CAPÍTULO IX. LIBÉRALO TODO

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-Hola,  Rae...

-¿¡Qué haces aquí ?! ¡Es imposible,  tú estás muerto...!

-Al parecer no, pequeña...

-¡Sal de mi cabeza!

-Pero Rachel,  yo siempre estuve aquí...

-No...puedo...respirar...



-¿¡Rachel?! - grito aporreando su puerta.

-¿Damian,  qué pasa? - he montado tanto alboroto que Kori a salido de su habitación en bata con un Dick medio dormido detrás.

-¡He oído gritos de Rachel! - exclamo notablemente alterado.

-Qué raro, yo no he oído nada.

"Era imposible no oírlo,  qué extraño..."

-¡Pues yo sí,  y ella está en peligro!

Me alejo de la puerta y le doy una patada cargada de rabia para derribarla.

-¿Cómo...? - murmuro perplejo.

La habitación está... vacía...

-¿Rachel? - susurro a la nada.

El cuerto está hecho un desastre.  Hace un frío penetrante por que el ventanal está hecho añicos.

Libros, velas aún humeantes y cristales tirados por el suelo.

-Prrr,  qué frío hace aquí... ¿qué ha pasado? - exclama Garfield entrando - ¿qué le pasa a Damian?- "¿qué me pasa...? "

-Me parece que está en shock...

No podía faltar el comentario para joderme de Grayson.

-¡Oh,  Dios,  dónde puede estar...? - oigo susurrar a Starfire atrás mía.

El corazón se me empieza a acelerar y me pongo nervioso.  Más de lo que ya estoy.

-¡Hay qué encontrarla! - pierdo el control volteandome provocando un respingo en los demás.

-Lo haremos,  Damian.  Pero tienes qué relajarte... - me pone una mano en el hombro la tamariana.

-¿¡Relajarme?! - vociferó saliendo escopeteado de la habitación.

Recorro los pasillos corriendo hacia la sala de control,  tomo asiento en la silla y tecleo el paradero del rastreador de Raven.  Siento que se me va a salir el corazón del pecho y empiezo a sudar al ver en la pantalla el signo rodante de "cargando".

Pero se me congelan las venas al leer en la pantalla "rastreador desconectado".

Me rindo. Si no estuviese sentado me habría caído al suelo.

-No puede ser... ¿estoy... llorando...?  - susurro al notarme la cara húmeda - no puede ser...

Me limpio las pocas lágrimas con los dedos y me pongo en pie, temblando.

-Tiene que haber una manera de...

-Ya he llamado a Bruce - me interrumpe Dick entrando.

-¿Y los demás...? - pregunto serio sin voltearme.

-Patrullando la ciudad.  La encontraremos,  Damian - añade al notar mi estado.

Me volteo furioso.

-¿¡Cómo, Grayson?! ¡No capto la señal de su rastreador, no sabemos si está bien, ni siquiera qué bastardo se la ha llevado! - grito furioso al borde de las lágrimas.

-Vaya... - murmura estupefacto.

-¿Vaya? - me calmo un poco.

-Sí.  Es la primera vez que te veo así por algo, o por alguien...

Destenso los músculos de golpe y me vuelvo al ordenador.

-La encontraremos,  Damian - repite.

"Más me vale... "

Vuelvo al ordenador cuando oigo los pasos de Dick saliendo de la sala,  esta vez no reprimo las lágrimas discretas que me recorren las mejillas.





OBSESIÓN DOLOROSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora