"Un tapiz, tengo que encontrar el tapiz"
Se decía Lena mientras subía las escaleras directa al séptimo piso. Aquel día tomaba lugar su primera práctica con su don impartida por Dumbledore. No podía mentir, estaba nerviosa y emocionada al mismo tiempo. El director le había comunicado a través de Fawkes con una carta que la clase se impartiría en una sala especial del castillo y con las únicas indicaciones de que se encontraba en el séptimo piso y que tenía que encontrar el tapiz de Bárnabas el Chiflado.
Suspiró y siguió recorriendo el pasillo mientras acariciaba la pared con la mano izquierda a la vez que observaba el lugar. Y por fin lo encontró.
-¡el tapiz!
Dijo feliz de haberlo encontrado. Sonrió al ver la cómica escena representada en el mismo; un hombre enseñando ballet a unos Trolls.
Distraída con el curioso dibujo no reparó en la presencia de Dumbledore a su lado.
-Veo que ha llegado usted puntual y ha sido capaz de encontrar el lugar, tal y como yo esperaba
La joven pelirroja se apartó el pelo de la cara y se puso frente al director saludándolo con una sonrisa de las suyas.
-En efecto director, pero, no entiendo porque me ha dirigido hasta aquí
El anciano sonrió a su vez mirando un pedazo de pared despejada.
-Descubrí esta sala por accidente-soltó una suave risa al recordarlo-en la madrugada me encontré en la necesidad de un baño, entonces la encontré. Una puerta apareció justo aquí y al abrirla encontré un baño totalmente equipado y en perfecto estado.
La chica sonrió ante la anécdota.
-No llegué a utilizar los lavabos debido a la sorpresa, ya que salí de la habitación para comprobar si era conocida para mi y la puerta desapareció antes de poder volver.
Ella sin poder disimular soltó una risa a lo que el director después de sonreír continuó con la explicación.
-Después de investigar durante un tiempo descubrí que esa era la Sala de Menesteres, la Sala que viene y va o la Sala Multipropósitos. Es un lugar que se materializa cuando es necesario y esta a gusto del usuario. Algunos también la llaman la Sala de los Objetos Ocultos ya que cuando quieres esconder algún objeto se les materializa en forma de una especie de "mini-ciudad" conformada por miles de objetos que los alumnos de Hogwarts de todas las generaciones fueron ocultando. Pero por ahora nos será válida para entrenar tu don.
Dijo dirigiendo su mirada a Lena quien asintió emocionada.
A continuación, el director pasó tres veces delante de la pared en blanco totalmente concentrado cuando una puerta apareció asombrando a Lena.
-Para poder entrar en esta sala tienes que pasar tres veces, tal y como he hecho anteriormente, justo delante y con tu necesidad clara en la mente.
Dumbledore empujó suavemente la puerta dejando ver su interior.
Una gran habitación con sus paredes cubiertas por espejos con un brillo azulado y sinuoso proyectado por las antorchas que la rodeaban. Había diversos objetos; una estantería llena de libros y frascos de colores, algunas plantas exóticas, una chimenea que iluminaba a su vez con el brillo de las brasas contrastando con el azul de la estancia.
La joven observaba en silencio captando detalles poco a poco mientras Dumbledore la dejaba investigar un poco.
Lena acarició el lomo de cada uno de los libros con la suavidad de alguien que ama leer, con ese pequeño miedo de herir un ejemplar. Sacó uno al azar "Elaboración de Pociones Avanzadas" de Libatius Borage. ¿Pociones? Todavía no había podido asistir a esa clase. Nunca había probado a hacer una poción y quería intentarlo. Esperaba con ganas la ocasión.
-Puedes quedártelo si te gusta, lo necesitaras para tus clases en un futuro.
Dijo Dumbledore mirándola desde lejos. Ella asintió aún acariciando la portada, como solía hacer cuando un libro tocaba sus manos.
-¿Cómo voy a aprender a controlar mi don?
Dumbledore caminó hasta estar al lado de la pelirroja.
-Primero; debes estar segura de cada movimiento que hagas, segura de que eres capaz de controlar tu don, no puedes dudar ya que en cuanto lo hagas fallarás.-Lena asintió "soy capaz" se repetía- Segundo; debes practicar. La práctica es un maestro excepcional. Aprovecha cada minuto que tengas libre para ello. Empezaremos con un elemento e iremos cambiando, así podré comprobar cual es más dificultoso para tí. Empezaremos por el elemento "tierra".Lena se acercó a la planta que tenía más cercana siguiendo, de nuevo, las instrucciones de Dumbledore y colocó su mano encima de una se sus hojas.
Suspiró soltando la mayoría de aire de sus pulmones e intento sentir algo. Una corriente. Un cosquilleo. Un movimiento. Nada.
Después de varios intentos decidió cambiar de elemento siguiendo la petición del director; "agua".Observó una botella de cristal en la estantería de las opciones y se acercó a abrirla vertiéndola a su vez en un recipiente cercano.
Repitió la misma acción de antes poniendo su mano a ras del líquido. Esta vez tomó aire en vez de soltarlo. Y el agua osciló.
No era mucho. Pero era algo. Y por ahora era suficiente para Lena, quien temía por quedar como una mentirosa delante del director.
"Aire" era el siguiente. La joven levantó la mano en dirección a la estantería. Y con un movimiento suave uno de los grandes tomos que reposaba allí acabó en manos de la pelirroja quien sonrió orgullosa. El director sonrió a su vez mientras asentía conforme.
Y el "fuego" era el siguiente elemento. El mas difícil de controlar. Nervios. Su seguridad que había intentado mantener antes osciló como el agua del recipiente.
Pero no podía fallar. Podía hacerlo. Iba a hacerlo.
Con paso firme se aproximó a la chimenea cuya leña chisporroteaba con el fuego.
Cerró los ojos y se concentró. "Solo es fuego" susurró "soy capaz".
Su pelo se movía movido por el aire que recorría la habitación, inexistente antes. Sentía un calor agradable dentro de ella. Como si hubiera estado ahí siempre pero nunca se hubiera hecho notar. Y al abrir los ojos vió llamas.
Llamas de un rojo potente que la rodeaban en un constante movimiento. Como si danzaran a su son.
Asustada perdió la concentración y las llamas bailaron libres por la habitación. La estantería fue quemada, al igual que muchos de los libros. Lena miraba el desastre con la desesperación pintada en su cara de porcelana.
Dumbledore, con un elegante movimiento de varita, extinguió las llamas sin dejar rastro.
La joven se sentó en el suelo recuperando fuerzas y respirando con dificultad.
El director se acercó a ella y posó su mano derecha en la cabeza de la pelirroja con delicadeza.
-Es cuestión de práctica, Lena. El fuego es un elemento muy complicado de trabajar, lo sabes, pero has sido capaz de controlarlo durante un pequeño periodo de tiempo. Es más de lo que muchos magos expertos son capaces de conseguir después de varios intentos. Tu elemento es el fuego. El fuego forma parte de ti. Solo falta que tu seas parte del fuego, que seas capaz de no temer a el. Porque te aseguro que tu no tienes nada de lo que asustarte.
Después de recordarle el día de la siguiente clase y despedirse, Dumbledore dejó la estancia.
Lena permaneció allí, sentada en el suelo. Mirando a nada en especial y pérdida en sus pensamientos y conjeturas.
"El fuego forma parte de ti"
Había dicho Dumbledore.
"Solo falta que tu seas parte del fuego"
Dirigió su vista a la chimenea y se acercó a paso lento hacia las llamas levemente hipnotizada por su movimiento.
"que seas capaz de no temer a el"
Con lentitud acercó la mano al fuego. Cerca. Más cerca. Hasta rozarlo e incluso poner la mano en el fuego. Y abrió los ojos sorprendida.
"Porque te aseguro que tu no tienes nada de lo que asustarte"
No se había quemado.
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Ginger Twins ➳ Primera Generación
Fanfiction❝Fuera magia o no, ese fue el comienzo de los años más felices, divertidos y extraños de mi vida❞ • ────── ◦☪◦ ────── • [ Historia en edición ]