Mi Propio Demonio (+18) |Harry Styles|

Capítulo 8: Es por él

—¿Es por él que no quieres estar conmigo?— aquella pregunta me provoca reír y niego

—¿Te estas escuchando James?, porque yo solo estoy escuchando estupideces de tu boca—me mira confundido e intenta jalarme hacia él

—Suéltame— me safo de su agarre y la molestia que siento intenta superarme

—Primero, puedo estar con la persona que me plazca, cuando quiera, como quiera y donde quiera, segundo, tienes novia y tercero, no me interesa nada de ti, más que tu amistad— tiro todo aquello a su rostro sin una pizca de piedad

—No sabes cuánto me lastimas—veo como sus ojos se humedecen y da un paso más hacia mi, por un momento me siento una persona horrible con el

—También siento hacer esto—se abalanza sobre mí sujetándome hábilmente de la cintura y plasmando sus labios sobre los míos, apenas reacciono lo muerdo y lo empujo lejos de mi

—Jamás vuelvas a hacerlo— grito con fuerza y ambos nos agachamos al escuchar un estruendo de algo estrellándose

—Lo siento Hope, pero no me rendiré— lo veo irse finalmente y me siento de nuevo sobre aquella banca, el aire remueve mi cabello y observo como la luz del sol se desvanece para darle la bienvenida a la oscuridad de la noche

—Que lastima—aquella voz me hace girar y ver aquella mujer de cabello negro

—¿Disculpa? — ella niega con la cabeza y cruza sus largas piernas

—El era un buen hombre, pero ya has caído en las garras de tu visitante— sus palabras me desconciertan por completo y me pongo de pie queriendo acercarme a ella

—El solo será tu perdición Hope, pero eso muy en el fondo lo sabes— la veo mirar hacia mi habitación y también lo hago, retrocedo casi al instante al mirar una sombra observándonos y me percato de que aquella mujer a desaparecido, mi respiración se vuelve se entrecorta y corro hacia mi casa, me detengo al ver unos vidrios tirados en la entrada y abro finalmente la puerta corriendo directo a mi habitación

—Hope —escucho aquel grito y caigo de rodillas

—¡Ay por Dios! — susurro y veo a la abuela y a mi madre entrar

—¿Qué sucedió aquí? — la abuela pregunta sorprendida y la voz de mi cabeza lo grita 'fue el, te veía desde la ventana'

—Hay que levantar esto y llamar a la policía, no sabemos quién hizo esto— la abuela sugiere y el nerviosismo se apodera de mí tan rápido que me siento culpable

—Tal vez algún niño lanzo algo, no creo que falte algo— las dos me observan mientras trato de ser convincente y creer mis propias palabras

—Cierto, bueno hay que recoger esto— las veo a las dos bajar por cosas para recoger este desastre y cierro la puerta molesta

—¿Por qué lo hiciste? — le grito a la nada y me siento estúpida por ello

—Eres un maldito cobarde— escupo con coraje y limpio aquella lágrima traicionera que escurre por mi mejilla...

Después de recoger el desastre bajo a la cocina y me siento a comer lo primero que encuentro, ya he olvidado cuando fue la última vez que probé bocado así que como hasta reventar.

Los días han pasado más rápido de lo que recuerdo y todo ha sido como solía ser antes después de lo ocurrido en mi habitación, mi madre y la abuela están juntas la mayor parte del tiempo y he comenzado a ver la sonrisa de mi madre mas seguido, parece que las cosas se han acomodado finalmente y hay paz después de la tormenta. Soy consciente de que han pasado dos semanas desde que no se mas de él, su presencia se ha esfumado y aunque intento negarlo no hago más que pensar en él todo el tiempo y en parte me odio por eso.

—Hija— la voz de mi madre me obliga a quitarme de aquella ventana y salir de mi tan enredada mente

—Ya arréglate, no querrás llegar tarde a tu vuelo—la abrazo en el instante en que dice aquellas palabras, no quiero irme, no quiero estar lejos de ella, no quiero estar sola, pero sé que tampoco puedo seguir aquí

—Hope— me llama por mi nombre y beso su mejilla separándome de ella

—Está bien, no tengo opción, ¿cierto? — la veo y asiento. Ella sale de la habitación y escojo algo diferente a lo que suelo usar, quiero reinventarme, ser una mujer diferente, quiero ser quien soy por primera vez en la vida sin sentir miedo o temor al qué dirán. Finalmente me miro una vez más en el espejo y salgo con mi maleta por un nuevo comienzo.

—Ten mucho cuidado Hope, no confíes en nadie y mantente fuerte como lo has hecho hasta ahora, sé que podrás afrontar cualquier cosa que pase en tu vida. Solo confía en ti y podrás ver quien eres realmente— besa mi mejilla tiernamente, pero yo solo sonrío intentando digerir sus palabras

—Hija cuídate mucho, toma la tarjeta que te dejó tu padre y llámanos en cualquier momento, a cualquier hora que lo desees— suspiro e intento contener las lágrimas

—Gracias mamá, te amo y cualquier cosa por favor me avisan, llegando allá les mandaré la dirección del lugar donde me quedaré—la abrazo y me separo de ella para abrazar también a la abuela, camino lejos de ellas y les digo finalmente adiós.

Una vez que me siento en mi lugar en el avión, una sensación extraña en mi pecho me aborda y tengo que colocar mi mano sobre mi corazón, comienzo a hacer ejercicios de respiración para tranquilizarme pero es inútil, hasta que veo a aquel hombre sentarse a mi lado

—Creo que seremos compañeros—su voz me hace olvidar por completo aquella sensación extraña y ahora toda mi atención se encuentra en él

—¿Viaje de placer?— sonríe y me siento completamente hipnotizada, sus ojos brillan con luz propia y sin poder evitarlo me dejo envolver en el verde de su mirada, soy incapaz de pensar en algo coherente que pueda salir de mi boca

—Supongo que si— apenas sale mi voz y quisiera golpearme por ello, ahora se que mis mejillas se encuentran enrojecidas y ahora el sabrá que me encuentro completamente nerviosa

—Eso es genial— lo veo extender su mano colocándola a centímetros de la mía y me es imposible no ver los tatuajes plasmados sobre su piel, como quisiera poder tocarlos

—¿Es tu primer vuelo?— agradezco que siga interesado en mi y sonrío inconscientemente, es entonces que nuestras miradas se vuelven a conectar y el tiempo parece volver a detenerse, en verdad me es imposible dejar de mirarlo, es extraño, misterioso, un tanto atemorizante y sobra decir que es hermoso, es por completo una combinación peligrosa y excitante al mismo tiempo

—Algo así, aunque — me detengo justo cuando aquel brillo cubre sus ojos, mi ceño se frunce y mi mente divaga

—Aunque— repite de nuevo y una sonrisa de lado se dibuja en su rostro, su voz finalmente lo ha delatado, es él, es el hombre de mis sueños y de mis pesadillas, es aquella sombra que me persigue y ahora puedo verlo justo enfrente de mi

—¿Sucede algo señorita? — dice aquello aún con esa hermosa sonrisa y me acerco sin su consentimiento a él, no se mueve en absoluto por unos segundos hasta que imita mi acción provocando que mi corazón lata a toda prisa y ahora que estamos a centímetros uno del otro lo confirmo, ese bendito aroma a vainilla y tabaco me hace saber con certeza que es él

—Solo tenia la duda si te conocía o no— levanta una de sus cejas y veo como lame sus labios al ver los míos

—Y ¿cuál fue tu deducción?—sonrío y me acerco un poco más a él, puedo sentir cómo su respiración choca contra la mía y me permito verlo directo a los ojos

—Que quiero conocerte—finalmente lo digo y se acerca hasta casi rozar mis labios con los suyos, permitiéndome saborear aquel toque que jamás llega

—Duerme Hope— susurra y el pesar en mis ojos es demoledor, su rostro se vuelve borroso y lo último que siento son sus manos acomodándome sobre su hombro y su aroma penetrándose en mi piel...

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Enamorada de su infierno, América Vázquez🎭