Capítulo 22 - FINAL

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Yoongi y Alicia escogieron una mesa algo escondida en un rincón de la sala. Había unas flores muy bonitas en el centro, junto a algunas velas. De fondo sonaba un hilo musical tan bajo que parecía que estaban en completo silencio. Era evidente que los dos estaban nerviosos.

—¿Cómo estás?—Empezó a hablar Yoongi.

—Bien.—Contestó ella con una sonrisa.—¿Y tú? ¿Ya te has puesto al día con tus cosas?

—¡Qué va! He perdido demasiado tiempo estas semanas... Me costará volver a seguir el ritmo.

—Vaya... lo siento.

—¡No es que haya perdido el tiempo por estar contigo!—Se apresuró a aclarar él.—Me refiero a que no he trabajado casi nada...

—No te preocupes, te entiendo... Por lo que he hablado hoy con Lucía, tienes una vida muy ocupada.

—A veces demasiado.—Confirmó Yoongi.—Pero no hablemos más de eso. Sólo de pensar todo lo que tengo que hacer mañana me da dolor de cabeza...

—¿Y de qué quieres hablar?—Preguntó Alicia. Aunque no se comportaba como la chica tímida que era ante los desconocidos, no le era tan sencillo asumir que la persona que tenía delante era con la que había convivido en los últimos días.

—Pues... ¿Qué has hablado con Lucía? ¿Ya lo has asimilado todo?—Preguntó Yoongi jugueteando con la servilleta, un poco inquieto.

—Bueno, con Lucía he hablado de muchas cosas... Aún tenemos que ponernos al día con todo. No se pueden resumir tantas experiencias en sólo unas horas, ¿no?

—Eso es verdad. Pero, ¿estás bien? Quiero decir, ¿estás molesta por haberme contado cosas que quizás no querrías...?

—Ah, eso...—Murmuró Alicia mientras sufría un ataque de vergüenza.—Hubiese preferido no haber dicho tanto pero era inevitable: a Lucía le cuento todo.

—No te preocupes por nada.—Dijo Yoongi, tratando de aligerar la tensión.—Nada pudo ser más vergonzoso que cuando necesité instrucciones para usar... ya sabes... productos femeninos...

Alicia soltó una carcajada. Había pasado por alto que todas esas cosas le habían ocurrido a Yoongi. 

—No te rías de mí, fue un episodio muy traumático...—Dijo Yoongi, encantado por hacerla reír.

—Ahora que lo pienso, no tienes nada que ver con Lucía. Ni cuando eras ella ni cuando ella era tú... ¿Me sigues?—Comentó Alicia, mucho más relajada.—La sensación que tenía cuando paseamos por el río era totalmente distinta a la de ahora...

—¿Tengo que preocuparme? Porque si no recuerdo mal fue entonces cuando empezaste a tener interés... por mis canciones...—Se atrevió a decir Yoongi.

—No tienes que preocuparte por nada.—Contestó Alicia con una sonrisa tímida.

—Bien...—Concluyó Yoongi, apretando los labios para que no se notase cuánto le agradaba saber esa información.

Los dos se empezaron a reír nerviosos por el tema de conversación, pero felices.

—Tienes que probar este vino.—Le dijo Yoongi sirviéndole una copa.—Aunque... un momento. Tú no puedes beber.

Inmediatamente cambió su copa por la de ella, que ya contenía la bebida.

—¡Eh! ¡No eras tan estricto con el alcohol hace unos días!—Se quejó Alicia, intentando volver a cambiar los vasos.

—Pero entonces era Lucía y ahora quiero que sepas que soy un chico responsable.—Anunció él.

—Ya...—Cuestionó Alicia, riéndose.

¡Devuélveme mi cuerpo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora