Outcast - [CHEOLSOO] -

Capítulo 13: Closer.

Jisoo no paraba de cada tanto echarle un vistazo a la puerta. Específicamente los días en los que comparte clase con Seungcheol son los lunes, miércoles y viernes. Pareciera que a la mayoría de los escolares el lunes es el día más abatido pero, para Jisoo, es el que más anhelaba llegar. En su principio porque los fines de semana no tiene mucho hacer. Se le es aburrido estar sólo y sin nada que hacer en su vivienda. Por ello mismo, aprecia y espera con paciencia lo días hábiles. Le hace el feo a los viernes porque es la entrada de dos días en los que no tiene mucho qué hacer y se cansa de sí mismo. Sin embargo, ya no más. Ahora que podría ver a Choi Seungcheol más a menudo, prosperaba más los lunes y dejó a los viernes en paz.

A veces tenía un debate interno entre saludarlo cuando entrase al salón o no. Y siempre acababa con que nunca lo hacía. Estaba completamente lleno y satisfecho con poder verlo entrar (a su defecto, es que siempre éste llegaba muy tarde).

A prórroga del profesor, (Jisoo usualmente a todo y para todo llega antes o a la hora) siempre se sacaba un nuevo libro en la espera. No obstante, su atención iba en una plana de: Leer, terminar el párrafo, ver la puerta.

Llegó.

De echo, hizo presencia más temprano de lo usual. Quizá y tomó bajo cuenta las advertencias del profesor de que pasaba los minutos de tolerancia. Todavía y la mayoría de los que toman la clase no habían llegado. Lo observó unos segundos y regresó su atención a la lectura. Seokmin una vez le dijo que observaba a la gente más de los normal, como si los estuviese estudiando y hay probabilidad que les hacía sentir incomodidad.

Una silla se jaló a un lado suyo. Por la mochila colocada en la mesa y por el aroma, todos sus sentidos le reclamaron que obviamente era Seungcheol. Cabe mencionar que las mesas universitarias de la institución son de doble o triple asiento, compartidas. Así que cuando decía que alguien estaba a un lado suyo, realmente lo está.

No pudo evitar no echarle un pequeño, pequeño vistazo. Algo que hizo que, como un imán, chocaran.

—¿Qué? ¿No me puedo sentar aquí?— Seungcheol se cruzaba de brazos y se recargaba en el respaldo en una posición muy cómoda y de “no pienso moverme”.

Jisoo ladeó la cabeza rápidamente.

Giró un poco la cabeza a los alrededores del salón. El lugar que usualmente ocupaba Seungcheol estaba en uso de otra persona (lo cual, cierta parte de él agradeció un poco), pero, podría contar tan sólo unos diez presentes más. O sea, el salón no estaba en su totalidad todavía y por consiguiente, una variedad más por dónde escoger de asientos disponibles. ¿Por qué ese lugar?  Recalcando el hecho de que Jisoo le gusta prestar atención en la clase y por ello, no se sienta tan atrás. Que es lo que más le gusta a Seungcheol. Tal vez tomó la iniciativa de darle su debida importancia. Le parpadeó un poco a su libro. Había estado leyendo toda la página pero ni se inmutó un poco en la lectura, leía por leer, su mente estaba en otros asuntos. Sacudió la cabeza en deseo de que se fueran también los pensamientos dirigidos a la persona a un lado suyo. ¿Cómo, tan siquiera, va a poner atención en la clase si ya está echo un lío de ansias?
Cuando el profesor saludó sacó un gran alivio, ya tenía en que centrarse y no poner suma atención en Seungcheol. Pero no fue así.

Como cuando ya comenzaba a olvidarse de ello, y de repente, las rodillas de ambos chocaron por debajo de la mesa. Jisoo la retiró de un jalón. También cuando comenzaron a escribir, Jisoo es ambidiestro y prefiere utilizar su mano zurda, pero inmediatamente la cambió luego de que los codos de ambos se encontraran. ¿Por qué con el simple hecho de estar sentado a lado de alguien hace las cosas tres veces más difíciles? Ni se diga el asunto de la pluma. Jisoo y sus manos de mantequilla haciendo que su bolígrafo favorito descendiera hasta el suelo, específicamente entre el espacio vacío entre uno y el otro.
Tendría que hacer una pose inhumana si tratase de alcanzarla con la pierna. Así que dejó las cosas como estaban, la recogería después.