parte 33

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Comía despacio y sin ganas. Tenía mi cabeza posada en mi mano y la otra sujetaba el tener que revolvía la comida. Miradas se clavaban en mí. Pero sobre todo, la de Harry. Tenía la mirada clavada en mí. Me daba pena pero tenía que decirle que se acabó, que no me persiga más y que no intenté ya más conmigo. Sería duro para los dos pero no es a él quien quiero.

Miré a Niall que masticaba con mucho interés. Sonreí. <<Lo que me haces sentir no es normal, capullo.>>

Mi estómago se revolvió. Me miré el abdomen y lo acaricié. ¿Serían náuseas? No creo. ¿Entonces?

Volví a mirar a mi rubio. Se dio cuenta y sonrió mientras masticaba la comida. Mi estómago se volvió a revolver.

<<¿Que cojones...?>>

Dicen que cuando te enamoras sientes como mariposas en el estómago. ¿Será eso? ¿Será que las mariposas vuelan por mi estómago indicándome algo?

- Emma, ¿no tienes hambre?-preguntó uno de los presentes. No me interesó mucho saber quien era, ya que estaba teniendo una lucha interior...

Negué con la cabeza.

- Come algo.-me indicó Niall. Su voz me interesó y volví la cabeza rápidamente.

- Vale...-contesté vencida.

Cogí un poco de la comida. Creo que era huevos. Volví a comer hasta que el plato quedó vacío.

- ¿Con que no tenías hambre?-preguntó Gemma irónica e hizo una mueca divertida.

Me encogí de hombros y reí. Volví mi mirada hacia Harry para ver si seguía mirándome y, no me equivocaba. Arqueé una ceja y me sonrió. Rodé los ojos pero aun asi me seguía mirando. ¿No se cansaba? Quiero intentar que se aleje de mí y el muy imbécil sigue flirteando conmigo.

Me levanté un poco furiosa y fui a la cocina a dejar mi plato. Salí de ahi. Acababan de darme el discurso del siglo sobre como ser un vampiro y no quería otro más. Parecían unos padres pero en conjunto.

- Emma.-susurró una voz.

Me di la vuelta pero, al darme cuenta de quien era seguí mi camino.

- Emma.-dijo su un tanto mas fuerte.-Emma joder.-me agarró del brazo y me dio la vuelta.

- ¿¡Qué narices quieres!?-pregunté espetando la pregunta.

- Que me escuches.-

- Bien, yo también quiedo decirte algo.-hizo una mueca, no sabía si de asombro o decepción.

Cruze los brazo esperando a que hablase, con una expresión no muy agradable.

- Le dije a Niall que...-le interrumpí.

- Ya, ya... Que tú y yo no conocemos y, bla, bla, bla.-contesté burlona.

-Si...-se llevo una mano a la nuca. Indicio de que estaba nervioso.- Pero...Él no sabe nada de lo nuestro anteriormente. Cree que somos amigos, nada más.-resoplé con los brazos cruzados aún.

- Vale, espero que siga así.-asintió.- Ahora me toca a mí.-deshice el enlace de mis brazos y le miré seria. Estaba oscuro en el pie de las escaleras y no podía verle bien, pero le veía.- La cosa es muy sencilla. Tú. Yo. Lejos.-sonreí maliciosa.

- ¿Cómo?-me llevé una mano a la frente.

- Harry, que no quiero que me persigas, que quiero que me dejes, que no intentes besarme, que no hables conmigo más, no intentes sobrepasarte conmigo, y...que no te enamores de mí.-la última frase la dije con la voz mas suave y en susurros.

Harry agachó la cabeza y revolvió su pelo.

- Es lo mejor para ambos.-afirmé.

- Ya, lo entiendo. Tú quieres tu espacio y yo el mío y...en fin, da igual.-habló como si no estuviera dolido, pero en el fondo, lo estaba.

Su corazón estaría en esos momentos rompiéndose poco a poco. Pero tenía que decirselo, yo quiero a Niall y, él, sólo fue un amor pasajero. Él es como uno de mis "guardianes" por así decirlo.

- Lo siento.-me disculpé y salí de ahí, dejando a Harry sólo.

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- Niall, no me hagas cosquillas.-reí y él, mientras tanto seguía haciéndome cosquillas.

- No, quiero que dejes de leer eso y me hagas caso.-rodé los ojos divertida.

- No puedo. Me dijo Greg que lo leyera.-

- Pero, ¿puedes hacer un descanso no?-

- Niall...debo estar preparada para lo que me venga.-tiró mi libro y no sé ni como Niall se puso encima mía. Agarraba mis brazos por encima de mi cabeza.

- Todavía no estás preparada.-susurró en mi oído y mordió mi lóbulo.

Hice fuerza. Le aparté de mí y ahora fui yo la que estaba sobre él.

- Sí que puedo.-susurré en su boca.

Le besé.

- Ejem...siento molestaros pero nos quieren abajo ya.-miré a Calum. El cual miraba serio. Luego miré a Niall e hice una mueca de no saber nada de lo que estaba pasando.

Bajamos las escaleras seguido de Calum y vimos a todo el bulto de gente que se formó en el salón.

- ¿Qué pasa?-preguntó Niall.

- Sentaos.- dijo Maura.

Obedecimos. Nos sentamos en un sofá. Yo al lado de Niall.

Para mi suerte también estaba Harry. Evitaba mirarme y yo a él. Era lucha de quien podía más.

- Hemos perseguido a los Malik. Han hecho una especie de forte aquí.-comenzó Bobby.

- Así pueden seguir nuestro rastro sin desplazarse mucho.-le siguió Lucy.

- Lucy, Niall, Bobby, Maura, Robin y yo vamos a vigilar la parte trasera del forte. Gemma, Ellen y Sean la parte delantera. Los demás quedaros aquí.-ordenó Greg.

- ¿Y yo?-preguntó Harry decepcionado.

- Tú quédate aquí.-dijo Greg.

-¿Pero...?-

- Harry ,quédate aquí y no hay más que hablar.-ordenó su madre. Anne.

Suspiré. Esto es demasiado fuerte. Odio a Zayn. Tengo ganas de partirle la cara, pero todavía no puedo. Es más probable que él me la parta a mí. Pero pronto estaré preparada y haré que trague su propio polvo.

Sangre de dos ||n.h||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora