Capítulo 28

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Refunfuñando, James recogió la camisa que se había caído al suelo para dejarla apilada en el montón de ropa que planeaba meter en su baúl.
-Es muy difícil hacer las maletas
-Así si...
Respondió Remus volviendo a esconder la cara detrás del libro de transformaciones del que a veces alzaba la mirada para comprobar la evolución del desastre de ropa de su amigo. Su baúl llevaba varios días preparado y permanecía a los pies de su cama. Sirius, que en aquel momento su actividad principal consistía en intentar dormirse en su cama donde también se encontraba Lena, se había limitado a rellenar, una simple mochila de cuero negro gastada, con lo justo y necesario. Incluso Peter había conseguido recoger sus cosas, con la ayuda de cierta pelirroja allí presente. Todos quedaron sorprendidos al ver como toda la ropa encajó de alguna forma dentro de tan minúsculo baúl.
-No entiendo porque siempre. lo dejáis todo para el último segundo
-Porque la procrastinación es nuestra religión, querido Rem
Contestó Sirius como si de un credo se tratase. Peter le miró extrañado.
-¿Que es la pocra...? Lo que acabas de decir
Preguntó dándose por vencido al intentar repetir aquella palabra que nunca habia escuchado pronunciar. Sirius se irguió para acabar sentado en su cama en la misma posición que la chica con una sonrisa.
-Peter, mi pequeño y adorable Peter- repitió con parsimonia - Procrastinar significa posponer o aplazar tareas, deberes y responsabilidades por otras actividades que nos resultan más gratificantes...
-...pero que son irrelevantes - Terminó Remus elevando la vista de nuevo - Para resumir, procrastinar es una forma de evadir, usando otras actividades como refugio para no enfrentar una responsabilidad. Si me lo preguntas, me parece una tontería, ¿Por qué dejar para mañana lo que puedas hacer hoy?
-Para no tener que hacerlo hoy
Explicó Sirius como si fuera lo más evidente del mundo.
-En realidad, era una pregunta retórica... - murmuró Remus volviendo a enterrar la cabeza en su libro dejando solo a la vista su pelo rubio ceniza.
-Hablando de procrastinar, ¿Donde vais a pasar las Navidades? - Preguntó Lena
-En mi "casa" - Dijo Sirius haciendo comillas con los dedos - Disfrutaré de la magia de la Navidad con mi encantadora familia - Dijo con sorna - No es muy de mi agrado pero supongo que ver la cara de mi madre de "me has amargado las vacaciones y la vida en general" al verme llegar vale la pena.
-No entiendo a esa mujer. Eres maravilloso, no tiene razones para tratarte así y aunque las tuviera, eres su familia - comenzó a decir Lena indignada.
El azabache le había hablado de su situación familiar. Lena sabía de la existencia de su padre, hermano pequeño y de la arpía de su madre. Había comenzado a llamarla "arpía" después de que el chico le relatara varios episodios de su infancia. Aunque pensó que ni las arpías son tan crueles.
Sirius, lejos de quejarse de su situación, sonrió y le revolvió el pelo a la chica de forma amistosa.
-No mantengas a tu cabecita alocada pensando en cosas tan inútiles como esa, Pelirroja.
Lena asintió, decidió guardar silencio pero sus pensamientos frente a esa... mujer no dejarían de estar presentes.
-Yo pasaré las Navidades con mi familia
Siguió Peter mientras se metía otra de las chocolatinas, que le había dado Lena, en la boca.
-Yo también
Se limitó a añadir Remus. Lena se mordió el labio al descubrir los planes del chico. Su plan principal había sido permanecer en Hogwarts durante las vacaciones de Navidad para seguir indagando sobre Remus y el extraño comportamiento que este adoptaba de vez en cuando. Pero para eso necesitaba que Remus se quedara.
-¿Y tu que harás en Navidad, Lena?
Preguntó James como si le hubiera leído el pensamiento a la chica.
-No lo se - contestó sinceramente - Pensaba quedarme en el castillo pensando que vosotros lo haríais también. Debería de haberos preguntado pero teníamos tantas cosas de clase que hacer que se me ha pasado completamente. Supongo que ahora estoy abierta a cualquier sugerencia. Siempre y cuando sea razonable - Se apresuró ha añadir al ver de reojo a Sirius levantar la mano.
El chico sonrió y la volvió a bajar.
Por otro lado, James seguía enfrascado en el problema del baúl. Había descubierto que era totalmente nulo para organizar algo tan simple como la distribución de su ropa y demás objetos personales dentro del maldito baúl. Decidió parar para hacer algo que no solía hacer muy a menudo; analizar la situación.
Tenía dos opciones:
Podía volver a intentarlo, no era tan difícil.
O podía pedir ayuda a sus amigos. Estaba seguro de que había un hechizo para organizar aquel desorden con un movimiento de varita. El problema era ¿Cuál?
Y estaba seguro de que Lena lo sabía.
Soltó un suspiro largo mirando al baúl con hastío. Desvió la mirada hacia sus amigos pero ninguno le había hecho caso. Lo volvió a intentar pero con un suspiro aún mas fuerte. Tampoco funcionó.
Comenzó ha acercarse a la pelirroja. Suspiró, esta vez al mismo tiempo al que se dejaba caer a su lado en la cama. Lena cerró los ojos, "si no le hago caso se cansará al final" pensó.
No sabía lo equivocada que estaba.
James podía rendirse muy rápido frente a cosas que no le provocaban interés. Pero era irritantemente perseverante cuando quería algo. Y Lena lo sabía.
Cuando James soltó otro suspiro Lena le miró por unos segundos en silencio.
-¿QUÉ?, JAMES, ¿QUÉ TE PASA?
El sonrió evidentemente feliz de que su táctica diera resultado y señaló el baúl.
Esta vez fue ella la que soltó todo el aire de sus pulmones con fuerza. Cogió su varita de la mesita de noche de Sirius y la dirigió al baúl.
Hizo un movimiento largo, como si estuviera barriendo.
-Bauleo
James se apresuró a intentar memorizar aquel hechizo, le serviría en mas de una ocasión.
-¿A donde vas?
Preguntó Sirius al ver que la chica se dirigía a la puerta de la habitación, ella paró un segundo para contestar.
-Lo más lejos posible de Jamie -Comento con sorna y con una sonrisa.
Y dicho esto cerró la puerta.
La habitación se sumió en un silencio cómodo mientras que James se dejaba caer relajado al fin (Quizás un poco culpable por haber echado a Lena) en su cama.
-Creo que deberías hacerlo
Expuso, de forma inesperada para todos, Sirius. Los otros le miraron extrañados.
A James le tomó un momento comprender que se diría a él.
-¿Hacer el que?
-Tienes que aprovechar ahora que no sabe donde quedarse en vacaciones - El chico le concedió un momento para pensar. Al ver que no respondía prosiguió - A tu casa, invitala a pasar las Navidades en tu casa, idiota - Respondió.
-¿Que crees que dirá? ¿Y si dice que no? - Paró un segundo de hablar antes de mirar a Sirius. Evidentemente para todos los presentes, nervioso - ¿Y si dice que si?
Sirius soltó una risa.
-Parece que te ha gustado la idea - Pasó un brazo por encima de su amigo en un gesto fraternal - Si dice que si van a ser unas Navidades interesantes para ti.
-¿Crees que dirá que si?
Preguntó dubitativo. Sirius le revolvió el pelo con una sonrisa.
-No lo se. Y tu tampoco si no le preguntas
James miró la puerta por donde su amiga había salido hace un momento pensando en lo que Sirius le había dicho.
-James, ¿A que estas esperando? ¡Ve a por ella campeón! - Exclamó en un intento de darle ánimos mientras le abría la puerta y le daba un pequeño empujón.
James observo la sala común buscando a Lena. No tardó mucho en encontrar su melena pelirroja cerca de uno de los sillones hablando con Mary.
Sintiendo los nervios a flor de piel y sin pensar bien en sus acciones gritó.
-¡Lena! ¿Quieres pasar las Navidades en mi casa?
Todo quedó en silencio. James cerró los ojos deseando desvanecerse en aquel instante. "¿Que acabo de hacer?" Se preguntó a si mismo.
Un coro de risas cortó con el silencio en aquella sala. Incluida la de Lena.
A pesar de la distancia sus ojos se encontraron. La chica sonrió y gritó.
-¡Si quiero!
Y uniéndose a aquel coro, James acabó por reírse también.
Miró a Sirius buscando su aprobación. El azabache negó con la cabeza.
-Podría haber salido peor - Concedió entrando de nuevo a su habitación con una sonrisa.

Ginger Twins ➳ Primera GeneraciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora