Capítulo 23: "Errores del pasado, lecciones del futuro"

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- Marina: ¿Por qué no?

En ese momento Marina se acercó a Stuart y sin que él lo esperase, le robó un beso, quizás parecido al beso que le robó André hace un año atrás, justo después de aceptar su propuesta de noviazgo. Pero esta vez ella sintió algo especial, algo que con André no llegó a sentir. Quizás era por la confianza que le tenía a Stuart, a aquel chico que en alguna oportunidad le había parecido insignificante hoy día se acababa de convertir en algo importante para ella. Ambos decidieron regresar a San Isidro, por lo cual se retiraron del lugar agarrados fuertemente de las manos. Ambos se tomaron una foto y la pusieron en sus días de Messenger y en el grupo de los chicos del club.

Paralelamente, Sebastián reconoció inmediatamente la voz de quien lo llamaba y volteó, tratando de disimular su miedo. Antes de poder decir una palabra, André lo empujo, provocando la abrupta caída del moreno-

- André: Eres un imbécil, quien m****a te has creído para meterme preso –dijo mientras pateaba a Sebastián, quien se encontraba tirado en el piso

- Sebastián: Yo no hice nada –respondió manifestando ya su miedo.

- André: ¿Gracioso te crees, no? –dijo irónico- entonces ¿quién crees que haya sido el imbécil que pudo haberme denunciado?

- Sebastián: No sé –dijo tratando de liberarse de los golpes de André.

En esos momentos, André hizo como una especie de chasquido con sus dedos. Inmediatamente, aparecieron cinco chicos que Sebastián ya conocía de antes. Todos se encontraban con la misma ropa. La calle se encontraba casi vacía, por lo cual André consideró que era el momento perfecto para vengarse de su primo"traidor". Entonces Sebastián trató de pararse pero esto fue detectado por los chicos quiénes lo detuvieron y que, al reconocer un gesto de André con las manos, comenzaron a golpearlo.

- André: Golpéenlo hasta que tenga el valor de decir la verdad –ordenó André, quien se encontraba grabando todo el ataque hacia su primo.

Luego de un buen rato, la resistencia de Sebastián se acabó.

- Sebastián: ¡Yo no tengo nada que ver! –gritó con todas sus fuerzas.

- André: Bueno, déjenlo –dijo mientras el resto de los chicos lo soltaron.

Sebastián había quedado bastante herido producto de los golpes de André y sus amigos.

- André: ¿Quieres saber cómo salí de ese lugar asqueroso?

- Sebastián: Si –dijo con la poca fuerza que le quedaba y el dolor producto de los golpes.

- André: Muy bien.

"50 minutos antes"

El padre de André había llegado a la prisión donde se encontraba su hijo, ya había pasado unas doce horas desde su captura en la fiesta clandestina. El resto de los chicos, por lo visto, estaban en otras celdas.

- André: Padre, gracias por venir.

- Ignacio: Eres un imbécil –respondió con una voz fuerte- a quién se le ocurre hacer una estupidez como esta.

- André: Lo siento, padre. No pensé que esto pasaría –dijo bajando su mirada.

- Ignacio: Nunca te pones a pensar –dijo manteniendo su molestia–parece que tienes 18 por las puras.

- André: Bueno, quisiera que...

- Ignacio: Te ayude, ¿verdad?

- André: Sí. Tú sabes que...

El club de los corazones solitarios (#Carrotawards2018)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora