Una Nueva Vida, Vivir Solo Para Ti.

5. UN RECUERDO FUGAS

La semana de descanso que me dieron había sido la mejor durante estos diez meses, el estar en aquella oficina de alguna manera me estresaba, verles la cara a ellos me enojaba y más cuando sin delicadeza o cortesía pedían algún "favor". ¿acaso nunca tuvieron un ayudante?, es obvio que no, esa oficina era un desastre cuando yo llegue.

Flashback

La ayuda de Kouyou había finalizado y con eso llego el desespero de encontrar un trabajo, necesitaba no solo pagar el alquiler del apartamento, sino que además tenía que darle de comer a mi bebe y sin contar la ropa y pañales que debía comprarle.

Visite muchos lugares en busca de algún trabajo, pero al no tener experiencia que pudiera comprobar, —no creo que poner asesino de la port mafia ayude— no me contrataban y mucho menos al ver a mi pequeño en brazos.

Otro mes más se cumplió y el dueño de la casa nos sacó de allí, resignado tomé a mi pequeño junto con su ropa y el único juguete que tenía, salí de aquel lugar sin ningún rumbo, no sabía qué hacer y eso me preocupada no podía quedarme en la calle y mucho menos con mi niño. Camine por horas buscando algún trabajo, no importaba en lo que fuera, pero nada, en ningún lado me dejaron trabajar.

Estaba ya seguro de que por esta vez dormiríamos en la calle, cuando me disponía a ir al parque a buscar algún lugar que nos cubriera del frio, me encontré con aquel hombre Fukuzawa líder de la Agencia Armada de Detectives.

—Buenas noches jovencito —saludo— ¿Qué hace un miembro de la mafia vagando a esta hora y con un niño en brazos?

—No sé qué le sorprende a esta hora es cuando más trabaja la mafia —conteste.

—Eso lo entiendo, pero… —se quedó mirándome de forma seria y amenazante— ahora se dedican a robar niños —pronuncio molesto.

—No, este pequeño es mío —contesté antes de que me atacara— tuve muchos inconvenientes y a la final fui desterrado de la mafia —suspire pesadamente— ahora solo busco un lugar donde dormir y que mi niño no aguante frio.

—Yo te podría dar un techo donde dormir —contesto— bajo tres condiciones

—No importa, desde que mi niño pueda dormir en un lugar calentito haré lo que sea —conteste animado.

—Bien, primero a partir de mañana trabajaras con nosotros, pero haciendo el aseo en la oficina, segundo, no lastimaras a ninguno de los miembros de la oficina y tercero y más importante me dejaras ver y cargar a tu bebe —dijo dejándome ligeramente en shock.

No tenía problemas con la parte de no hacerle daño a sus subordinados y mucho menos en que alzara a mi pequeño, pero si en la clase de trabajo que tendría que hacer, como era posible que el, conociendo mi habilidad me pusiera a trabajar como su mucama.

—Entonces Chuuya ¿Aceptas? —pregunto— por supuesto, tendrás un techo donde vivir y te pagare por tu trabajo.

—Está bien —acepte, si mi pequeño tenía un lugar calentito y yo tendría como darle de comer, sería más que feliz.

—Entonces vamos —pronuncio en lo que estiraba los brazos.

—Ten cuidado —dije y le entregué a mi pequeño.

Al tenerlo en brazos lo miro haciendo una pequeña expresión de sorpresa, dirigió su mirada de nuevo a mí y sonrió levemente. No dijo nada durante el camino solo se dedicó a llevar a mi niño mientras lo consentía.

—Llegamos —pronuncio frente a un edificio de apartamentos, no era lindo he de decir, pero, aunque sea se veía acogedor.

—Muchas gracias —agradecí en lo que volvía a tomar a mi pequeño en brazos.

—Tu cuarto será el último de la última planta —dijo en lo que me entregaba las llaves.

Me despedí cortésmente de aquel señor, no sin antes volverle agradecer, con mi bebe en brazos me dirigí aquel apartamento, al momento de entrar me sentí aliviado y feliz, si, aquel lugar era pequeño, pero eso ahora no me importaba en lo absoluto, dejé a mi bebe en la cama en lo que fui al baño a listar el agua para bañarlo.

Ya con mi bebe bañado y alimentado me acosté a su lado a descansar, debía ir a trabajar al siguiente día, no podía perder aquel techo para mi bebe.

Fin del flashback

Aquel hombre ha sido muy amable conmigo, gracias a él, he tenido un lugar cómodo para mi bebe, que poco a poco va creciendo haciéndose cada vez más hermoso, ver su sonrisa es lo que me anima día a día, lo que me da fuerza para aguantar cada palabra de aquellos que se cree mis jefes.

Haru, mi niño bello, la razón de mi felicidad, por ti y solo por ti seguiré luchando para darte todas aquellas cosas que yo nunca tuve, no hablo de lo material, hablo de lo intangible de aquello que no podemos ver, pero que sabemos está allí, el amor, la felicidad, la amistad… etc.

Quiero que seas un hombre de bien, que llegues lejos, que te enamores y triunfes en él, pedir que no sufras sería absurdo, solo puedo pedir que nunca olvides que yo estaré siempre para ti.

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