Mi Propio Demonio (+18) |Harry Styles|

Capítulo 19: Confesión

Aquel dolor incesante y ardiente en mi mano provoca que mis ojos se abran, me remuevo confundida y aturdida sobre la cama, toco mi frente para quitar el sudor que se encuentra ahí y cuando me incorporo para sentarme me percato de aquellas pupilas penetrantes que me observan con cautela desde la esquina de la habitación

—Supongo que el dolor te ha despertado—lo observo como si fuera la primera vez que lo veo, su mirada es distinta, su postura lo hace ver aún más grande y por el tono de su voz se que se encuentra realmente molesto, la vergüenza se apodera de mí e intento llegar a él, pero se acerca para que no lo haga, no puedo ni siquiera mirarlo a los ojos y cuando tomo su mano la sensación helada que me transmite su contacto me llena de vagos recuerdos de lo sucedido hace un par de horas, es como una cinta en mi cabeza que se repite una y otra vez atormentándome sin dejarme descansar.

Suspiro profundo ahogando un lamentable llanto, no una sino dos veces lo intentó mirar de nuevo a los ojos, pero es inútil, ni siquiera soy capaz de pronunciar palabra alguna, estoy harta, me siento asfixiada y el odio que siento solo me carcome por dentro, así que finalmente se que es el momento de hacerlo

—Tengo que contarte algo que he cargado por mucho tiempo Harry— le digo justo en el momento en que se sienta en la cama y aprieto los puños pensando en que tal vez hoy termine todo

—Y yo necesito escucharte— su contestación es tajante y fría. Pienso tantas formas en como decirlo, pero cada una es tan dolorosa y humillante como la otra, ¿cómo decirle al amor de tu vida que estás así de rota? ¿cómo decirle que mi tío me violo? ¿cómo hacerlo sin que me deje de mirar como siempre lo ha hecho?

—Está bien Hope— toma mi mano y suspiro intentando ser lo suficientemente fuerte, estoy cansada de ser tan débil

—Él— mi corazón se acelera, mi estómago duele y Harry no quita la vista de mí, lo cual de cierta manera me obliga a continuar

—Mi tío—ya es tarde, con solo aquella palabra las lágrimas que salen de mis ojos son imparables, Harry se acerca un poco más, pero lo aparto casi de inmediato, no dejo que siquiera me toque, se que debo hacerlo, debo decírselo a alguien y ya he decidido que será a él, así que levanto mi vista hasta verlo directo a los ojos y con aquel dolor punzante en el pecho finalmente dejo que aquella carga salga del lugar más profundo y triste de mi ser

—El me violo Harry— tapo mi rostro avergonzada al no poder soportarlo, dejo que el llanto desgarre mi garganta y que todo el peso se desvanezca con mis lágrimas, justo en este momento quisiera que la tierra se abriera y un pozo me tragara para jamás volver a aparecer, para que el dolor no me lastime como lo hace ahora

—Ya está muerto—su voz sale en un especie de susurro perverso e intento mirarlo, pero no es más que una sombra borrosa, de nuevo no parece ser él y temo que cometa una locura, mi cabeza se vuelve un torbellino de emociones, pero para mi sorpresa, Harry se acerca a mí tomándome entre sus brazos antes de desmoronarme en mil pedazos, él me sujeta con fuerza para no romperme más y es aquel abrazo el que me permite salir de aquella oscuridad en la que permanecí por años, Harry se vuelve mi todo.

Susurro su nombre mientras intento concentrarme en el latido desbocado de su corazón, se que está furioso y aunque eso me aterra porque se de lo que sería capaz, aun así no me suelta, permanece a mi lado porque sabe que lo que más necesito ahora es su apoyo y seguridad, no venganza

—Te juro Hope, que ese cerdo jamás— lo veo apretar su mandíbula con tanta fuerza que me da miedo que se lastime y sin querer tengo que separarme de él, pues su cuerpo pareciera estar envuelto en llamas justo ahora

—Jamás te hará daño de nuevo— besa mi frente y me jala de nuevo hacia él, nos quedamos unidos sin ser conscientes del tiempo, él me acaricia tiernamente y besa mis manos de vez en cuando, es como si curara la herida que he abierto hace un par de minutos, Harry me acompaña en silencio y eso es realmente suficiente, no hace falta decir más y ambos lo sabemos