JAULA DE METAL

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-Necesito tu ayuda.

-Damian, tranquilízate.

La voz firme y calmada de mi padre no me ayuda nada.

-No puedo, padre. ¿Alguna novedad?

El nudo que se ha formado en mi garganta desde hace un rato me deja al descubierto ante mi padre.

-No. ¿Estás bien?

Su pregunta me pilla por sorpresa.

-No-no lo sé, padre. Pero tengo qué encontrarla. Solo necesito que me ayudes.

Mi voz rota lo dice todo.

-Lo haré.

El pitido breve del comunicador da como finalizada la llamada.

-¿Dónde estás...?

De repente una idea se cuela por mi mente.

Cuando por fin logro abrir los ojos ya no tengo los ojos tapados. Tengo una gran herida profunda en el brazo derecho y me duele la cabeza.

Intento agarrar algo con las manos, cuando me doy cuenta que la superficie es fría y sonora.

"¿Metal...? "

Me levanto apretandome el brazo y me apoyo en la pared. Dejando un pequeño rastro de sangre.

Miro a mi alrededor. Una gran sala de paredes, techo y suelo de metal. Como una gran caja de hierro. Parece un manicomio...

Cuando deposito mi mirada en una esquina veo a alguien apoyado en la pared con los brazos cruzados.

El sujeto tiene la tez morena. Con un flequillo negro que le cae sobre los extraños ojos amarillos. Me resulta realmente familiar.

El chico no me aparta la vista. Tiene que tener unos 19 años.

Esboza una sonrisilla y me doy cuenta de que tiene un pequeño cuchillo manchado de sangre en una mano.

-Mira quién a despertado...

Se separa de la pared y avanza unos pasos hacia mí.

Querría atravesar la pared. O al menos tener algo con que defenderme. Pero mi magia ahora mismo es inutil. Estoy demasiado débil. Pero intento mantener la compostura y me separo de la pared dándole a entender de que no se lo voy a poner tan fácil.

-¿Quién eres?

-Vaya. Deberías recordarme, Rachel....

Se pone a varios centímetros de mí dándole vueltas al cuchillo.

-¿Por qué haces esto?

-Verás, pequeña. Tú y los Titanes... Os necesito. Sobre todo a ti... - saca un mechón de mi cabello tras mi oreja y lo enreda mientras me enseña el cuchillo con una sonrisa tóxica en los labios.

"¿Esto es una pesadilla...? "









OBSESIÓN DOLOROSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora