Una Nueva Vida, Vivir Solo Para Ti.

26. DEVUELTA A LA REALIDAD.

—¿Dazai? ¿Qué haces aquí? —me pregunto Oda.

—¿Qué es esa pregunta? Siempre nos vemos aquí —respondí algo ofuscado en lo que tomaba asiento.

—Tu no perteneces a este lugar —pronuncio en lo que le daba un sorbo a su bebida.

—¿Qué hice para que no quieras estar conmigo? —pregunte de manera seria, la verdad me dolía un poco la forma con la que me estaba tratando.

—¿Olvidaste que estoy muerto? —pregunto, y sentí como me quedaba sin respiración, llegando a mi mente una a una esas imágenes tristes y dolorosas.

—¿Por qué? —murmure.

—Solo vuelve donde perteneces —pidió—, aun debes ver crecer a tu hijo, cuídalo y si en verdad quieres a ese pelirrojo orgulloso, gánate su confianza de nuevo y no lo dejes solo en un momento tan difícil como el que está pasando.

—¿Qué paso con Chuuya? —pregunte, pero el llanto de un bebé me devolvió al lugar donde pertenecía, los labios de mi amigo se movieron, pero no pude escuchar nada, el techo blanco de aquella oficina donde trabajaba fue todo lo que vi, y aquel llanto llamo de nuevo mi atención—, ¿Haru? —murmuré.

—Por fin despiertas —suspiro Kunikida—, si ya estás bien, calla a tu hijo ninguno ha podido calmarlo y ya nos tiene con dolor de cabeza —pronuncio.

Con cuidado me puse en pie, aun me sentía algo mareado por lo que me senté de nuevo en aquel sillón —Creo que el jefe uso más fuerza de lo que debía —pronuncie en lo que cogía mi cabeza.

—Dazai, me alegra que ya estés bien —dijo Atsushi en lo que cargaba al pequeño Haru— ¿podrías ayudarme con él? —pregunto.

—Claro —sonriendo levemente tome a mi pequeño niño en brazos, su llanto era muy intenso, le arrulle suavemente—, ya mi niño lindo, papi está aquí y no te dejara —susurre con cariño logrando que su llanto se apaciguara un poco.

—Sí que te volviste bueno —murmuro Rampo en lo que se sentaba a mi lado—, ¿Por qué no has preguntado por el? —cuestiono.

—Yo... la verdad tengo miedo —susurre en lo que veía como aquel pequeño castaño rojizo, se quedaba dormido en mis brazos.

—Yosano lo está atendiendo, su estado es algo grave, ella no podrá hacer mucho, solo estabilizarlo el resto dependerá de él —pronuncio—, pero sabemos que él es fuerte, después de todo nos aguantó más de un año, y tu mejor que nadie conoce lo grande que es su orgullo.

—Solo nos soportó por Haru —murmure.

—Por esa misma razón sabemos que estará bien en poco tiempo —con cuidado Yosano se puso en frente mío—, Dazai, es hora de que nos digas ¿Qué estaban pensando cuando planearon todo eso?

—La verdad, yo pensaba en Haru y Chuuya, quería su libertad —sonreí levemente—, pero ese tonto cambio los planes a última hora.

—De no hacerlo tu estarías muerto —suspiro Rampo—, ¿te das cuentas que tu plan estaba mal en algunos puntos?

—Desde que lo planee sabia las consecuencias, pero nunca me imaginé que Chuuya se daría cuenta de ello.

—Él no es tan tonto como crees, vamos Dazai fueron más que compañeros en aquel entonces —suspiro—, era lógico que se daría cuenta o al menos lo intuyo.

—Es increíble que, dentro de tu plan, no predijeras eso —comento la doctora.

—Bueno, en medio de ese absurdo plan estaba Haru, y lo último que queríamos era que le pasara algo.