Capítulo 9: El pasado regresa

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—Señorita—una voz a lo lejos me hace salir de aquella oscuridad y abro mis ojos con pesar

—¿Qué sucede? —por un momento olvido donde me encuentro y el miedo se hace presente

—Tranquila, solo que ya hemos llegado, ya estamos en Londres— sus palabras y su mano en mi hombro me dan cierta tranquilidad, me muevo hasta salir del asiento y recuerdo a aquel hombre

—Disculpe señorita, el hombre que iba a mi lado, hace cuanto tiempo que ha bajado— por un momento ella me mira con confusión

—Usted iba sola, no había ningún pasajero en el asiento con usted, estaba vació ese lugar—mi boca se abre y sonrío lo mejor que puedo, es un hecho, estoy loca

—Perdóneme, estoy un poco cansada, gracias—paso a su lado y bajo viendo a algunos de los otros pasajeros, camino más por obligación que por gusto, personas me hablan, otras me miran, unas toman mis papeles y finalmente salgo de aquel lugar con mis maletas y bolsa en mi hombro, el frío realmente cala hasta mis huesos y me reprocho por no haber escogido bien mi ropa

—Un taxi señorita—me giro para ver a aquel hombre con chaqueta y gorro, pero lo que llama mi atención de el realmente es su enorme sonrisa forzada y aquel extraño gesto de amabilidad

—Sí, gracias—acepto finalmente, pero su mirada recorriendo mi cuerpo me hace fruncir el ceño y mirarlo un tanto molesta

—¿Sucede algo? —se endereza de pronto y me mira directo a los ojos con cierto temor

—Es que, hace frío afuera, ¿es su primera vez aquí? —Su justificación es realmente razonable y lo dejo pasar. Me ayuda con las maletas más pesadas y camino detrás de el

—Suba señorita— me acomodo rápidamente y me abrazo a mi misma para obtener algo de calor, pero realmente es inútil

—¿Puedo confiar en usted? — aquella pregunta sale prácticamente sola de mis labios y lo veo a detalle a través del retrovisor

—El me mataría si le pasa algo— una sonrisa se dibuja en su rostro y aquellas palabras resuenan en mi cabeza como un eco interminable, enciende el taxi y finalmente avanzamos

—¿Qué ha dicho? —pregunto y él me mira un tanto confundido, pero no aparto la vista de la de él, es entonces que noto cierta duda y temor en su mirada

—Puede confiar en mí, la llevaré a donde me pida, no se preocupe— de cierta manera sus palabras me hacen sentir cierto alivio, pero el miedo de lo que pueda pasar estando en este nuevo lugar sola me incomoda lo suficiente

—¿A dónde la llevo? —le doy un papel con la dirección de donde me quedaré y asiente sin decir nada más, suspiro un tanto cansada y finalmente me dispongo a tomar mi celular

—Hope— el grito de mi madre me hace enderezarme sobre mi asiento

—Lo siento, ya sé que llegaste, cualquier cosa bebé no dudes en marcarme a mi o a tu abuela y si quieres volver no lo dudes... —ni siquiera he podido decir palabra alguna, se que mi madre muere de preocupación y angustia, pero esto será un nuevo comienzo y tiene que funcionar...

—¿Y cómo se llama? —decido romper aquel silencio después de unos minutos y voltea a mirarme con una sonrisa

—Alex—lo confiesa después de unos minutos y suspira algo agobiado

—Yo soy Hope—le digo y me recargo en el asiento mirando hacia afuera.

El viaje es tranquilo, Alex no ha dicho otra palabra después de decirme su nombre, las calles de esta ciudad son distintas a las de mi casa, hay mas gente de la que pensé que habría y por un momento extraño mi hogar, pero no me permito que la nostalgia se apodere de mí, al menos no cuando acabo de llegar, así que me estiro y escucho a Alex

—Ya casi llegamos Señorita, vaya preparándose—sonrío sin poder evitarlo, estoy donde quiero y mi futuro es incierto, se que estoy lista para disfrutar mi vida por primera vez sin miedo

—¿Quiere que la ayude a subir las maletas? —niego al estar a unos pasos del mostrador

—No gracias, has sido muy amable, mejor dime ¿cuánto te debo? —le pregunto y en vez de contestarme se gira para observar el edificio que se encuentra detrás de nosotros, así que para cuando recuerdo, también miro aquel edificio enorme

—Son 50 dólares—saco su pago mas algo extra y se lo doy

—Muchas gracias Alex— le digo y lo veo asentir, jalo mis maletas pero su voz me detiene

—Señorita—me giro hasta mirarlo y veo como extiende una tarjeta para mi

—Este es mi número, cualquier viaje que quiera hacer puede llamarme— sonrío y tomo aquella tarjeta de su mano

—Lo haré— comienzo a registrarme y giro mi vista hacia afuera para ver a Alex mirarme, debo confesar que desde afuera en medio de toda la oscuridad se ve aterrador

—Su departamento es el 404, el ascensor está por allá y sus maletas ya van en camino— echo otro vistazo hacia afuera y me tranquiliza ver que Alex ya no se encuentra ahí

—Gracias—apenas susurro y camino dudosa hacia aquel elevador, aprieto el botón y suspiro viendo como aquella luz va cambiando de piso, veo a un chico afuera de lo que al parecer será mi nuevo hogar y le doy su propina correspondiente, apenas entro saco todo el aire que he retenido en mis pulmones hasta ahora, el lugar se ve algo oscuro y sombrío, pero no es nuevo, así ha sido mi vida las últimas semanas, así que sin mas me dejo caer sobre la cama dejando que el cansancio se apodere de mí, en momentos como estos en lo que estoy sola el dolor se clava aún más en mi pecho, se que las sombras de mi pasado han oscurecido lo suficiente mi corazón y la única forma que tengo de escapar es durmiendo...

Me remuevo sobre la cama helada y bostezo sonoramente mientras estiro mi cuerpo, es extraño pero es grato dormir tranquilamente aunque sea un lugar nuevo, tallo mis ojos y mi vista se dirige a la ventana solo para ver lo oscuro que se encuentra afuera, esta vez sí que he dormido, suspiro y camino hasta la sala, he olvidado llamar a mamá, así que tomo mi bolsa mientras busco el celular, pero apenas siento aquella vibración lo arrojo al suelo

—¡Demonios! —grito asustada y camino a levantarlo, contesto la llamada y rápidamente reconozco la voz de Diana al otro lado

—Amiga, ¿cómo estás? —me estiro un poco y sin querer un bostezo sale de mi boca, no puedo evitarlo, en verdad muero de sueño

—Bien, solo estoy un poco cansada—miento y espero a que conteste mientras me siento en el sillón

—James me contó todo, siento mucho lo de tu padre Hope— sus palabras me hacen sentir aquella daga de nuevo en mi pecho y de pronto no encuentro palabras para contestarle

—Perdón Hope, fui a tu casa y tu mamá me dijo que estas de viaje—raspo la garganta y agradezco el cambio de tema

—Sí, ya estoy en un departamento—no termino de contestarle pues dos golpes a la puerta me sobresaltan y camino para ver quién llama

—Y ¿dónde estás? —sonrío al saber que eso es lo que desea saber y abro la puerta, pero para mi sorpresa no hay nadie

—Espera— quito el celular de mi oído mirando a todas partes y termino por cerrar la puerta con llave

—Hope— me llama de nuevo pero mi vista y mi cabeza se encuentran pensando en quien ha tocado

—Anda dime Hope, tal vez y vaya a visitarte, tenemos mucho de qué hablar—niego de nuevo al escucharla, no puedo creer que está haciendo esto por el

—Si tenemos algunas cosas de qué hablar, pero esto lo haces por James, no me engañas, sé que estas enamorada de el, lo se desde hace tiempo— un suspiro se escucha desde el otro lado

—Piensa que es una buena oportunidad para acercarte mas a el, te dejo amiga después hablamos—le digo por último y cuelgo la llamada, camino directo a la puerta pues han vuelto a tocar y me paralizo al verlo

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Enamorada de su infierno, América Vázquez🎭


Mi Propio Demonio (+18) |Harry Styles|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora