1. Toda Acción Tiene Su Reacción.

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Una noche más en la que llegaba a mi cuarto, una noche más donde los intentos de suicido de mi compañero fracasaban de nuevo.

—Dazai, ¿Por qué haces esto? —Pregunte, mientras desataba con cuidado la cuerda que rodeaba el cuello del castaño.

—No es obvio, no quiero seguir con esta absurda vida —contesto sin mirarme a la cara.

—No lo hagas por favor —suplique— Hare lo que sea para poder apaciguar ese sentimiento.

—Entrégate a mí —contesto sin siquiera pensarlo, dejándome un poco en shock.

—Si eso es lo que quieres lo hare, lo hare cuantas veces sea necesario, para que no vuelvas hacer una idiotez como esta —le sonreí de manera amable.

No dijo nada más, solo me tomo entre sus brazos y me acostó en la cama, sin perder el tiempo me quito mis ropas y luego las de él, beso cada parte de mi cuerpo llevándome al paraíso.

Tengo que aceptarlo me gustaba este castaño, estaba enamorado de él desde hacía ya mucho tiempo, por eso quería transmitirle atreves del este acto sexual lo importante que es él para mí.

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Los meses fueron pasando, la mayoría de días me entregaba a Dazai, sus intentos de suicidio habían disminuido considerablemente y eso me alegraba bastante.

Pero no todo es perfecto, últimamente me sentía un poco enfermo, tras una de las misiones que tuve, un resfriado se a dueño de mi cuerpo. Por otro lado, la desgracia de perder a un ser querido llego a la vida de Dazai. Oda había muerto tras una pelea con una organización enemiga, y esa noche sin siquiera pedírmelo como las veces anteriores se adueñó de mi cuerpo.

Trate de poner resistencia, pero la fiebre que tenía más el dolor en casi todo mi cuerpo no me dejo. Esa noche ni se preocupó por quitarme la ropa de la cintura para arriba, no me beso, no me acaricio como lo había hecho noches atrás, solo se preocupó por satisfacer sus necesidades, por desahogar sus penas.

De alguna manera me sentí violado, no supe en que momento el termino, pues quede inconsciente gracias a la maldita fiebre que tenía y al dolor que provocaba Dazai en mi cuerpo, cada vez que me penetraba.

Cuando desperté Dazai ya no se encontraba por ningún lado.

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Una Nueva Vida, Vivir Solo Para Ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora