Incluso sí mueres ♡YOONMIN♡

43. Antes de él

Jungkook

Siempre, desde que era un niño, no he sufrido realmente, he tenido absolutamente todo, mis padres siempre han decidido sobre mí, lo que debo hacer, cómo me debo comportar, qué es lo que me gusta, quién es quién me gusta e incluso lo que me molesta. Hasta cierta parte de mi vida nunca me importó realmente, porque me gustaba lo fácil, me era indiferente lo que ellos hacían, incluso me llegó dar igual lo que decidían o no para mí, hubo un tiempo en el cuál no me interesaba siquiera vivir.

Toda aquella vida era tan monótona que comenzó a hartarme, comenzó a fastidiarme todo eso, pero he aquí el problema; había pasado tanto tiempo sin decir ni una sola palabra en su contra que ya no sabía cómo acabar con ello, pero lo que acabó con mi paciencia fue que ellos decidieron con quién casarme, habían tomado la decisión de quién sería mi omega.
En ese momento yo estaba tan enojado que no quería siquiera salir de mi recámara, estaba tan molesto conmigo mismo por no ser capaz de oponerme a ellos.

Siempre formé barreras a mi alrededor, la verdad es que, aunque mi padres me quisieran yo me sentía solo, sentía que no tenía realmente a nadie con quién compartir todo lo que mis padres me daban, lo peor es que yo mismo alajaba a las personas, juzgandolas y criticandolas, pero todo ello eran palabras vacías. En mi búsqueda por encontrar a "amigos" con quiénes de verdad pudiera ser yo mismo me encontré con personas que solo se me acercaban por el poder que tenía mi padre en la comarca, vaya mierda.

Había solo una persona, un solo omega que no me hablaba, y que cada vez que me miraba parecía maldecirme con la mirada: Park Jimin.

Conocí a su madre, una mujer muy dulce y educada —Más que mi madre para ser honesto— trabajaba en la casa, en la cocina, fue cómo me enteré de mi matrimonio. Yo no odiaba a Jimin, pero tampoco lo conocía lo suficiente como para decir que me caía bien, y, recuerdo que cuando me dieron la noticia me enojé bastante.

—Kookie. — Mi madre me llamaba, con extrema suavidad en su voz, raro en ella. Me dirigí a la sala para atender a su llamado, encontrándome a mis padres, sentados, mirándome.

—¿Pasó algo? — Me era tan extraño verlo de esa manera.

—Hay algo que debemos decirte, cariño — El rumbo de aquella conversación, lejos de parecer una gran sorpresa y que sus rostros denotaran alegría, parecía una disculpa.

—¿Están bien? — Me preocupaba que no, son mis padres después de todo.

—Kookie, te amamos, eres nuestro más grande tesoro, y es por tu bien por el que siempre vamos a ver — Mi padre me miraba culpable. —Encontramos con quién te casarás.

Mis brazos cayeron a los costados, sentía mi cara arder, esa ira se acumulaba en mi estómago.

Si, esa fue la sensación que tuve cuando me dieron la noticia de la boda con Jimin, para mi desgracia, no fue lo mismo que al verlo en persona, un omega tan lindo, tan tímido y un tanto débil, claro que sentí como mi corazón se aceleraba al verlo, esa sensación de protección la sentía dentro de mí, por primera vez en toda mi vida sentía algo que no fuera indiferencia o lástima, por primera vez en toda mi vida sentía amor.
Desde ese momento decidí protegerlo, decidí quererlo y hacerlo feliz, ansiaba el momento en que aceptara estar conmigo, e incluso estaba dispuesto a no lastimarlo, a no obligarlo a hacer nada, estaba dispuesto a que él se enamorará de mi por su propia voluntad. Lástima que él no quiso lo mismo; él escapó el día de nuestra boda, decidió irse, y si soy honesto me lastimó mucho, pero igual no pude odiarlo; supuse que regresaría al paso de unos días, pero no lo hizo.

Mis padres como era de esperarse castigaron al matrimonio Park, y fuí tan cobarde porque no me atreví a defenderlos y perdonarle sus deudas, me sentía un completo maldito con ellos.

Intentaron casarme con alguien más, una chica de la misma comarca: Kim Jisoo, pero no pude hacerlo, no pude casarme con ella, y sentí lo que Jimin sintió, lejos de que no la amaba, mi corazón fue robado por ese omega rubio que tuve frente a mí, y que solo bastó con unos minutos para que lo amara.

Cuando Miranda invadió Eugene, nos encerramos en la casa, con todo y trabajadores, yo tenía miedo, miedo por mis padres, miedo por que jamás habia experimentado lo cruel y destructiva que era una guerra, había leído libros, si, pero nada comparado a la realidad, y también, miedo de que no supiera nada de Jimin, mi mente fabricó muchas ideas sobre él, pudo haber estado escodido con miedo de no saber de sus padres, sin protección, débil y, posiblemente, lastimado, yo quería salir de ahí para protegerlo, para llevarlo a casa con sus padres hasta que todo pasara, e incluso estaba dispuesto a salir a buscarlo, pero, ¿Por dónde se supone que empezaría mi búsqueda?
En sí, desde que se fue siempre me mantuve pensando en cómo estaría, lastimado, sólo, débil y sin nada para sobrevivir, pero otra parte de mi, decía que estaba bien, que no era un tonto y que sobreviviría, y me aferré a esa idea.

Pronto llegó una carta, de él para sus padres, no supe lo que decía, no es como si les hubiera pregutado, pero su ánimo cambió mucho a partir de ello, así que supuse que estaba bien. Y, el día menos pensado, cuando habíamos ido a Hemidia para hacer las compras, el señor Siwon estaba muy distraído, pero algo me decía que no debía preguntar, no hasta que él no estuviera listo. Al llegar a casa, y bajar del carruaje, vimos una escena de la cuál jamás me olvidaré: El señor y la señora Park abrazando a su pequeño hijo, sentí cómo mi corazón había dado un vuelco, y se aceleraba constantemente, la persona que tanto anhelaba ver estaba de vuelta, quería abrazarlo, decirle cuánto lo había esperado, que lo amaba y que incluso esta vez no iba a presionarlo, me acercaba a él, mis piernas temblaban y sentía que mi corazón se saldría de su lugar, pero, el príncipe Min Yoongi apareció, se presentó frente a nosotros, y cuándo mi padre estuvo a punto de atacar a Jimin, no noté ni una sola pizca de miedo en su cara, una valentía implacable estaba en su rostro, entendí que no era un omega débil, y que por algo estaba a lado del príncipe.

Cuando mi madre los interrogó, mi corazón se destruyó, ambos estaban casados, fue como si todo ese amor que reservé para él fuera rechazado de la peor manera, pero no fuí capaz de odiarlo, nunca podría odiarlo.

Me conformé con su amistad, el verlo tan feliz a lado de su alfa hizo que entendiera muchas cosas, la primera, que no debía de dejar que mis padres decideran por mí nunca más, que debía decidir por mí mismo, la segunda, no importaba si mis sentimientos no eran correspondidos, los iba a guardar porque fue la primera persona que me hizo sentir algo, que siempre lo iba a amar, incluso si él solo me quería como un amigo, y aún con todo eso estoy muy feliz de Jimin apareciera en mi vida, capaz de desafiar a sus padres y conseguir la felicidad por él mismo, definitivamente es el omega mas fuerte que he conocido en toda mi vida.

Mare 👑