Capítulo 4: Despedida

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Apenas observo aquella sombra dirigirse hacia mi habitación, bajo tan rápido como puedo y siento el aire de nuevo en mis pulmones cuando me encuentro en el último escalón, camino como puedo ya que el temblor en mis piernas no ha desaparecido y es cuando encuentro a mi madre, apenas me mira se acerca corriendo hacia mi y maldigo internamente por ello

—Hope, ¿Qué tienes?— apenas acierto en mover mi mano para restarle importancia pues no estoy segura de si me es imposible hablar con naturalidad, ella me ayuda a sentarme y me mira esperando una respuesta convincente

—Tranquila, solo que casi resbalo en las escaleras— veo como lleva su mano a su pecho y entiendo que mi madre necesita paz y tranquilidad y yo solo le provocó incertidumbre y estrés

—¿Cómo quieres que esté tranquila Hope?—bufo molesta e intento no mirarla para no explotar, estoy tan cansada de esto, de ser una carga toda mi vida

—Ya es un hecho mamá, tengo que ir allá fuera por mi cuenta, ambas necesitamos que yo crezca, debes dejarme hacerlo—ella baja la mirada y sale deprisa hacia la cocina, me siento mal por ello, pero sé que esto es necesario. Me levanto después de pensarlo lo suficiente y la encuentro llorando cerca de la estufa, no se como diablos siempre hago esto, me es tan fácil alejar a las personas que quiero, que he pensado que quizás esa es la manera en que puedo demostrar que las amo, así las cuido

—Lo siento mamá— la abrazo fuerte y ella sujeta mis manos

—Se que es así y que tienes derecho a irte, tengo que aceptar que no eres ya mi niña pequeña— limpia sus lágrimas y me mira con una sonrisa tierna, la veo servirme un plato de comida y sonrió, no tiene idea de cuánto la amo

—Tengo que ir a surtir la despensa, intentaré no tardar— besa mi frente y la veo tomar sus llaves, apenas cierra la puerta puedo sentir el ambiente completamente diferente. Me quedo ahí en la mesa solo mirando mi plato vacío, mi mente divaga y me es imposible controlar todos aquellos pensamientos que rondan en mi cabeza, cuando escucho lo que parece ser aquella voz de mis pesadillas

—Hope— me estremezco por completo cuando la escucho con total claridad y me pongo de pie, miro hacia todos lados más alerta que asustada

—¿Quién demonios eres?— pregunto y recorro toda la zona de abajo, pero es inútil, no parece haber señal de nadie, apenas llegó a la puerta principal me aseguro de que esté bien cerrada y cuando me giro para dirigirme a mi habitación tres malditos golpes se escuchan detrás de mi, espero unos segundos intentando no entrar en pánico, pero me tranquilizo al ya no escuchar absolutamente nada, no intento ni siquiera voltear a ver aquella puerta y subo decidida aquellos escalones que de pronto se vuelven interminables, pero cuando voy a medio camino los golpes se repiten, bufo molesta e irritada y me giro bajando deprisa, abro con brusquedad aquella puerta y el aire helado es lo único que recibo

—Váyanse al carajo—digo furiosa y cierro la puerta, llevo mis manos hasta mi cabeza jalando mi cabello hacia atrás y respiró intentando tranquilizarme

—¿Qué demonios me está sucediendo?—susurro y esta vez subo la escalera sin problemas, giró la perilla de mi habitación una y otra vez pero parece haberse trabado, forcejeo con ella mientras siento mi rostro calentarse y maldigo nuevamente, hago mis manos puño y comienzo a golpear la puerta hasta cansarme, me dejo caer de espaldas después de varios minutos, ahora mis manos se encuentran enrojecidas y escucho como el seguro es quitado desde adentro

—¿Qué?— digo aquello incrédula y entro a mi habitación mirando hacia todas partes, todo parece encontrarse normal, con la excepción de mi diario tirado cerca de la ventana, lo levanto y echo un vistazo hacia afuera antes de cerrarla. Lo hojeo como si esperara que hubiese algo escrito y terminó por aventarlo a mi cama, me acerco de nuevo a la ventana y estoy segura de que lloverá en cuestión de minutos y mi madre no ha regresado y entonces me paralizo al ver como alguien ha salido de mi habitación, corro intentando alcanzarlo pero solo soy capaz de escuchar sus pisadas, es entonces que me detengo, ¿qué demonios hago?, ¿cómo se me ocurre seguirlo? regreso de prisa a mi habitación y cierro la puerta con seguro, me cubro con mi sabana y solo soy capaz de escuchar mi respiración agitada. El crujido de la puerta siendo abierta me hace sentir un frío que rápidamente abraza mi cuerpo, mi piel se eriza y me abrazo a mi misma como único recurso para calentarme y lo veo, aquella figura camina hacia donde me encuentro, un nudo en mi garganta me impide gritar y entonces se sube a la cama, esta se hunde con su peso y se que es real, no me permito parpadear, no respiro, solo veo una de sus manos acercarse a mi rostro y jala la sabana, mi corazón se detiene y la oscuridad me invade, pero ya es demasiado tarde para apartar la vista, sus ojos profundos color esmeralda me hacen perderme en ellos y puedo sentir como mi cuerpo intenta acercarse a él, siento su respiración cerca de mis labios cuando la voz de mi madre me lleva de nuevo a la luz

Mi Propio Demonio (+18) |Harry Styles|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora