Capítulo 61

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Cuando desperté me encontraba acostada en la cama de la habitación, no supe en qué momento me quedé dormida, pero debió ser en la playa porque no recordaba haber regresado a la casa. Jungkook no estaba a mi lado y sentí un gran vacío, estaba acostumbrándome a despertar a su lado. Me puse la bata y bajé por un vaso de agua, escuché unos ruidos al fondo de la cocina y abrí una puerta que no había visto antes, solté el vaso que traía en las manos al ver a Jungkook sin camisa besando acaloradamente a una chica.

– Oh, por dios –exclamé mientras mis ojos se llenaban de lágrimas y ambos voltearon.

– ____ –dijo él separándose de la chica que se cerró la blusa.

– ¿Cómo has podido?, eres un cínico desvergonzado –grité corriendo de ahi.

– Escúchame, por favor –pidió atajándome de un brazo.

– Suéltame, no quiero que vuelvas a tocarme, eres de lo peor.

– ____, debes creerme cuando te digo que te amo, en verdad eso siento
por ti, pero... sí, soy muy débil, no puedo evitarlo.

– ¿Y así dices amarme?, ¿aceptando que te enredaras con quien sea?

– ____, no llores, por favor, no me gusta verte llorar.

– Eres un infeliz Jeon Jungkook, no vales la pena.

– Tal vez tienes razón, pero... ¿nunca has tenido una adicción en tu vida?, aunque trates y trates de dejarla es más fuerte que tú y eso me pasa a mí... soy un adicto.

– Eres un desgraciado, eso es lo que eres y no quiero volver a verte el resto de mi vida, quédate con tu adicción y a mí déjame en paz.

– ____, por favor, ya no llores –me sujetó por los hombros– no llores, ____, escúchame ____... ¡Despierta!, despierta por favor.

Abrí los ojos y Jungkook me miraba asustando sujetándome por los hombros, estábamos en mi departamento, y de pronto caí en la cuenta que hacía una semana que habíamos regresado después de pasar la fiesta de año nuevo con su familia. Yo estaba sollozando por el sueño que acababa de tener y lo abracé fuertemente.

– Todo fue una pesadilla, corazón, cálmate por favor.

– Fue tan real, todo fue tan real –respondí entre lágrimas.

– Pero no lo era, ¿qué soñaste mi amor que te alteró tanto? –preguntó mientras me acariciaba la espalda tratando de consolarme.

– A ti... estabas con otra y... –no pude continuar, el llanto me quebró la voz.

– Mi amor, jamás te engañaría –tomó mi rostro entre sus manos– te amo, por favor, grábatelo bien, tú eres la única mujer que hay en mi mente y en mi corazón.

Me dio un corto beso en los labios, pero yo lo sujeté fuertemente y se lo devolví frenética, quería asegurarme que esto fuera real, que en verdad estaba él, ahí, en mi cama, conmigo, creo que lo desconcerté, pero me correspondió el beso con la misma intensidad, besé desesperada su cuello mientras mis manos bajaban su bóxer.

– Demuéstrame que me amas y que soy la única para ti –susurré en su oído.

Jungkook me envolvió en sus brazos y me recostó, me quitó la ropa interior y se colocó encima de mí, me besó apasionadamente, pero a la vez con ternura mientras deslizaba su mano por mi contorno, yo enrede mis piernas en su cintura, estaba demasiado desesperada por sentirlo dentro, no sé si por el sueño, pero quería que me hiciera suya en ese instante, sin más preámbulos. Me miró un tanto inseguro, quería prolongar el momento, como siempre lo hacía, pero ejercí fuerza con mis piernas y entró en mí de golpe, me arqueé al sentirlo y me aferré a su espalda, moviéndome rápidamente, marcándole el ritmo que deseaba.

– Te amo ____–susurró en mi oído con la voz retorcida moviéndose en mi interior.

– Repítelo –pedí con mi voz entre cortada.

– Te amo –volvió a decir continuando con sus embestidas.

– Dilo otra vez –supliqué casi enterrándole mis uñas.

– Te amo, te amo, te amo –dijo una y otra vez mientras sentía como ambos llegábamos al orgasmo.

– Yo también te amo Jungkook, te amo como jamás lo imaginé, por eso me asusta la idea de pensar que puedas estar con alguien más.

– No podría volver a estar con nadie más que no fuera contigo –dijo en mis  labios mirándome fijamente a los ojos– eres mi primera, mi última,mi todo –agregó frotando mi nariz con la suya.

– Te amo Jungkook.

– Y yo también a ti corazón, vamos, trata de dormir otro poco, apenas son las cuatro.

Le sonreí y bajó de mí, se acostó detrás y me abrazó por la cintura, pegándose a mi cuerpo, yo entrelacé su mano con la mía y cerré los ojos mientras sentía su tibio aliento en mi nuca, estuve acariciando sus dedos hasta que volví a quedarme profundamente dormida.

El despertador hizo su labor de todas las mañanas y no muy convencida lo apague, me volteé y abracé a Jungkook que seguía con sus ojos cerrados, le di un beso en cada parpado y luego uno en su boca.

– Buenos días mi amor, ya es hora de levantarse.

– Buenos días corazón... lo sé y no quiero, debo ir a Chicago a una
convención.

– Yo tampoco quiero que te vayas pero tres días se pasaran volando, ya lo verás.

– Me encanta tu optimismo –dijo acariciando mi nariz con su dedo índice.

– Y a mí me encantas todo tú, anda, no quiero llegar tarde a la oficina.

Nos levantamos y nos bañamos, después nos vestimos y desayunamos cereales. Tomé mi bolso y salimos del departamento, bajamos por el ascensor, subimos a su auto y me llevó a la oficina. Antes de bajar, le di un gran beso y un abrazo. Él iba a su departamento a dejar el coche y por su maleta para luego ir al aeropuerto.

Esa mañana estuvo muy agitada, hicimos una presentación para un nuevo cliente, tuvimos una junta con el señor Sr. Kim  y estuve respondiéndole miles de mails. Recibí un mensaje a mi celular de Jungkook que acababa de abordar el avión y después Jeny me llamó para que almorzaramos juntas, se escuchaba afligida.

¿Estas libre esta noche?  "Jungkook & tu"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora