OBSESIÓN DOLOROSA

CAPÍTULO VI. SI DUELE NO LLORES

-Al final vas a tener contármelo...

Le miro curiosa. Sí, sigue pensando eso, niño rico...

-Ya... seguro qué sí...

Losiento,  pero no puedo evitar reírme mientras lo digo.

-Por favor...-repite.

Depués de sentaros en los taburetes de la la isla de la cocina y servirnos un té,  Damian no dejó de presionarme.

-Venga...- sonríe manipulador.

Entrecierro los ojos y por primera vez miro esos ojos verdes directamente sin ponerme nerviosa.

Alza una ceja al ver mi cara de concentración.

-¿Que pasa? - me pregunta con un deje nervioso notable en su voz.

-No - aparto la vista y tomo un sorbo de la taza- nada...

-¿Puedo provar? - la pregunta me deja sorprendida.

-Claro... inténtalo... - respondo divertida.

-Haber... -piensa- ¿Slade? - meneo la cabeza- ¿El pingüino? - bromea riéndose- Yo que sé... ¿un tío con katana...?

-No. Ese papel ya está cogido... - murmuro alegre.

Es extraño.  Nunca me había sentido así con alguien de mis compañeros.  Y menos me lo esperaba de Damian.

-¿Ah, sí,  quién? - acerca la cabeza a mí por encima de la encimera, inclinándose.
Me pongo nerviosa.  Veo en su rostro que disfruta ponerme incómoda.
Intento sostenerle la mirada para no darle ese gusto.  Esbozo una sonrisilla sin querer al ver que su plan a salido mal y es él el que se está poniendo nervioso.

-Tú - me cruzo de brazos.

Se despega a mí insatisfecho y le da un sorbo a su taza,  sin apartarme la vista.

-Oye, cuéntamelo.  Hablo enserio.

-Tú siempre hablas en serio... - susurro apartando la cabeza.

Aprieta los labios y aparta también la cabeza.

-Esta bien...- me rindo volviendo a sonreir para que la situación nueva y agradable no se ponga incómoda.

Levanta la cabeza rápidamente con una sonrisilla en los labios.

- Adelante- me empuja.

- Fue un viejo amigo del infierno...

-¿Un viejo amigo?  ¿El que te ha dejado para desangrarte,  enserio,  Rachel? - me interrumpe serio y frunciendo el ceño.

-¿Me vas a dejar seguir, Damian?- me molesto. 
Damian se muerde el labio para obligarse a callarse y se pone algo rojo.  Sonrío por dentro.

- Estaba... dando un paseo y me atacó con una espada... - finalizo con un sorbo de la taza.

Por primera vez he callado a Damian.  Y reconozco que me gusta.

-¿Viejo amigo...? - murmura mirándome directamente a los ojos.

- ...

-Rachel...

-Cuando éramos pequeños éramos amigos en Azarath,  pero cuando mi padre lo destruyó todo, Charles se unió a él.

-Charles... - murmura mirando el suelo - ¿y por qué te hizo eso? - levanta la cabeza para mirarme.

- Intentó matarme hace dos años...Venganza,  supongo... -respondí con tranquilidad.
Pillé a Damian desprevenido,  que se atragantó con el sorbo del té que se estaba bebiendo.

-¿¡Qué?! - farfullo limpiandose la boca con la manga de la sudadera.

- Sí...

-Vaya... eras muy selectiva con tus amigos... - se burla.

-Ya.  Por eso me costó hacerme amiga tuya... - bromeo.

-¿Soy tu amigo...? - se pone serio.

Vaya,  no esperaba que se lo tomara así...

-Pue... Pues claro. ¿Qué ibas a ser sí no? - dudo.

-Vaya... - se sorprende.

Aparto la vista.

-Bueno - anuncio levantándome - ya es muy tarde,  y estoy cansada...

Damian asiente solo con la mirada y me voy dejándolo solo en la sala.