El fin de semana había llegado y estábamos emocionados por la actividad en la playa. Josh conducía su auto con entusiasmo, mientras Katie iba de copiloto, cantando alegremente junto a la música que sonaba a todo volumen. Mike y yo nos acomodamos en la parte de atrás, disfrutando del ambiente festivo.
A medida que avanzábamos por el camino, el paisaje cambiaba gradualmente. Dejábamos atrás los edificios y las calles concurridas de la ciudad, adentrándonos en una ruta rodeada de exuberante vegetación. El sol brillaba en el cielo despejado, prometiendo un día perfecto en la playa.
—¿Qué tal va el viaje? —preguntó Katie, elevando la voz para hacerse escuchar sobre la música estridente.
—¡Increíble! —respondí emocionada—. Estoy ansiosa por llegar y disfrutar del sol y el mar.
Katie sacó unas cervezas frías de una neverita que habíamos traído y nos las entregó a Mike y a mí. El frescor de la lata en mis manos era reconfortante, y el sonido del chasquido al abrirla aumentó mi anticipación.
—¿Por qué no vino Frederick con nosotros? —inquirió Katie, mirando a Mike con curiosidad.
Mike carraspeó ligeramente, pareciendo un poco incómodo ante la pregunta.
—No estoy seguro, no me lo comentó. Tal vez lo veamos allá, quién sabe.
Guardamos silencio por un momento, disfrutando del viaje y de nuestras cervezas. Josh seguía cantando a todo pulmón, sin preocuparse por las quejas que le habíamos hecho sobre el volumen de la música.
Después de un rato, finalmente llegamos a la playa. Desde lejos, pude divisar grupos de amigos riendo y disfrutando del sol, surfistas deslizándose sobre las olas y chicas luciendo sus coloridos trajes de baño de diferentes colores y diseños, exhibiendo con confianza sus cuerpos.
Por mi parte, Mi traje de baño era un bikini de dos piezas que irradiaba diversión y estilo. El top era de estilo bandeau, con un estampado tropical en tonos vivos como el amarillo y el verde. Los colores vibrantes resaltaban mi bronceado y añadían un toque de alegría a mi look playero.
La parte inferior del bikini era un clásico bikini de corte bajo. Tenía un estampado de rayas en tonos azules y blancos, que evocaba la frescura del océano. El corte favorecía mis curvas y me permitía moverme con comodidad mientras disfrutaba del sol y las olas.
El material del traje de baño era suave y elástico, abrazando mi cuerpo de forma perfecta. Me sentía segura y cómoda, sabiendo que el bikini se mantendría en su lugar sin importar las actividades que realizara en la playa.
No me sentía incómoda en absoluto al lucir mi traje de baño en público. No era de las chicas que se comparaban con cuerpos perfectos y se sentían inferiores. Al contrario, tenía una mentalidad que valoraba la belleza única de cada persona.
Entendía que la belleza no se limitaba a un estándar específico, sino que se manifestaba de diversas formas. Yo me sentía hermosa a mi manera, con mis curvas y peculiaridades. Amaba mi cuerpo tal como era y no permitía que los complejos me afectaran.
Katie y Josh comenzaron una competencia divertida para ver quién llegaba primero al agua, corriendo y empujándose entre sí como niños jugando. Mientras tanto, yo buscaba a Demir con la mirada, pero no lograba encontrarlo entre la multitud.
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Enamorada Del Gay
Roman d'amourKriss se ve envuelta en un torbellino emocional al descubrir que su enamoramiento, Mike, es gay. Cuando conoce a Demir, un chico enigmático con una vida marcada por la culpa, Kriss se ve obligada a cuestionar sus propios sentimientos. ¿Permanecerá a...