Incluso sí mueres ♡YOONMIN♡

37. No es lo mismo.

Tae y yo hemos estado saliendo a varios sitios interesantes, he ido a su casa a comer y estar en convicencia con su padre, realmente se han hecho más unidos desde la pérdida de Namjoon, eso me agrada.
En cuanto a Yoongi, pues recientemente me dejó entrar a su habitacion nuevamente –Solo una vez– lucía muy demacrado, tenía los ojos hinchados y rojos, no me atreví a preguntarle, lo dejé de nuevo, no quiero complicar las cosas más de lo que ya están. Llega Tae.

—Jimin — Saluda cuando entra a la biblioteca.

—Hola Tae — Lo miro y bajo en libro que tenía en las manos.

—Oye, si no estás muy ocupado ¿Me acompañarias a la base?

Ir a la base, regresará, suena bien, volver a ver a mis compañeros e incluso platicar un poco con ellos. Asiento con la cabeza.

—Vas a volver, me alegra — Sonrío.

—Si, ya ha pasado un tiempo y creo que me haría bien.

—¿Ya lo sabe tu padre?

—No, le daré la sorpresa.

Ambos caminamos hasta llegar a una ventana muy grande. Hay pequeñas señales de que había llovido la noche anterior.
Vamos hasta el carruaje y una vez ahí dentro nadie habla, solo nos limitamos a estar en silencio, pero no es un silencio del que se sienta incómodo, sino es un silencio tranquilo y necesario, cruzo los brazos y me pongo a pensar en todo, ya ha pasado casi un año y no he regresado, lo único que tienen mis padres de mí es una carta y no creo que les baste para quedarse tranquilos, aún así necesito ir a verlos, necesito que sepan que en realidad estoy bien, aunque emocionalmente no lo estoy.

Llegamos y cuando bajamos del carruaje todos nos quedan mirando, Tae solo sonríe.

—Ya llegué, imbéciles. — Sonríe con suficiencia y todos le dan la bienvenida. Unos lo miran con alivio y admiración y otros con miedo. Camino a su lado.

—Pensé que tu padre estaría por aquí.

—No, está adentro, en su oficina.

Nos dirigimos hacía allá, yo voy saludando a varios de mis ex compañeros, Heechul que se cortó el cabello me saluda con una gran sonrisa. Cuando llegamos el general nos ve y enseguida abraza a Tae.

—¿Por qué no me dijiste que volverías? — Lo toma por los hombros.

—Era una sorpresa pero... Aquí estoy.

Ambos se vuelven a unir en un abrazo, sonrío al verlos.

—Jimin, quédate para el almuerzo.

Me río y asiento, no hay nada que hacer y después de todo hace tiempo que no estoy aquí.

Salgo a caminar por los pasillos respiro el aire y me relajo, recuerdo mis caminatas nocturnas aquí antes de dormir, tenía que dar una forzosamente, que viejos tiempos.

—Hace mucho que no se te ve aquí — De todas las voces, nunca pensé volver a encontrarme con esa.

—Xiumin — Le sonrío. —¿Cómo has estado? — Me volteo hacía él.

—Bien, herido pero bien, ¿y tú?

—Bien, un poco ocupado — Le sonrío.

—Escuché que trabajas en el castillo — Se recarga junto a mi en la barandilla.

—Si, soy el guardia del príncipe — Esas palabras me amargan.

—Que suerte, imagino que vives bien.

Solo me río, no quiero dar paso a malos entendidos.

—Algo así.

—¿A cuántos has asesinado? — Esa pregunta me toma por sorpresa.

—¿Qué?

—¿A cuántas personas has matado por defenderlo? — Esa pregunta no la esperaba, por lo que permanezco en silencio unos segundos. Me quedo pensando, durante la guerra y el secuestro de Yoongi si ha habido varias, no, solo fueron dos.

—Solo a dos, por ahora — Si, estoy dispuesto a asesinar a cualquiera que se atreva a tocar a Suga. Xiumin sonríe y comienza a caminar.

—Eres valiente, nos vemos en otra ocasión — Dicho eso desaparece por completo.
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Cae la noche y el aire nocturno sopla levemente, aun sigo en la base y me la he estado pasando muy bien, me he encontrado con muchos amigos de mi antiguo equipo y comimos juntos, me obligaron a quedarme a cenar, acepté sin ninguna queja. No he visto a Tae, seguramente está arreglando varios asuntos pendientes que dejó durante su ausencia.

Por lo mientras aquí las cosas están muy bien, ya no estan hechas un caos como cuando llegamos, al contrario todo está mucho más relajado. Heechul me cuenta sobre cómo pasaron el día en que Miranda atacó, según él, pensaba que todos morirían pero que Yesung los salvó disparando los cañones.

Contamos cada historia que se nos venía a la mente, chistes, risas y demás, ellos me tratan como si jamás me hubiese ido de la base.

—Yo voy a regresar a mi aldea — Dice Ryeowook.

—Si, estoy pensando lo mismo — Dice Heechul y toma un trago a su bebida. Yo bajo la mirada, es triste comenzar a hablar de esto.

Y por fin el capitán Taehyung aparece.

—Jimin, ven por favor. — Asiento y lo sigo. Al llegar, su oficina está limpia y acomodada, es como si nunca se hubiese ido.

—¿Que pasó? — Me siento delante de él.

—Estaba pensando en varias cosas, y como ya acabó la guerra es justo que tomes unas vacaciones — Sonríe.

—Eso me lo debería de decir el rey — Me río.

—Bueno, necesito que me acompañes a un lado — Arqueo las cejas.

—¿A dónde?

—Comarca dos Sur, aldea Campa — Cuando termina de decirlo mis brazos caen a los costados, el aire escapa de mis pulmones y mi alma se va. ¿Ir a casa? ¿Tan pronto? El pánico se marca en mi cara.

Salgo de ahí completamente hecho un manojo de nervios, no estoy listo para volver, aún no, no estoy bien como para que mis padres me vean, necesito arreglar algunas cosas aquí, necesito sentirme bien conmigo mismo.

Cuando llego al castillo me encierro en mi habitación, de todos los lugares a los que he acompañado a Tae no sé si pueda ir a éste, me da miedo que me vean tan triste, se darían cuenta al instante. Me siento en el suelo y analizo todas las posibilidades de que me vean bien, quiero ir, si quiero ir, pero no ahora que estoy confundido, quiero saber cómo están, si los han tratado bien, pero yo no me siento bien.

Sí yo aceptara ir con Tae a casa bajo éstas condiciones, entonces significaría también aceptar el matrimonio con Jungkook. Definitivamente es urgente que hable con Yoongi.

Mare 👑