Prólogo.

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22:15 PM

En el sur de lo que queda de Polonia.

La voz de Jack hablando con la torre de control hizo despertartarme de mi siesta, ya que hoy estaríamos despiertos toda la noche. Froté mis párpados con mis manos y bostecé. Me levanté cuidadosamente del asiento del co-piloto para coger una botella de agua.

- ¿Tú crees que aquí habrá algún mutante sobreviviente? - preguntó Jack si despejar la mirada de los mandos.

- Puede. - dije dudando si eso fuese cierto, Polonia estaba demasiado afectado por los soldados y aun que algún mutante hubiese sobrevivido, lo acabarían encontrando. Aun que nunca se sabe.

- ¿Crees que encontraremos a esa tal Leigh-Anne? - preguntó de nuevo Jack.

Me encongí de hombros sabiendo que él no podía verme, mientras daba un sorbo a aquella agua.

- ¿Cuándo fue la llamada por el walkie talkie? - pregunté, esta vez, yo.

- Entre las dos, dos y media del mediodía, Jade. - Respondió posando su mirada en mí durante unos segundos para volver a apartarla. - Va a ser difícil, ya que, su señal es demsaido débil para poder localizarla por el satélite.

- No perdamos la fe, Jackie. - repliqué, sabiendo que él odiaba ese mote.

Sonreí tras un bufido por su parte. Jack y yo llevábamos la patrulla 15, encargada de buscar sobrevivientes de nuestra raza. Somos una patrulla aérea, por lo cual, siempre estamos en nuestro viejo helicóptero. Hace un año y unas semanas que estamos asignados a recoger mutantes heridos o perdidos ellos solos por alguna región. Los llevamos a nuestra base, que está escondida por una isla cuyo nombre es muy complicado para poder recordar.

- ¿Y si nos pasa como siempre, Jade? Hace tres meses que no aparecen mutantes vivos, y menos van a parecer en estas jodidas ruinas. - dijo golpeándo con gran enfado los controles.

- Jack, escúchame. - traté de llamar su atención. - Hay épocas buenas y épocas malas, pero ahora mismo una chica de nuestro igual está perdida y sola por algún lugar que no sabemos, rodeada de soldados. ¿Vamos a seguir golpeando controles como locos o vamor a ir a salvarla?

- Jade, no va a estar, seguro que será como la del mes pasado. - conestó haciendo referencia a la trampa que nos hicieron los soldados hacía semanas.

- Presiento que es de verdad Jack. - él suspiró. - Esta vez en serio.

- Tú siempre presientes, Jade. ¡Pero sabes tan bien como yo, que aquí es poco probable que haya nadie! - elevó el tono de voz.

- ¿Y qué pasa si hay? - grité tanto como él.

Él tan solo murmuró para sí mismo y asintió. Yo me mordí el labio inferior para tratar de controlarme. Sabía que tenía razón pero, sentía que esa chica corría peligro. Esta vez, en serio.

[...]

Tras horas pasando con el helicóptero por aquella espesa selva decidimos bajar con linternas para explorar un poco. Ya que, si no encontrábamos aquí a nadie, no volveríamos a la zona en un largo tiempo. Bajé cuidadosamente del helicóptero mientras veía a Jack rebuscar en busca de las linternas.

- ¿Estas segura que las metiste en la bolsa? - preguntó por enésima vez mi compañero.

- Jack, ya te he dicho que si, busca mejor. - suspire.- Y apura, hace mucho frío.

Después de una larga espera por parte del chico, nos adentramos en aquella selva en busca de algún mutante. Caminábamos lentamente, como si de una película se tratara, cuidábamos nuestras espaldas. No despejaba la vista de los horizontes que nos envolvían, sentía que en cualquier momento un soldado o una bestia se tiraría encima nuestra.

El movimiento de un arbusto hizo que un escalofrío recorriese mi médula, no estaba preparada para luchar contra nadie. Era la primera vez que sentía miedo, miedo de verdad, hacía meses que no lo sentía.

- Oye, tranquila, es el viento. - susurró Jack.

- Lo sé. - respondí intentando sonar lo más valiente posible.

El mismo ruido se volvió ha escuchar durante...una...dos...tres...y hasta cuatro veces. Si antes tenía miedo, ahora estaba completamente aterrorizada, la mano con la que sostenía la linterna temblaba demasiado como para poder sujetarla bien. Jack me hizo señas para ir a mirar de donde provenía aquel sonido y acepte. Obviamente, no iba a decirle a Jack el miedo que estaba pasando porque me respondería algo como ''¿y tú trabajas recogiendo mutantes cuando por un sonido de nada te asustas así.'' Estúpido Jack.

- Veo a alguien, Jade.- susurró suavemente.

- ¿De qué complexión? - pregunté, sosteniendo mi peso hacia delante para poder ver mejor.

- Creo que es una mujer. -

Jack cogió su arma de su cinturón y la cargó. ¿Puedo decir que no nos dejan a las mujeres tener armas porque dicen que es muy peligroso? ¿Qué tenemos, ocho años?

- A la de una...- volvió a susurrar. - ... a la de dos... y a la de tres.

Jack apartó las ramas de aquel arbusto dejándonos paso para ver a una mujer rizada con el uniforme de los soldados. No iba armada así que sostuvo sus manos en alto con una expresión indefinida.

- Soy Leigh-Anne Pinnock, mutante y sobreviviente, veo que al final si había alguien ahí. - susurró la joven.

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Nota de Autora:

¡Hola!, vengo a avisar de que subiré los prólogos muy rápido, ya que son muy cortos y para os vayáis metiendo en lo que es el fanfic. También decir, que los capítulos que haga los haré de forma omnisciente, pero siempre centrándome en un personaje, como hice hasta ahora. Y para acabar, que compartáis este fanfic con más mixers, porque si no tiene varias lectoras no vale la pena subir. En fin, muchas gracias por leer :) xx

III World WarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora