Ginger Twins ➳ Primera Generación

vi · sinuous water

━━「 Lena 」━━

En cuanto puse un pie en la estación los nervios empezaron a hacer efecto. Las manos me comenzaron a sudar y mi estomago se revolvió haciendo que me llevara la mano derecha al mismo sitio, como si aquel gesto fuera a cambiar algo. James, quien caminaba a mi lado, deslizó su mano entre la mía. Alcé a la vista para comprobar que estaba sonriendo.

-Yo también estoy muy nervioso -Admitió en un susurro, como si aquello fuera un secreto entre nosotros -Pero no se lo cuentes a los demás, el miedo no es propio de un futuro Gryffindor.

-Que aguantes tu miedo e intentes calmar el mio al mismo tiempo te hace un Gryffindor ejemplar, James -Respondí apretándole levemente la mano en señal de agradecimiento.

Su sonrisa se ensanchó y seguimos nuestro camino en un silencio comodo hasta que una gruesa voz se alzó sobre las demás.

-Los de primero por aquí, por favor -Anunció un hombre anormalmente grande con expresión afable. Mis dos neuronas comprendieron que era el semigigante guardabosques de Hogwarts del que había escuchado hablar a los alumnos de grados mayores durante el trayecto -Subid a las barcas en grupos de cuatro.

Cuando quise darme cuenta Sirius me había agarrado de la muñeca dispuesto a meterme en la misma barca en la que ya se habían sentado James, Remus y Peter.

-Sirius, las barcas son de cuatro, no se si sabes contar pero si yo subo seremos cinco -Expliqué con lentitud, como si le estuviera hablando a un infante. El azabache rió junto a los otros.

-No pasa nada pelirroja, eres liviana y la barca no se va a volcar.

Después de una sarta de suplicas por parte de todos accedí a subir, sentandome al lado de James quien me había hecho un sitio.

Las barcas flotaban ya por el medio del lago mientras observaba los sinuosos movimientos del agua indagando con los demás todas las criaturas que podrían estar inmersas justo debajo de nosotros cuando el rubio del tren acercó su barca a la nuestra.

-Segunda oportunidad para estar con personas decentes -Tomé aire infundándome valor.

-¿Personas decentes? ¿Dónde? -Cuestioné haciéndome la tonta recibiendo las risas de mis amigos.

-Deberías de dejar de hacerte la difícil y venir al lado que te conviene -Añadió con rabia después de fruncir el ceño acercándose más a mi notando a James y a Sirius cerca de mi de forma protectora.

-Lo realmente difícil de deshacerse de ti, Malfoy -Sentencié apartando su mano de la barca en la cual se había apoyado para amenazarme.

-Todavia no lo has descubierto, ¿Verdad? -Preguntó de pronto alzando las cejas con una sonrisa de suficiencia -Cuando descubras tu poder te darás cuenta de que estos inútiles no te pueden ayudar de la manera en la que yo o cualquiera de los de mi casta pueden.

Me podía amenazar. También podía intentar amedrentarme como antes había dicho James. Podía hacerme sentir pequeña ante su imponente presencia e incluso quitarme el poco coraje que almacenaba en mi pequeño cuerpo. Pero había una cosa que no podía hacer pues no se lo permitiría.

-¡No te atrevas a seguir insultando a mis amigos! -Exclamé poniéndome de pie por la repentina rabia que me había inundado haciendo mecer nuestra barca.

De repente, el agua con la que antes había estado tan embelesada hizo un violento movimiento volcado la barca de Lucius tirándolo al lago.

Los murmullos de sorpresa y algunas risas no tardaron en aparecer al ver a Lucius Malfoy nadar por parte de todos los nuevos alumnos de aquel año pero yo no podía dejar de pensar en que había sido mi culpa. Yo había movido el agua.

Entonces el karma actuó haciendo que Malfoy se apoyara en el borde de mi barca para no ahogarse provocando que esta se moviera y que yo me resbalara. Y estoy segura de que habría caído al agua, de no ser por los rápidos reflejos de James, quien me tomó de la muñeca a tiempo haciéndome caer sobre él y olvidando por completo el tema del agua.

Tardé unos instantes en darme cuenta de que no había caído en las aguas heladas del lago corriendo la misma suerte que Malfoy sino que estaba siendo abrazada por el calor de mi nuevo amigo. Quise mirarle para darle las gracias cuando me di cuenta de que estábamos demasiado cerca. Sus ojos se encontraron con los míos y yo no pude apartarlos a pesar de la vergüenza. ¿Cuándo le conocí también tenía los ojos así de bonitos?

Una nueva exclamación de asombro nos sacó de nuestra burbuja.

Sirius y Peter seguían comentando la caída de Malfoy mientras Remus miraba como el chico luchaba por volver a subir a su barca con una sonrisa difícil de adivinar a simple vista. Nadie se había fijado en aquella escena. Más bien, él resto de alumnos miraban asombrados hacia una dirección en concreto. En la punta de una alta montaña, al otro lado, con sus ventanas brillando bajo el gran cielo estrellado, había un impresionante castillo con muchas torres y torrecillas Contemplamos Hogwarts, maravillados por su majestuosa forma de elevarse sobre nuestras cabezas mientras nos acercábamos cada vez mas al risco donde se erigía.
Volví la vista hacia James, para comprobar si lo que estaba viendo era real y no solo un sueño, descubriendo que el no estaba mirando al castillo. Me estaba mirando a mi. Con aquella sonrisa tan dulce que solo le había visto a el.

Quizás fue por todo lo que acababa de pasar o por que estaba simplemente feliz por ver la dulce realidad en la que estaba sumergida después de ver el castillo de ensueño en el que iba a estudiar. Quizás fue por la sonrisa contagiosa de James. Sea por lo que fuere, dejé un beso en su mejilla consiguiendo que se sonrojara como le había visto varias veces en el poco tiempo que habíamos estado juntos.

-Gracias James -Murmuré antes de alejarme y salir de la barca al ver que habíamos llegado. En cuando pise tierra sentí los pesados brazos de alguien sobre mis hombros. Sirius me sonrió con diversión por la escenita que habríamos causado y de la que el parecía haberse dado cuenta -No quiero escuchar ningún comentario de tu parte -La risa del azabache hizo eco por el túnel oscuro que parecía conducirnos justo por debajo del castillo hasta que llegamos a una especie de muelle subterráneo, donde trepamos entre rocas y guijarros.

Luego subimos por un pasadizo en la roca, siguiendo siempre la lámpara de Hagrid, saliendo finalmente a un césped suave y húmedo, a la sombra del castillo.
Subieron por unos escalones de piedra y nos reunimos ante la gran puerta de roble.

-¿Lista para Hogwarts? -Cuestionó Remus posicionándose a mi lado y soltando un suspiro lleno de nervios.

-Lista.