Capítulo 5. ''Rareza.''

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Llevábamos horas en aquel dichoso helicóptero con poco combustible y con un Jack insoportable quejándose de todo.

- ¡Cállate ya! - grité harta de sus quejas.

- ¡Estoy intentando buscar un sitio y todo lo que tú haces es caminar en círculos, no haces más que ponerme nervioso, así que la culpa es tuya! - gritó él de vuelta.

- Idiota. - murmuré entre dientes.

Sentía la rabia transitar mis venas, ¿cómo puede existir un ser tan incompetente como aquel?

- Si tan lista eres tú, ¿por qué no pilotas tú y buscas un lugar seguro mientras yo caminó en círculos? - preguntó burlescamente.

Suspiré.

- ¿Por qué eres tan imbécil? - pregunté notablemente enfadada.

- Te recuerdo que besaste a este imbécil tú misma. - se burló.

- Te he pedido perdón, ¿qué más quieres de mí? - pregunté otra vez sentándome en el asiento del copiloto.

- Quiero que me digas la verdadera razón de porque lo hiciste. - susurró más para si mismo que para mí.

- ¿Quieres la verdad? - el asintió y dirigí la mirada al suelo. - Quería conquistarte para que pudieras llevarme a junto Dolly y Holly. Ellas son mis amigas, una de ellas es mi prima. - reconocí con cierto dramatismo.

- Leigh. - suspiró tratando de establecer contacto visual. - Podías haberme dicho eso antes, que yo hablaría con Jade y Perrie e iríamos a salvar a tus amigas o intentaríamos. - fijé mi mirada en él y él hizo lo mismo.

Sus ojos volaban fugazmente a mis labios y viceversa. Sentía atracción hacia él pero no era correcto, yo solo quería a mi amiga y a mi prima.

- Jack, como espía que soy, quiero salvar a todos los mutantes. - susurré gentilmente sin despegar la vista de sus ojos.

- Es arriesgado, no puedo permitirme el lujo de que te ocurrá nada, Leigh. - puso su mano derecha en mi mejilla. - Sería más imbécil aún.

Sonreí, de pronto Jack se acercaba lentamente a mí y sin pensarlo dos veces hice lo mismo. Cerré mis ojos y me dejé llevar. Nuestros labios casi se rozaban cuando el helicóptero comenzó a caer en picado.

- Rápido Leigh, los paracaídas. - gritó Jack aterrado.

Me moví rápidamente hasta aquellos objetos y me puse uno, le pasé uno a Jack y abrí la puerta del helicóptero. Dirigí una mirada fugaz a Jack que aún se estaba poniendo el paracaídas y salté. Era obvio que no le daría tiempo a saltar y se iría con el helicóptero hacia bajo. Mi vista se comezó a nublarse pero no iba a permitirme llorar. Me prometí a mi misma cuando salí de la base de humanos no volver a llorar jamás y eso haré. Abrí el paracaídas y el viento me arrastró hasta la cumbre de una gran montaña que tenía un cobijo. Me adentré y vi sacos de dormir y sangre seca. Aquí habían vivido mutantes y habían muerto por culpa de humanos. Giré la cabeza para intentar borrar aquella horrible escena de mi mente aun que ya sería demasiado tarde. Decidí coger un saco y meterme en él para no pasar frío. Mi mente enseguida voló hacia la expresión aterrada de un Jack que aún no había puesto del todo bien su billete que le permitía seguir con vida. Me mordí el labio inferior tratando de contener las lágrimas. ¿Por qué sentía lástima por Jack cuando lo conozco de un par de días?

En algún punto de la Tierra, Lunes, 13:45 PM.

Le había presentado a Jade a mi compeñera y gran amiga Jesy. Había contactado con ella gracias al walkie talkie, bendito aparato. Y ella me informó sobre lo del microchip pero no me lo dejó quitar porque ya tenía un plan en marcha. Con la ayuda de Jane, una nueva chica muy callada, podríamos salvar a los mutantes. El plan de Jane era reunir al mayor número de mutantes posible, por eso tuve que separarme de Jack y Leigh, ya que, al Leigh ser espía era muy fácil que fuera del otro bando. Y Jack al besarla me daba malas vibraciones. Tras deshacernos de ellos, la solución era simple, irnos Jade y yo a junto ellas dos y tramar un plan de rescate a la mayoría de mutantes. Era un plan un tanto cruel pero eficaz. Tras haberselo explicado a Jade y Jade haberse puesto como una fiera por abandonar a sus amigos, pusimos nuestro pequeño plan en marcha.

- Imaginaros que esta es la base humana. - dijo Jane haciendo un dibujo en el barro con un palo. - Bien, por esta zona de aquí encierran a los mutantes menos poderosos pero que unidos podrían ayudarnos. La primera fase del plan es soltarlos y hacer que se unan a nosotros. Más tarde, conquistaremos la fase a de la base, que es donde guardan a los mutantes con riesgo de ser peligrosos. Tras haber conseguido a esos mutantes, accederemos a la fase b, que es donde se encuentran los mutantes más peligrosos y con ellos podremos dominar a los humanos. - concluyó la pelirroja con una sonrisa de oreja a oreja.

- ¿Qué os parece? - sonrió Jesy.

- Perfecto. - dije yo.

- Me parece arriesgado. - dijo Jade. - Somos cuatro, cuando los humanos sepan que invadimos las celdas de los mutantes menos peligrosos enviaran un pelotón de hombres que acabará con nosotras. - añadió negativa.

- Jade... - suspiré.

- No. - me interrumpió Jane, sonriendo maliciosamente. - Déjala que exponga ella una idea.

- P-p-podríamos recolectar más mutantes que a-a-andan esparcidos por la z-z-zona. - tartamudeó Jade nerviosa.

Jane me miró con los ojos ligeramente abiertos más de lo normal, de repente tenía a sensación de estar decepcionada con Jade y a la vez enfadada.

- ¡Ese plan no valdrá para nada! - exclamé con asco.

No era capaz de reconocerme, las palabras abandonaron sin permiso mi boca.

- P-pero Perrie...- la interrumpí.

- O colaboras en el plan de Jane o correrás la misma suerte que Jack y Leigh. - noté mis ojos oscurecer de la rabia.

Jade me miraba atónita, como si no se esperase nunca que aquello lo pudiera haber dicho. Y tenía razón, no podía controlar lo que decía, ¿qué me estaba sucediendo?

- Bien, Jade, ¿qué dices? - preguntó Jane mirándola fríamente.

- P-pues...- agachó la cabeza. - lo haré. - susurró débilmente.

Jane sonrió triunfante y miró a Jesy quien sonreí felizmente.

- ¿Queréis comer ya? - preguntó amablemente como si nada hubiera pasado.

- No. - respondió Jade.

- Traeme algo, Jesy. - respondió Jane.

- No, gracias. - respondí.

Jesy abandonó aquella especie de sale para dirigirse a coger latas de conserva con comida fría. Mientras Jade no quitaba ojo del barro, supongo que seguirá dandole vueltas al plan de Jane. Jane miró hacia Jade un tanto sorprendida. Y yo seguía comiéndome la cabeza para buscar una razón lógica que respondiera a la pregunta de porque dije eso.

- Aquí tienes. - anunció Jesy sonriente.

- ¿Y cuál es tu poder, Jane? - preguntó decidida la castaña.

- Oh, Jane tiene el poder fuego. - respondió Jesy.

- Le he preguntado a ella. - dijo fríamente Jade.

Jesy quedó muy sorprendida ante tal respuesta al igual que yo.

- Fuego. - habló Jane.

- ¿Me haces una muestra? - volvió a preguntar la morena.

- Al escapar de los humanos quedé muy débil, así que no puedo. - informó una sonriente pelirroja.

- Es suficiente. - murmuró mi amiga y salió hacia su saco de dormir.

Después de haberse enfundado en su saco de dormir me metí yo en el mío dándole las buenas noches a mi amiga Jesy y su nueva amiga. Había algo en Jane que me llamaba la atención. Era demasiado rara. ¿Por qué sentí esa rareza en ella? Tal vez necesite dormir.

{N/A: Sé que es muy corto pero es que el martes me voy de viaje y quería subir antes de irme. Espero que os guste aún que me saliera un poco rana. Y muchas gracias por comentar y votar, me alegra muchísimo saber que os interesa la fic. Quiero aclarar que aun que a Perrie le de mala espina Jane podéis amarla igual y no criticarla xdxd. Besos, xxlucyxx}

III World WarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora