Capítulo 11

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Ni Yoongi ni Lucía habían previsto lo rara que sería la escena cuando se encontrasen. Les habían podido las ganas de estar en el mismo sitio para comprobar qué ocurría, pero una vez juntos no sabían qué decirse. Y menos con Alicia delante. Yoongi comenzaba a preguntarse si había sido buena idea que lo acompañase para no hacer todo el viaje solo.

Después de dejar a Namjoon con la boca abierta en la puerta del edificio, los 3 aprovecharon la misma furgoneta de BigHit que los había transportado después del ensayo, para ir a un restaurante. Yoongi se encargó de elegir un lugar discreto donde no pudiesen ser observados y allí fue él quien pidió todos los platos. Su apariencia era la de una chica joven extranjera, por lo que los camareros no podían disimular su sorpresa al escucharla hablar en perfecto coreano, con un pequeño acento de la zona de Daegu. Pero mucho más sorprendida estaba Alicia, no sólo por escuchar a su amiga hablar a ese nivel otro idioma, algo a lo que ya se estaba acostumbrando, sino por verla tan decidida tomar las riendas de la situación.

Otra cosa que la chica no esperaba era que Suga fuese tan... bueno, raro. Parecía realmente nervioso y cada vez que trataba de comunicarse se trababa. Pero lo más inquietante de todo era la manera en que la miraba y le sonreía. En los minutos en los que habían compartido espacio, a pesar de hablar poco, había intentado hacerla sentir lo más cómoda posible con gestos pequeños como mostrarle dónde podía sentarse en el restaurante. Sin embargo, a su amiga, en la que debería estar mucho más interesado no le hacía demasiado caso, a parte de observarla con extrañeza. Alicia decidió que si esa era la manera en que pensaba conquistar a Lucía no contaba ni remotamente con su aprobación.

La cena transcurrió de la forma más extraña e incómoda imaginable. Decidieron hablar en español para que Alicia no se sintiera desplazada, aunque Yoongi consideró correcto hacer algunos comentarios en coreano para quejarse sobre su mala suerte. Hablaron sobre los últimos horarios que había tenido que cumplir Lucía y Yoongi escuchaba como un jefe que supervisa el trabajo de su empleado, haciendo preguntas muy concretas y sin poder evitar una expresión de desaprobación cada poco. Lucía, por su parte, demostraba mucho interés por Alicia y la relación que había tenido con Yoongi, en su cuerpo, durante los últimos días. Ésto hacía que cada vez a la rubia le pareciese más y más raro el ídolo coreano.

Lo pudo comprobar Yoongi después, pasada la cena, en la habitación del hotel.

-Lucía, sé sincera conmigo. ¿Te gusta Suga?

-¿Qué? ¡No! Ya te lo he dicho millones de veces.

-Vale, te creo... Menos mal...

Yoongi no esperaba ese comentario final y abrió mucho los ojos, incluso la boca, por la sorpresa.

-¿Qué quieres decir?

-Mira no quería decírtelo, porque imagino que te cae bien, si no no estarías aquí pero... es muy raro.

-No es que sea raro... es una situación extraña simplemente...-Trató de explicar él.

-Para empezar estaba completamente desubicado, ¡si hasta tú has elegido el restaurante! ¿Es eso normal?-Yoongi intentó contestarle pero ella tenía una lista más larga de cosas que comentar.-Y luego... no paraba de mirarme... y de sonreírme... espero que no te moleste, ¡yo no tengo la culpa de eso!-Exclamó inmediatamente después.

Yoongi tenía sentimientos encontrados con las críticas de Alicia: por un lado sabía que ese comportamiento que no le había gustado era el de Lucía, que se había sentido superada por el encuentro; pero por otro no quería que se quedase con esa imagen de él.

-No me molesta, ¿por qué debería de molestarme?

-¿No es evidente? Se me ocurren dos opciones: o quiere ponerte celosa... o le he gustado yo...

¡Devuélveme mi cuerpo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora