Una Nueva Vida, Vivir Solo Para Ti.

13. La Verdad Es Rebelada.

—¡Maldición, ¿Dónde está Haru? —pregunte preocupado.

—Se lo llevaron —murmuro Juninchiro.

—¿Quién se lo llevo? —volví a cuestionar— ¿¡Qué diablos paso!?

—Salíamos del supermercado, cuando unos tipos nos atacaron, no les importo que hubiera civiles allí, solo empezaron a disparar como locos —comento la doctora.

—Ellos solo querían a Haru —pronuncio Tanizaki.

—¿Por qué mi bebé? —murmure— ¿Por qué no lo protegieron?

—Lo hicimos Chuuya, pero ellos eran más —se excusó Yosano— perdón.

—Su perdón no me devolverá a mi hijo —pronuncie molesto, iba a salir de aquella oficina cuando el líder me detuvo.

—Nuestra prioridad es traer de vuelta a Haru a casa, vamos a buscar en las cámaras de la ciudad, ustedes vayan a curar esas heridas, los demás vengan conmigo —ordeno el líder en lo que se adentraba a la sala de reuniones.

Junto con Atsushi, Rampo y Dazai seguimos al líder hasta aquella sala, allí ellos se sentaron mientras que yo caminaba de un lado para otro, estaba desesperado, mi bebé estaba en las manos de quien sabe quién.

—Chuuya cálmate —pronuncio Atsushi.

—¿¡Que me calme!? Unos tipos tienen a mi hijo y mientras nosotros estamos aquí perdiendo el tiempo, esos imbéciles que sabe que cosas le hacen a Haru y tú quieres que me calme.

—Chuuya, sino te calmas no podremos idear un plan para traer de vuelta al pequeño Haru —pronuncio el mayor de todos.

—Bien... —di un suspiro en lo que me sentaba en una de las sillas.

—Dazai —llamo el líder.

—Según los informes que tengo y la descripción que nos dio Naomi del hombre que se llevó al pequeño, este es el culpable —pronuncio seguro en lo que dejaba el expediente que horas atrás yo había visto sobre la mesa.

—Rampo, es tu turno —ordeno.

—Se dónde se encuentra, pero solo nosotros no podremos enfrentar a ese grupo —de manera seria hablo Rampo— necesitamos más gente.

—Chuuya y yo podemos encargarnos solos —pronuncio Dazai.

—Eso sería efectivo si fuéramos solo a eliminar la organización, pero esto es un rescate —le recordó Fukuzawa.

—Si necesitan más gente, se dónde conseguirla —hable decidido.

—No creo que quieran ayudarte así de fácil —comento aquel súper detective.

—Eso lo sé, pero estoy seguro que, aunque sea dos de ellos lo harán.

—¿Y si no lo hacen?, debemos conseguir gente de la que estemos seguros que irán.

—¡Maldición! —grite— ¿Qué diablos hacemos entonces?

—Por ahora nada —murmuro.

—¿¡Nada!? —cuestione— es mi hijo del que estamos hablando, bien, si no me quieren ayudar no hay problema, yo solo lo traeré de vuelta —pronuncie de manera seria saliendo de ese lugar.

Camine con dirección a la port mafia, estaba seguro que Ozaki me ayudaría, ella no me iba a dejar solo ¿cierto?

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Al ver como Chuuya salió de la agencia me quede algo pensativo, sabía muy bien lo impulsivo que podía llegar hacer, pero confiaba en que no hiciera alguna estupidez y pusiera la vida de él o del bebé en riesgo.

—Todos aquí estamos conscientes de quien hablaba Chuuya para que nos ayudara ¿no? —pronuncio nuestro líder.

—Supongo que de sus antiguos compañeros —respondió Kunikida en lo que se adentraba a la sala.

—Así es —suspiro— pero él fue desterrado, nadie querrá ayudarle, a menos que tu hagas algo —pronuncio Rampo en lo que me miraba fijamente.

—¿Yo? ¿Por qué? —le mire algo confundido.

—Me sorprende que no te hayas dado cuenta a estas alturas —pronuncio algo divertido.

—¿De que debía darme cuenta? —cuestione.

—Dazai, Haru es tu hijo —pronuncio mi subordinado— tu eres el papá del niño.

—Te equivocas —murmure— de serlo Chuuya me lo hubiera dicho ¿no?

—¿Por qué lo haría? Tú lo dejaste solo —respondió Rampo— ¿me equivoco?

No dije nada más, solo miré a Kunikida por un momento notando que este estaba más que molesto conmigo y no lo culpo.

—Dazai —me llamo Atsushi— sé que es difícil para usted enterarse de eso de esta manera, pero en este momento no importa sus problemas con Chuuya, quien importa ahora es Haru.

—¿Qué quieren que haga? —pregunte.

—Habla con Mori y pídele que te preste alguno de sus subordinados —ordeno Fukuzawa— cuando los tengas, ven inmediatamente para acá junto con Nakahara.

—Si señor —respondí en lo que salía de la agencia, luego hablaría con Atsushi, la prioridad ahora era Haru, mi hijo. 

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