1998
La navidad mas triste de todos los tiempos, la muerte de un ser querido nunca es motivo de celebración. Las lágrimas retenidas, los ojos rojos y las sonrisas apagadas en rostros serios y cubiertos por la pena. Una navidad que nunca se olvidará y quedará para siempre, marcada en cada uno de los corazones que tomaron parte en aquella fiesta convertida en velorio.2017
Ahora que el ambiente parece cambiar, la brújula apunta a cosas buenas, todo parece marchar bien... hasta que los accidentes fatales comienzan a suceder. Un familiar con cancer de huesos recién detectado y en avanzada fase. Otro más con una seria lesión en la espalda que podría dejarlo paralítico, la operación es una opción pero sus resultados son catastróficos. La repentina llamada de emergencia y el corazón silencioso rompiéndose en pedazos al oír el veredicto de su enferma madre... no hay vuelta atrás, sus ojos se cerraron para siempre y el sufrimiento a dejado de ser un problema (por lo menos para ella, su familia se ahoga en desgracia).La navidad es diferente, se siente distinta y no solo por el hecho de pasarla en un lugar cálido, tan distinto de lo que se acostumbra, puede que sea el hecho de tantas cosas malas que pasan en la vida sin que uno las pueda prevenir.
Las cosas cambian más aún cuando la indiferencia de los miembros en la familia te golpea discretamente y el hecho de que su esposo, siendo más fiel a ellos que a su nueva familia, sea indiferente por igual es más desgarrador. La noche cae, los abrazos robóticos y las máscaras felices se hacen presentes, los minutos pasan y la hora de ir a festejar se acerca. Los planes se ven interrumpidos al explotar el marido, sus palabras son peores que dagas y el parece no notarlo (si lo hace, no le importa, con tal de verse más grande e imponente da igual). Sus pasos se dirigen a la habitación, lleva consigo a sus hijos y estando ya en el resguardo de aquellas cuatro paredes puede descansar un poco. Los mensajes le llegan y las palabras que se leen en la pantalla allá hacen enojar aún más. "Ven al bar y acá discutimos" es lo que reza el mensaje, sus dientes se presionan entre sí y se le retuercen las entrañas, se traga sus palabras y no contesta los mensajes, no piensa ceder ante el ego de su marido, mucho menos cuando parece estar ebrio. La discusión sigue aún en la mañana y el panorama se torna gris a cada segundo, parece que está Navidad será igual o peor que la vivida hace ya unos años atrás...
...¿acaso el ser humano se alimenta del sufrimiento de otros?
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Disculpen este escrito tan oscuro para una fecha tan brillante, pero hay veces que se debe dejar salir todo para poder disfrutar de las cosas como es debido.Espero hayan pasado una muy feliz navidad con sus seres queridos, buenos deseos desde esta desconocida parte de México de todo corazón.