una de mis piernas y acariciaba la pantorrilla debajo del pantalón.
– Buenos días ____ –dijo sonriente en mis labios rozando su nariz con la mía.
– En serio que sí estás loco, ¿te caíste de niño y te golpeaste la cabeza?
– No, me la golpeó una hermosa desconocida la noche de un martes y ella fue la que me hizo enloquecer –respondió mientras besaba mi cuello.
– ¿Así que estás loco por una desconocida? –pregunté sonriendo con los ojos cerrados, siguiéndole el juego.
– Sí, no sé que me ha hecho, creo que me embrujó –respondió lengüeteando el lóbulo de mi oreja mientras se abría paso para que nuestros sexos se rozaran.
– Deberías hacerte una limpia para librarte del hechizo –dije acariciándole lentamente la espalda.
– No se me había ocurrido, gracias por el consejo.
Volvió a besarme en los labios mientras mis manos jugaban con su cabello y movía mi pelvis acompasadamente con la suya. Bajó dando pequeños besos a mi cuello, yo jadeé acariciando el suyo.
– Kook, ya basta –dije con un hilo de voz sintiendo como se elevaba mi temperatura– no podemos continuar con esto y menos aquí.
– Vamos a mi recámara, entonces.
– Por supuesto que no, J-Hope no tarda en regresar.
– Tenías que recordármelo –dijo molesto– está bien, no seguiré pero solo si me vuelves a decir mi nombre como ahorita.
– Jungkook, ya ahora vete.
– Asi no me dijistes hace rato –fingió una expresión de enojo.
– Kook? –dije confusa.
– Mmm
– Kook, por favor.
Me dio un pequeño beso en los labios y con dificultad se levantó de la cama, mientras yo le sonreía. Me levanté después que él y camine hacia el baño, cuando puse la mano en el picaporte sentí que me jaló, me volteó y volvió a besarme apasionadamente, le correspondí unos instantes y después rompí el beso.
ESTÁS LEYENDO
¿Estas libre esta noche? "Jungkook & tu"
Hayran Kurgu-No nombres -No preguntas personales -No lazos afectivos Tres reglas a seguir pero no imposibles de romper... *Adaptación* (con algunos cambios)