parte 31

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NARRA NIALL.

Emma había entrado y me disponía a morderla pero cuando quise entrar a su habitación,de ella salió Harry limpiándose la boca que estaba llena de...¿sangre?

- ¿Harry?-pregunté confuso.

- Niall, yo...-

- ¿Qué has hecho?-dije furioso.

- Sólo quería ayudar...-me abalancé sobre él pero unas manos atraparon mis muñecas impidiéndomelo.- ESPERO QUE ESTÉ BIEN POR TU VIDA.-mis ojos se estaban fundiendo y daría lo que fuese por que estaban sedientos de sangre. De la sangre de Harry.

- Niall, está bien.-

- SE SUPONE QUE ERES UN NOVATO.-Harry agachó la cabeza y me deshice del agarre de quien me sujetaba.

Aparté a Harry con todas mis fuerzas, dejándole en el suelo. Abrí la puerta de Emma de un portazo y mis puños dejaron de tensarse. A Emma no la haría daño.

Estaba dormida. Insconciente. Se veía muy inocente dormida.

La acaricié el pelo suavemente y besé su frente. Salí de ahí volviendo a tensarme de la furia.

Harry seguía en el suelo y, le levanté de este por el cuello. Le estampé contra la pared.

- ¿¡PORQUE LO HICISTE!?-no me importaba la gente que había en ese momento,sólo quería partirle la cara.

- Si te lo digo me matarás.-dijo con el poco aire que tenía y con las fuerzas desgastadas. Novato.

- Si no me lo dices, te mato ahora.-le miré aún más furioso y apreté más fuerte su cuello. Para mí era divertido. Parecía una débil naranja pero para Harry no lo era, y disfrutaba con eso, por lo menos en ese momento.

- Suéltame.-dijo sujetándome la mano que sostenía su cuello.- Por favor.-suspiré resignado y le solté, haciendo que cayera al suelo.

Me acerqué más a él y me incliné para verle mejor. Le tiré del pelo hacia arriba para que me hiciese caso.

- Ya estás cantando, rizitos.-sabía que ese mote despectivo no le gustaba. Yo no se lo llamaba pero en ese momento la furia me encendió. ¿Quién se creía él para morderla y menos siendo un jodido novato? ¿¡Su padre!? Ella era mía y si la quería tener tendría que pasar por encima de mí, aunque Emma no quiera, ella era mía. Sé que eso ha sonado machista pero es cierto.

- Niall, déjame respirar.-

- No.-

- Niall...-

- QUE HABLES DE UNA PUTA VEZ.-exclamé cansado.

Se levantó a duras penas y me miró sin tener la vista fija en mí. Sólo fingía tenerla. No quería ver mis ojos. Lo noté. Estarían llenos de odio y furia, cuando yo con él no era así. Después de aquello todo cambiaría.

- Verás.-se pausó para coger el aire que le faltaba.-Ella...ella...-

- ¿Ella, qué?-

- Ella me conocía.-cerré los ojos, haciendo una mueca de extrañeza.

- ¿Cómo?-dije extrañado y a la vez sorprendido.

- Lo que oyes.-le fulminé con la mirada e inspiré fuertemente para luego soltarlo de la misma manera y cruzarme de brazos.

- No me vaciles, cabrón.-le indiqué.

- Vale...-susurró.

- Sigue.-dije interesado.- ¿De que la conoces?-

- Sólo éramos amigos antes y ella no me conocía ya, pero la recordé quien era hace días.-

- ¿Y por qué no me lo ha contado?-pregunté decepcionado. Pensaba que confiaba en mí.

Sangre de dos ||n.h||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora