Draco Busca Enamorarse

Una Guerra sin Tregua

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Una Guerra sin Tregua

No le agrado para nada a Zabini encontrarse a Draco haciéndole compañía a una sonriente Hermione, parecía estale contando algo gracioso, pero al momento que se acerco el rubio guardo silencio.

-Buenos días. -Saludo ocultando su enfado.

-Hola Blaiser tan temprano por acá. -Contesto con un poco de sarcasmo el rubio.

-Solo deseaba saber cómo había amanecido Hermione.

-Muy bien gracias. -Contesto la chica

Draco se molesto también por la presencia del moreno y tomo la mano de Hermione para llamar su atención.

-Es muy atento de tu parte que estés tan preocupado por la salud de mi novia. -Dijo tratando de contenerse.

Impetuoso y desafiante el chico se puso al otro lado de la cama donde descansaba Hermione y tomo tu mano libre para besarla.

-Es mi amiga y me preocupa. -Atento el moreno miro a la castaña sonrojarse ante su acción.

A Malfoy le hervía la sangre, pero no sería tan estúpido para caer de nuevo en las trampas de Zabini, el también lo conocía lo suficiente para saber de sus artimañas.

-Siempre tan buen amigo. -Dijo ocultando su enojo.

-Gracias. -Dijo la castaña.

-Tenemos que ir a clases Hermione, pero más tarde vendré a verte. -Acaricio su rostro y besos sus labios ante el disgusto de Zabini.

Dos podían jugar ese juego se dijo el moreno internamente y beso de nuevo la mano de la leona antes de seguir al rubio.

Apenas y salieron de la enfermería Draco se pare en seco para enfrentar a Zabini.

-Sé lo que pretendes y no lo tendrás fácil, Hermione es MI novia y no serás tu quien me la quite.

-Pues ya que hablamos claro y de frente, no esperes que me dé por vencido. -Replico el moreno y continúo su camino.

Draco sabía que ese era solo el inicio de la guerra sin opcion de tregua y esta seria feroz y despiadada tratándose de dos Slytherin peleando por el amor de una mujer.

Hermione se quedo en la enfermería solo medio día, se encontraba mucho mejor, aunque no había logrado recordar aun nada del último año, tenía una laguna mental que esperaba hacer desaparecer muy pronto.

La Gryffindor caminaba a la sala de premios anuales guiada por Alexander, quien había ido a visitarla en el momento justo en que la estaba dando de alta.

-Así que tú y Samanta están de intercambio. -Dijo tratando de hacer plática.

-Así es.

-Y que te ha parecido Hogwards

-Es muy agradable a decir verdad, me gusta mucho los maestros son excelentes y el castillo en si es interesante.

-Tienes razón este castillo tiene una gran historia. -Los ojos de Hermione se iluminaron de fascinación mientras hablaba, adoraba hablar del su adorado colegio y Alex parecía sumamente interesado y atento lo que la motivaba a contarle algunos de los muchos secretos que guardaba el recinto.

Pronto llegaron a la torres y traspasaron la puerta.

-Subiendo las escaleras a la derecha está la habitación que compartes con Sam y en frente esta la que Draco y yo compartimos.

La castaña estaba emocionada, por mucho tiempo había deseado ser premio anual y como no recordaba el último año de su vida, todo era nuevo para ella y volvía a experimentar esa emoción y excitación al adentrarse en esa torre privilegiada, observo cada rincón con creciente entusiasmo. Alex solo la observaba a ella con embeleso mientras ella admiraba el lugar.

 Draco llego en ese momento agitado, había corrido de la enfermería a la torre en cuanto le informaron que había sido dada de alta Hermione. Paso por alto la presencia de Alex y se apresuro a abrazar a Hermione, que avergonzada le correspondió el abrazo, aun no se acostumbraba a ser novia de Malfoy.

A pesar de que no recordaba le resultaba reconfortante estar en sus brazos, aspiro su aroma y se estremeció y que decir cuando el rubio busco sus labios y la beso tan apasionadamente que la dejo sin aliento.

Triste Alex abandono la sala. Sam en las escaleras había presenciado todo y apretó con fuerza sus puños al ver el rostro afligido de Alexander. Se dijo a si misma que tenía que hacer algo pronto, no soportaba verlo de esa manera.