Capítulo 30 (Maratón 4-9)

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– Jungkook, ¿qué rayos haces aquí? –exclamé atemorizada levantándome de la cama.

– Comprobando si eres capaz de cumplir con tu promesa –respondió en tono serio acostándose de lado y poniendo su cabeza sobre su mano cerrada.

– Estás loco, ¿cómo entras así nada más?, J-hope puede estar en el baño.

– No te preocupes por él, salió a correr hace quince minutos.

– De todas maneras vete, Lisa sí está en la casa.

– Esa niña no se despierta antes de las once y apenas son las nueve de la mañana –dijo hincándose en la cama.

– Por favor, Jungkook, no me hagas las cosas más difíciles.

– ¿Tú?, ¿difíciles?, ¿y yo cómo califico que no tienes voluntad para impedir que él te acaricie? –exclamó acercándose a mí que seguía de pie cerca de la cama.

– Jungkook, estaba dormida, perdón si no tengo mucho control bajo ese estado.

– Sentí cuando te despertaste y no me detuviste –me tomó por la cintura y me hizo caer en la cama colocándose encima de mí– no quiero imaginarte entre sus brazos.

– Tonto, yo sabía perfectamente que eras tú, mi cuerpo te reconoce.

Me sonrió encantadoramente, mientras sus ojos analizando mi rostro y me quitaba un mechón de cabello de la cara, para luego besarme apasionadamente, mientras su mano doblaba una de mis piernas y acariciaba la pantorrilla debajo del pantalón.

– Buenos días ____ –dijo sonriente en mis labios rozando su nariz con la mía.

– En serio que sí estás loco, ¿te caíste de niño y te golpeaste la cabeza?

– No, me la golpeó una hermosa desconocida la noche de un martes y ella fue la que me hizo enloquecer –respondió mientras besaba mi cuello.

– ¿Así que estás loco por una desconocida? –pregunté sonriendo con los ojos cerrados, siguiéndole el juego.

– Sí, no sé que me ha hecho, creo que me embrujó –respondió lengüeteando el lóbulo de mi oreja mientras se abría paso para que nuestros sexos se rozaran.

– Deberías hacerte una limpia para librarte del hechizo –dije acariciándole lentamente la espalda.

– No se me había ocurrido, gracias por el consejo.

Volvió a besarme en los labios mientras mis manos jugaban con su  cabello y movía mi pelvis acompasadamente con la suya. Bajó dando pequeños besos a mi cuello, yo jadeé acariciando el suyo.

– Kook, ya basta –dije con un hilo de voz sintiendo como se elevaba mi temperatura– no podemos continuar con esto y menos aquí.

– Vamos a mi recámara, entonces.

– Por supuesto que no, J-Hope no tarda en regresar.

– Tenías que recordármelo –dijo molesto– está bien, no seguiré pero solo si me vuelves a decir mi nombre como ahorita.

– Jungkook, ya ahora vete.

– Asi no me dijistes hace rato –fingió una expresión de enojo.

– Kook? –dije confusa.

– Mmm

– Kook, por favor.

Me dio un pequeño beso en los labios y con dificultad se levantó de la cama, mientras yo le sonreía. Me levanté después que él y camine hacia el baño, cuando puse la mano en el picaporte sentí que me jaló, me volteó y volvió a besarme apasionadamente, le correspondí unos instantes y después rompí el beso.

¿Estas libre esta noche?  "Jungkook & tu"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora