21. Todo sea por Haru

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Desde que esas malditas ovejas se habían llevado a Chuuya, le había estado buscado sin descanso alguno, generándome esto, la ruptura de la relación que tenía con Kunikida, bueno, eso fue solo uno de los problemas por lo que llegamos a ese final, la verdadera razón de que lo nuestro terminara era el pequeño Haru, él no podía creer que yo no le dijera acerca de su existencia y mucho menos que yo, le allá ocultado que entre Chuuya y yo hubo algo, pero como pretendía que se lo dijera si ni yo mismo sabía que ese hermoso ser era mi hijo y además con Chuuya nunca tuve nada, a parte de solo sexo por ansiedad.

Me encontraba en la agencia revisado algunos planos cuando una especie de sombra negra apareció y un chico bajo de cabellera rubia, ojos color oro y de piel blanca salió de en medio de aquella sombra, causando que esta se desvaneciera al instante, quedando solo el, al frente mío.

—Mucho gusto soy Vincent —pronuncio el chico en lo que hacía una leve reverencia— el rey solicita su presencia en casa —su mirada era seria, no parecía perturbado a pesar que Kunikida y Yosano le estaban apuntando con sus armas.

—¿Cómo entraste a este lugar? —pregunto Kunikida.

—Mi poder me permite ingresar donde yo quiera, siempre y cuando este en búsqueda de algo específico o esté llevando algo a ese lugar —respondió— ahora estoy buscando a Osamu Dazai, ya que así, me lo ordeno mi Rey.

—¿Chuuya te envió por mí? —pregunte algo sorprendido.

—Así es, por favor venga conmigo —respondió.

—Ni creas que dejaremos que te lleves a nuestro compañero —pronuncio Yosano.

—Por favor no interfieran en mi trabajo —pidió— la verdad, no quisiera generar una pelea innecesaria.

—¿Por qué me quiere ese enano? —pregunte en lo que me ponía en pie y me acercaba al muchacho.

—Eso se lo explicara el mismo —respondió— yo solo debo llevarlo.

—Dazai, ni se te ocurra ir con el —ordeno Kunikida de manera seria.

—Déjalo que vaya —se escuchó la voz de Ranpo.

—¿Cómo puedes decir eso? —cuestiono el idealista algo alterado.

—Esto es algo de suma importancia —respondió—, más que tus celos —ante aquellas palabras, tanto el idealista como la doctora bajaron sus armas.

—Es hora de irnos —pronuncio Vincent y aquella sombra volvió aparecer— muchas gracias —hizo una reverencia ante Ranpo, para luego cubrirme con aquella sombra.

Todo a mi alrededor era oscuridad, no podía ni ver al chico rubio que me llevaba con su poder, de un momento a otro aparecí en una habitación muy linda, esta tenía una amplia cama, un corral aun lado y varios muñecos de felpa decorando, el piso se encontraba tapizado en una alfombra muy elegante y algo felpuda, sin duda esa era la habitación del enano.

—En un momento el rey estará con usted —pronuncio el rubio en lo que hacía una reverencia y se retiraba de la habitación.

—Rey —murmure y una risita se escapó de mis labios.

—Veo que te diviertes —escuche la voz de pelirrojo, con cuidado me gire hacia donde este se encontraba.

—Antes que digas algo, ese niño Vincent, ¿Qué es exactamente? —pregunte curioso— mi habilidad no pudo deshacer la suya.

—Es una habilidad común y corriente, lo único que tiene de especial, es que, mientras este bajo una orden, nada ni nadie puede hacerle daño o como tú mismo lo viste, desactivar su poder —respondió el rojizo.

—Es una habilidad muy inusual —pronuncie algo sorprendido—, ¿Para qué me quieres? —pregunte.

—Antes de contestar a tu pregunta, yo quiero que respondas una —suspiro en lo que se acercaba a mí— ¿Qué tanto te importa Haru? —pregunto de manera seria.

—Más de lo que crees, ese pequeño es mi hijo y haría lo que fuera por verlo feliz siempre —respondí— ¿Qué pasa?

—Mori lo quiere en la mafia —se escuchó la dulce voz de Ozaki—, y para eso, le ordeno a todos sus subordinados que, si veían a Chuuya, lo mataran.

—Eso explica por qué lo dejo ir sin problema alguno —pronuncie.

—Si, en su plan esta quedarse con el pequeño Haru, luego usarlo para atraerte de vuelta a la mafia y por ultimo...

—Matarme —la interrumpí—, si ese es su plan, quiere decir que el poder que tiene Haru es mucho mayor que el nuestro.

—Así es, mi niño lindo tiene el poder de crear lo que quiera y de destruir todo a su paso —respondió Chuuya.

—Tiene dos poderes totalmente contrariados —me quede algo pensativo ante eso, un usuario con dos habilidades era algo inusual—, pero si lo analizamos, su poder real es el de crear.

—¿Por qué piensas eso? —pregunto Ozaki.

—El Arahabaki —murmuro Chuuya— desde que Haru nació, mi habilidad se debilito.

—De alguna manera, ese Dios que alberga Chuuya en su interior se mezcló con el ADN del pequeño Haru —dije en lo que daba un suspiro.

—La diferencia es que al parecer Haru si puede controlar ese poder destructivo —comento Ozaki.

—Eso no lo sabemos, el aún es un bebé y aun con estudios y exámenes es difícil de saberlo —con cuidado me acosté en aquella amplia cama—, pero aun si ese poder no lo puede controlar, el otro seguiría siendo una completa amenaza.

—Claro, al ser un poder de creación, pueden usarlo para crear armas mortales —murmuro la pelirroja.

—Por eso mismo quiero que acabemos con la Port Mafia —pronuncio decidido Chuuya.

—¿Estás seguro de eso? —le pregunte de manera seria.

—Sí, para mi primero está el bienestar de mi pequeño —respondió— además Ozaki y lagarto negro están de mi lado, ellos son las personas que más me importan.

—Bien, antes de decirles cual será el plan, necesito hablar con Chuuya a solas —pedí en lo que miraba a Ozaki.

—Siendo así, me voy a ver al pequeño Haru —pronuncio Kōyō en lo que salía de la habitación.

—¿Sobre qué tenemos que hablar? —pregunto el rojizo de manera seria.

—De muchas cosas —murmure en una leve sonrisa.

—Te escucho —dijo en lo que me miraba fijamente.

La verdad no sabía cómo iniciar aquella conversación, me molestaba bastante que ese pelirrojo causara eso en mí, que me pusiera a dudar y pensar más de la cuenta, porque sabía que, si decía una mala palabra o no me hacía entender, Chuuya, simplemente se molestaría más conmigo, y vaya que lo último que quería ahora era exactamente eso, causar que ese pelirrojo de ojos hermosos me odiara más de lo que ya lo hace.

Tome un poco de aire llenando así mis pulmones, para después dejarlo salir despacio por mi boca.

—Chuuya...

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Una Nueva Vida, Vivir Solo Para Ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora