❃Capítulo 10

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Pasos apresurados resonaron en el pasillo. Frigga entró en escena, un tanto agitada y preocupada. La reina había estado alentando a los sirvientes y personal no armado a salir del palacio dada la invasión, y no dudó en apresurarse apenas escuchó que un par de gigantes de hielos lograron infiltrarse en dirección a las recámaras. Loki fue el motivo de su angustia y no pudo evitar mostrase un poco molesta al ver que había tres personas ahí y seguían sin reaccionar y sin el atrevimiento de acercarse a Loki. La estupidez de los hombres era algo que no se podía medir.

— A un lado —dijo Frigga mientras se abría camino entre ellos. Despojó aquel manto de seda celeste que cubría sus hombros para cubrir con él a Loki, quien había estado hecho una bolita, alterado y temeroso—. Aquí estoy, Loki —dijo Frigga dulcemente.

Odín reaccionó, volviendo la vista rápido a los dos jóvenes guerreros que allí aguardaban.

— ¡Si uno de esos gigantes de hielo ocasiona más estragos será vuestra culpa! —escupió Odín, con tal de hacerlos retirar cuanto antes.

Thor tensó su mandíbula, no quería dejar a Loki allí, pero igual su cooperación era nula en ese instante. Mejor encargarse de lo que aún podía hacer. Fandral fue detrás de él, a paso rápido. Su pecho le reprendía por dejar atrás a Loki, pero por el momento, confiaba en que Frigga se hiciese cargo al respecto.

Odín volvió la vista a su esposa e hijo, viendo cómo la mujer le daba cobijo a Loki con su manto mientras le hacía entrar en razón con sus melifluas palabras. Él tampoco tenía mucho que hacer allí, así que marchó igualmente.

Tres enormes gigantes de hielo yacían muertos en el vestíbulo del castillo.

— Fue una misión absurda. No entiendo para que se hizo toda esta fiesta —soltó de pronto Sif, encajando su lanza en uno de esos cuerpos helados.

— Pues... —Volstagg jadeó, encimándose un pie de aquellos monstruos al hombro para empezar a arrastrarlo fuera; una acción cuyo objetivo era presumir su grandiosa fuerza—. Sea cual sea la misión no lograron hacerla.

Thor se había encontrado meditativo, con una expresión seria que arrugaba ligeramente su entrecejo.

— Querían llevarse a Loki. Fue una tonta maniobra, pero igual no sé para qué lo quieren —dijo el rubio de largas cabelleras.

— Quizá lo querían de vuelta —comentó Sif con ligereza.

Thor gruñó, tomando a mjolnir del suelo para dirigirse al los interiores del lugar.

— Buscaré a Padre de Todo —dijo antes de alejarse lo suficiente.

~•~

Aquella tarde, Fandral fue ajeno a la reunión que se llevó para escudriñar el incidente. No era porque no le interesase, sino porque veía las respuestas en otra dirección.

Parecía guardia en la esquina de aquel pasillo. Vigilaba, casi como si temiese que otro gigante de hielo llegara para intentar llevarse a Loki. Pero no, no pasó nada de eso. Curanderos pasaron un par de veces, y Frigga siempre salió, omitiendo su servicio, para después volver a la habitación. Seguro Loki no quería que nadie lo viera en ese estado.

Pasó un rato, que a decir verdad, le pareció sempiterno al guerrero. Pensó en dejar aquello de lado y ver a que conclusiones llegaban Odín y Thor, no obstante, la puerta de la habitación se abrió y Frigga salió, cerrando con suavidad ésta misma. La mujer miró a ambos lados, tal vez con el mismo pánico de que alguien viniera a interferir en el bienestar de su hijo. Sin inmutarse de la lejana presencia del joven guerrero, Frigga se alejó.

Inestable [FrandralxLoki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora