OBSESIÓN DOLOROSA

CAPÍTULO I. CORTES PROFUNDOS

Durante esto últimos días Rachel se ha estado comportando de una manera extraña. Está mas callada que de costumbre y no suele salir de su habitación.
Llevo días interesado en el misterio de esto, pero no he encontrado nada, así que opto por lo más lógico, ir a su habitación y preguntarle.

Por fin me decido y me dirijo a su habitación, a unas puertas más allá de la mía.
Toco con indecisión la puerta.

-¿Rachel? - le pregunto a la puerta cerrada. No se escucha nada.

-¿Rachel? - repito esta vez más alto.
Estoy confundido. Hace unos minutos entró en su habitación y no he vuelto a oír la puerta abrirse o cerrarse, bueno, no es que estuviese atento a ello...

Pero Rachel no es tan grosera como para ni dignarse a abrirme la puerta. No. Ella no.

-¿Estás ahí? - levanto aún más la voz y cuando no oigo nada aún, pego la oreja a la puerta y espero unos minutos así.

-¿Que hacer renacuajo, estás espiando a tu novia?

Grayson entra en el pasillo y está tras de ti, con una sonrisa burlona en el rostro.

Pego un respingo al oírlo y me aparto rápidamente de la puerta, sonrojandome notablemente.

-¿Q...cómo? ¿Novia? - pregunto frunciendo el ceño.

-¡Ja, ja, ja! ¿Qué hacias espiando a Rachel, Dami?

-¿Qué? ¡No! ¡Vaya estupidez, incluso viniendo de tí, Grayson! - ataco con una mirada asesina.

-¡Tranquilo, tranquilo, enano! - levanta las manos como si le estuviese amenazando con una pistola.

Entrecierro los ojos y me trago las ganas de pegarle. Vuelvo la mirada a la puerta cerrada.

-Solo estaba intentando escuchar algo. He llamado a la puerta y Rachel no responde. Y tampoco he oído que saliese de su habitación... - te explicas.

Grayson se pone serio al verte así.

-Vaya. Es la primera vez que te veo tan preocupado. Y menos por alguien- añade la última frase con una risilla de acompañamiento.

Me molesto pero acabo por ignorarlo.

-Es...extraño que no te halla abierto. Yo no la he visto por la torre... - se pone serio.

-¿Dónde se abrá metido...? - murmuro. Parece que me lo estoy preguntando a mí mismo.

Doy un débil puñetazo a la puerta. Insonoro.
Y cierro los ojos.

-Si no aparece para la hora de cenar la buscaremos. Pero por ahora será mejor que lo dejes estar, ¿vale, enano?

No respondo. Pero él entiende eso como un "sí" a regañadientes.

Me obligo a despegarme de la puerta y cuando Grayson ya ha desaparecido del pasillo mascullo algo entre dientes.

Es la primera vez que estoy tan impaciente. Mientras practico con la espada en mi habitación y me voy desesperando cada vez más agudizo el oído para ver si oigo el sonido de una puerta abriéndose. Pero nada, y así hasta que alguien abre la puerta directamente de tu habitación. Pienso que podría ser Rachel, pero me llevo un chasco cuando veo a Garfield parado en la puerta.

-¡Hey, vamos viejo, Kori nos llama! - anuncia con una sonrisa enorme en la cara.

-¿Sabías que existe algo llamado "tocar a la puerta"? - le suelto con un deje molesto.

-Ya... Para mi cumpleaños vas a tener que comprarme un diccionario... - se burla saliendo de la habitación - ¡No tardes! - añade ya fuera de mi vista.