Capítulo 21

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Era lunes por la noche y yo seguía en la oficina, como iba a tomar un par de días libres porque finalmente J-Hope y yo nos iríamos de vacaciones, tenía que dejar todo listo en la oficina. Estaba concentrada respondiendo unos mails cuando escuché que tocaron mi puerta, giré la cabeza y casi me da un paro cardíaco cuando vi que era Jungkook.

– ¿Tú?, ¿qué haces aquí? –pregunté más que sorprendida.

– Buenas noches, yo muy bien, aunque no tanto como tú –exclamó con una gran sonrisa entrando y se quedó de pie del otro lado del escritorio.

– Buenas noches Jungkook, ¿cómo estas?

– Que diferencia, primero los saludos y luego lo que quieras.

– Ahora sí me puedes decir a qué debo el honor de tu visita.

– Yu Jin me pidió que te entregara esto –respondió entregándome un sobre blanco en el que estaba escrito mi nombre con una hermosa letra– le has caído de maravilla ya que ha sido muy selectiva con los invitados no sé qué le hiciste, pero te quiere ahí.

– Jungkook, pero yo... ¿tú quieres que yo vaya?

– Sería divertido, va a ser en Miami, imagínate, el mar, la playa, el sol, la arena, tú y yo desnudos al anochecer –respondió mientras caminaba y se paraba junto a mí, recargado en el escritorio, yo hice un poco la silla para atrás, nerviosa– además, Yu Jin no te perdonaría tu ausencia y sabe dónde encontrarte y no querrás conocerla enfadada, hasta asusta a su mejor amigo, así que imagínate.

– Trataré, pero la verdad no te lo aseguro.

Me dio una de esas sonrisas arrebatadoras que elevaba mi pulso a mil y entonces recordé lo que había fantaseado con él en varias ocasiones, mi corazón se aceleró ante semejante idea, no imaginé que pudiera cumplirla, lo bueno es que pasaban de las ocho y no había nadie más en la oficina, salvo los vigilantes pero se encontraban en la planta baja, así que decidí arriesgarme.

– Necesito ir a la oficina de mi jefe por unos papeles –dije para despistarlo, quería tomarlo por sorpresa.

– Está bien, te espero.

Le di una pequeña sonrisa y salí, entré a la oficina de Hyuna y le agradecí su vanidad como nunca antes. Me miré en el espejo que tenía pegado detrás de la puerta y arregle un poco mi cabello, no sé para que con lo que tenía planeado hacer. Caminé de puntitas a mi oficina y lo vi sentado sosteniendo y mirando una foto mía con J-Hope, se me había olvidado que la tenía ahí. Cerré despacio la puerta de la oficina y le puse el seguro, caminé tratando de no hacer ruido y cuando estuve a su lado, le quite el porta retratos de la mano y lo puse con la foto hacia abajo sobre el escritorio.

Me miró y entonces yo me senté encima de él, con mis piernas a sus costados, me sonrió sensualmente, adoraba esas sonrisas. Puse mis manos sobre el respaldo de la silla y lo besé apasionadamente, él me abrazó y comenzó a acariciar mi espalda, devorando mi lengua, yo comencé a desabrochar su camisa sin dejar de besarlo y él me sacaba la blusa de la falda, cuando lo logró acarició la piel de mi espalda y sentí que movía sus dedos para desabrochar mi blusa, pero lo frené. Me hice un poco hacia atrás y la desabroche yo lentamente, él me miraba fascinado, con la sonrisa retorcida, me abrí la blusa y desabroche el sostén, de casualidad me había puesto uno que se abrochaba por enfrente, cuando destapé mis senos él comenzó a besarlos, pasando su lengua por mis pezones, yo emití un suave jadeo y eché mi cabeza hacia atrás por las sensaciones que me provocaban sus labios.

Subió mi falda y comenzó a retirar mi ropa interior, me puse de pie para quitármela por completo y él sacó un condón de la bolsa del pantalón, me sorprendía tanto que siempre llevara uno consigo, no quise pensar en eso, sólo disfrutar del momento. Le quite el condón de la mano, le desabroche el pantalón y me hinque, me llevé su erección a la boca y él emitió un gruñido delicioso, así que seguí absorbiendolo con delicadeza, su cabeza la tenía hacia atrás y se lamía los labios gimiendo con sus dedos enterrados en mis cabellos. Cuando ya no aguante más, le coloqué el condón y me monté en él emitiendo un gemido cuando lo sentí dentro de mí, él levantó la cara, me tomó por las nalgas y me ayudo a subir y bajar mientras nos besábamos frenéticamente, yo tenía los ojos cerrados, concentrada únicamente en las maravillosas sensaciones que me hacía sentir, me fascinaba la forma en que se movía en mi interior. Nos separamos para respirar, pero nuestros labios seguían juntos, jadeando, inundando nuestras bocas con el tibio aliento que emanamos. Le sujeté las manos y las enlace con las mías colocándolas en los costados de su cabeza.

– Me fascina cuando tomas el control –susurró con la voz entrecortada.

– Te haré mi esclavo, entonces –dije mientras me movía en círculos.

– Hazme lo que quieras... pero, no me dejes.

 pero, no me dejes

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¿Estas libre esta noche?  "Jungkook & tu"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora