Enamorada Del Gay

Cap. 16 "Cielo nocturno"

Creo que este es el capítulo más largo que he escrito hasta ahora. ¡Disfruten! ♡

Al despertar, me encontré en una habitación desconocida. La luz del sol se filtraba por las cortinas, iluminando la habitación de manera cálida. Me incorporé lentamente, tratando de recordar cómo había llegado allí.

Recordé la fiesta en la playa y el alcohol. Demir me había llevado a esta cabaña y Evelyn me había ayudado a ducharme. ¿Qué había pasado después?

Me levanté de la cama y salí de la habitación, buscando respuestas. Al bajar las escaleras, encontré a Demir y Evelyn junto con Mike, Katie y Josh en el comedor, conversando mientras desayunaban.

—¡Hola! —saludé, tratando de ocultar mi confusión—. ¿Qué pasó anoche?

Demir me miró con una mezcla de preocupación y alivio.

—Te embriagaste demasiado y no estabas en condiciones de regresar a casa. Así que decidí traerte aquí para que descansaras —explicó, con voz suave y calmada.

Evelyn asintió, agregando:

—Te ayudé a ducharte y te dejé descansar. Parecías agotada.

Agradecí su amabilidad, aunque aún me sentía un poco avergonzada por mi comportamiento de la noche anterior.

—Lo siento si causé algún problema —dije, sintiendo la necesidad de disculparme.

Demir sonrió suavemente y se acercó a mí.

—No te preocupes, todos tenemos noches así. Lo importante es que estás bien ahora.

Asentí, sintiendo un poco de alivio. Aunque aún había muchas preguntas sin respuesta.

—¿Te sientes mejor? —pronunció Katie desde donde estaba, con una sonrisa de complicidad en su rostro.

Tomé asiento al lado de Mike, quien tenía una bolsa térmica en la cabeza para aliviar el dolor. —La cabeza me explotará —se quejó, con una expresión de sufrimiento evidente.

—Te dije que no bebieras tanto —comentó Josh, con un tono de advertencia mezclado con un poco de diversión—. Parece que tu resistencia al alcohol es bastante baja.

Mike levantó la mirada y lo miró con una mezcla de molestia y resignación. —Bueno, supongo que no todos somos tan resistentes como ustedes dos —respondió, señalando a Josh y a Katie, quienes lucían frescos y sin rastro de resaca.

Katie soltó una risa suave y asintió.

—Sí, Josh y yo hemos tenido nuestras noches de fiesta y hemos aprendido a lidiar con las consecuencias al día siguiente. Es cuestión de experiencia y saber cómo cuidarse.

Josh asintió en acuerdo.

—Exactamente. Aprendes a tomar agua entre tragos, a descansar lo suficiente y a tener algunos trucos bajo la manga para aliviar la resaca. Es todo un arte.

—¿Y qué hay de ti?— esta vez, Mike señaló a Demir—. Para haber estado celebrando tu victoria, me sorprende que no te hayas embriagado.

—Ya no tomo en exceso—. su mente parecía estar un momento en otro lugar, pero se recompuso inmediatamente—. Terminemos de desayunar.

Hicimos caso y continuamos disfrutando del delicioso desayuno que  habían preparado para nosotros. Luego de terminar, Evelyn se disculpó, después de recibir una llamada, diciendo que debía volver a casa y se despidió de nosotros antes de irse.

—¿Vive cerca de aquí?— pregunté a Demir, tratando de ocultar mi inquietud—. ¿Por qué no la acompañas hasta su casa?

Demir asintió, mostrando su confianza en la situación. Su cabello corto y oscuro enmarcaba su rostro de rasgos fuertes, y su sonrisa amable transmitía tranquilidad.