Un rayo de luz calentaba mi cara e invadía toda la habitación de luz de mañana. Llevé una de mis manos a mis ojos para no poder ver como el sol los quemaba-no literalmente-y con un bostezo intenté despejarme. Me incorperé sentándome en la cama. Eché mi vista hacia abajo.Sonreí <<Hoy es un nuevo día>>. A partir de hoy todo iba a cambiar, no de la manera que me hubiera gustado, pero va a cambiar. Estiré mis brazos y olisqueé el olor de la mañana que se colaba por la ventana. Me asomé por ella. Se divisaba a lo lejos un ajetreo de personas que andaban de un lado para otro, ayudándose entre ellas como una familia de verdad. Me invadió un sentimiento de dulzura. ¿Como podía ser que algunas personas sin ser familia se trataban como tal? Espera un momento.
Un rostro conocido apareció para dejarme totalmente desconcertada. <<No puede ser>>
<<Esto debe ser una pesadilla>>
Un suspiro detrás mío me hizo olvidar lo que estaba pensando. No. Definitivamente eso era una locura. No podía estar aquí. Quizás ha sido falta de sueño. Me quedé con la vista perdida en ese personaje extraño del que me arrepentiría haber conocido jamás. Unas manos sujetaron mis brazos. Pegué un brinco a causa del susto. Unas risas ahogaron mi tranquilidad. <<Sólo es Niall, Emma>> <<Sólo Niall...>>.
- Me has asutado.-le di un golpecito en el hombro al ojos azules.
- Eso intentaba.-abrí la boca con una mueca de risa. Se acercó más a mí y me besó, cerrándome la boca.
- Cierra la boca que te entran moscas.-ahora abrí los ojos como platos.
- Eres un capullo.-se encogió de hombros.
- Que se le va a hacer.-rió. Desvié mi mirada intentado buscar a lo que minutos ante estaba concentrada haciendo.
- ¿Qué están haciendo?-pregunté interesada.
- Preparar una boda.-dijo detrás mía. Me sobresalté.
- ¿Una boda? Niall, yo todavía no tengo edad para casarme tengo 22 años sólo...-rió descontroladamente.
- No somos nosotros los que nos casamos.-escondí mi cabeza por la vergüenza que tuve que pasar.-Son Sean y Ellen.-me estremecí. Los conocía de apenas horas, aunque identificaba bien quiénes eran. Sean era el chico rubio con tonos castaños que tenía una preciosa sonrisa y, que se suponía que era el mejor amigo de Niall. Y Ellen, Ellen me recordaba mucho a mí, su mirada era impasible y decidida pero tierna y segura, seguramente nos llevaríamos bien. Aparentaban mi edad, lo que me parecía raro, eran tan jóvenes y con una vida por delante...Eso no quiere decir que lo destrozaran con un compromiso pero yo no estaría preparada para unirme en matrimonio y formar una familia.
- ¿No son un poco jóvenes?-Niall hizo una mueca de desaprobación.
- No.-le miré sorprendida. ¿Cómo podía pensar eso? Sólo eran dos jóvenes.
- ¿No?-volvió a negar, esta vez con la cabeza.
- En realidad hace tiempo que deberían haberlo hecho.-mi expresión pareció decir todo lo que yo estaba pensando.- Verás Emma...-empezó a decir. Me cogió del brazo y me sentó en la cama junto a él.- Como tú ya sabrás, los vampiros son inmortales. Sean y Ellen ,aunque parezca que no, tienen más de 1000 años y siempre han estado juntos pero por circunstancias no pudieron casarse. Tuvieron que enfrentar mucho para ser quiénes son ahora. Nosotros les acogimos en esta familia y sin nuestra ayuda su ceremonia no se impartiría.-ahora veía todo más coherente pero quizá necesitaba saber más de esta familia.
- ¿Más de mil años?-asintió. Agaché la cabeza. ¿Y si llego a ser uno de ellos? ¿Pasará lo mismo entre Niall y yo que pasó con Ellen y Sean? No entendía el porqué pero pensaba que sí, el otro lado de mi conciencia me decía que todo iba a salir bien pero nada se sabía. Estábamos en un pozo sin fondo dónde esperar era la única escapatoria.

ESTÁS LEYENDO
Sangre de dos ||n.h||
Vampire"¿quien eres?" "Eso no importa,lo que importa es que te amo" "Eres diferente a los demas"