Capitulo 3

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Narra Jason

En todo este mes —el cual ya había acabado, y que hoy era mi boda—, me la pasé de reino en reino, buscando a la que sería mi mate. Y si, "la", ya que, según mi padre, todos los que somos alfas prime, nuestro mate siempre ha Sido una mujer.
     No es que fuera homofóbico ni nada de eso como para pensar que podría ser un hombre. Es solo que me gustaría más una mujer, a ella la puedo mimar y proteger, mientras que si fuera hombre, el no se dejaría. A menos que fuera un Omega común, ellos son como mujeres. Así que, si es aunque sea de ese tipo el hombre, entonces tampoco habría problema.

     Deje de divagar en mi mente, cuando, de repente tropecé con una chica. Una muy bella. Su olor me decía que era una Omega común, y sus ojos, esos ojos que parecían cambiar de color, caleidoscopios, se me quedaban viendo como si fuera un espécimen nuevo por ver. Me habría gustado que ella fuese mi mate. Así ya no me tendría que casar.

-lo siento - mi voz sonó tan rasposa y sin sentimiento alguno, porque si hablaba normal, habría salido entre cortada, por lo mal que me sentía por esta boda.
     Entonces ella hizo algo que nunca me habían hecho. Se rió

-lo... Lo siento pero.... Es que... Nunca había escuchado a un futuro rey disculpándose... Menos si es uno de los reinos más ricos - intento tener compostura. Pero otra vez estalló en risa.

-si, si, lamento no ser como los demás - esta chica me había enojado mucho más de lo que estaba.

-no te preocupes, mi cap... Amigo, es como tú. No se deja llevar por los prejuicios y siempre es el mismo - me puso una mano en el hombro mientras se encogía de hombros. Intenté no tomarle atención al como iba a llamar primero a su amigo, supongo, imaginaciones mías.

-si bueno. Me tengo que ir - hice el mismo movimiento que ella y me aleje. Mientras hacía eso, voltee por puro instinto, y Vi como, ella saco un celular de dentro de su capa, la cual tapaba toda su vestimenta, y hablo en código. Desde mi distancia podía escuchar todo lo que decía. Mi capacidad de escucha era más agudo que el de cualquier otra persona. Esa mujer era muy sospechosa. Así que le avisé a un guardia que se encontraba cerca, ¿Su nombre? Octavian, para que la siguiera y viera lo que haría.

Llegue hasta la iglesia y entre, para dime enfrente del padre. Se me hacerlo Zeus y me dió un pequeño abrazo.

-tranquilo hijo. Verás como al final te enamorarás de ella. Me darán muchos nietos y viviremos todos felices - yo solo alcance a sonreír. No tenía ánimos ni para hablar o decir algo.
     En eso, se escuchó de repente el sonido de las teclas del piano, comenzando una melodía típica de las bodas. Reyna entro por las grandes puertas. Se veía linda en cierto modo. Aunque no era mi tipo.

     El padre comenzó a hablar en cuanto ella llegó a mi lado. Seguía teniendo esa mirada sería e inquebrantable de la primera y última vez que la había visto.
      Llegamos a la parte donde debíamos decir el "acepto", donde yo no podría estar más nervioso. Le rogaba a cualquier dios existente que me librará de esta catástrofe. Parecía que mis plegarias fueron escuchadas. Puesto que, en cuanto abrí la boca para hablar, sonaron las campanas indicando que nos estaban atacando. Saqué aire de puro alivio y salí con varias personas para poder proteger el reino.

Narra Percy

  Una hora antes

Llegamos al reino, todos ocultando nuestras vestimentas de piratas con una capa de color café. Un poco típica de los extranjeros. Nos habíamos dividido en dos para cubrir más terreno. Iba con Piper, ya que ella era buena estratega, no tanto como Annabeth, pero necesitaba a la alfa con Frank por si surgia algún conflicto, entonces ellos dispararían ballestas. Todos se quejaron por el que dos omegas debíamos ir solos, pero si íbamos de diferente forma, entonces habríamos llamado más la atención, y de por si la llamábamos con nuestra encantadora belleza descomunal.

-espera aquí. Me asómate por una ventana si ya están todos en la iglesia - le hable, comenzando a alejarme, ella solo asintió. Lo hice. Solo faltaban los novios. Suspiré, en eso el sonido de mi teléfono me saco un susto de muerte. Me lo puse en el oído sin ver quién era. Sabía que era mi amiga Mclean.  Hablo en código, pero en si, lo que me dijo era que el príncipe ya estaba muy cerca de la iglesia.
     Así, me aleje y corrí hacia ella, lo bueno era que ese futuro rey ya se había ido.

-el príncipe es muy gracioso - fue lo primero que dijo.

- si, si, ahora vamos a comenzar con la misión - corrimos hacia el castillo, de forma que no nos vieran o siguieran. Por lo menos eso fue lo que pensé.
 
   Entramos y comenzamos a caminar hacia los aposentos del rey. Había un mapa de este castillo que nos había dado el padre de Will, Apolo, el cual ya nos habíamos aprendido de memoria para esta misión.
     Llegamos y mi suerte no podía ser más mierda. Necesitábamos una clave para entrar, tuvimos que llamar a Chase para que nos ayudará. Lo cual funcionó. La contraseña era la fecha en el que la anterior reina había fallecido.
      En cuanto se abrió la puerta sentí el filo de una espada en mi garganta. Piper ahogo una exclamación.

-pero miren que encontré. Un par de ratas - la voz del hombre era muy... Asquerosa. Más le valía no ponerle una mano a mi amiga o a mi o correría sangre.

- pero yo solo veo una - voltee a verlo. El solo tenía una sonrisa que quedaba bien con su maldita voz.

- ¡y las ratas son omegas!. Y tú un Omega único. Me voy a divertir mucho con ustedes - se pasó su lengua por sus labios, con lujuria. Hice una mueca de desagrado.

-mira, déjanos ir y te daré mi número - hice una voz inocente. Claro que no se lo daría, estaría demente si lo hiciera. Lo único que le daré será un golpe que lo mandara directo a China. .

- ¿Y porque no mejor nos divertimos ahora mismo? Aprovechando que están aquí - se acercó demasiado, poniendo su brazo al rededor de mi cintura para apegarme más a el. No lo aguante más y le escupí en la cara.
     El hombre Quito su sonrisa estúpida para limpiarse con su hombro

-ahora si verás niño - ¿Niño? No me veo tan pequeño. ¿O si?.
     Me empujó provocando que chocará con Piper y los dos callejeamos dentro del cuarto. Los dos nos lamentamos. Más ella. No es que yo pese tan poco. Saco su celular para después ponerlo en su oido

- tenemos una invasión.... Piratas.... Llevan unas capas tapando sus vestimentas... Tengo unos cuantos en frente mío, dentro de los aposentos del rey.... Avisa al reino - oprimio en la pantalla y lo guardo en su bolsillo. Entonces se comenzaron a escuchar las campanadas. Maldije en voz alta. Ahora sí mi suerte había empeorado. Y yo creyendo que no se podría.
     Me levanté de Piper, con pasos un poco torpes, ayudándola después.

- no te saldrás con la tuya - susurré al hombre. Con una voz llena de desprecio.

-no. Te equivocas lindura. Ustedes son los que no se saldrán con la suya. - sonrió macabramente, poniéndose en pose de combate. Lo imite. Y así comenzamos una pequeña lucha.
     Mientras el único sonido que se escuchaba era el del choque de nuestras espadas, mi amiga se puso a buscar el mapa.

-¡Lo encontré! - grito alzando victoriosa ese pedazo de papel antiguo. Por ese milisegundo en el que me distraje, el hombre rubio me golpeó con el mango de su espada, dándome en la sien y aturdiendome. Caí al suelo con la vista un poco borrosa escuchando el grito de mi amiga mencionando mi nombre.
     Dolía como el infierno. Acerque mis dedos al punto donde me golpeó y los puse en mi campo de visión, notando la gran cantidad de sangre que los mancho.
     Se escuchaban pisadas de varias personas corriendo directo hacia nosotros. Estábamos acabados y todo porque me distraje.
      Lo único que me dió tiempo de pensar, antes de que llegarán los soldados, fue el ¿porque me tuvieron que encontrar medio noqueado en lugar de verme peleando? Así creerán que soy débil

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Nuevo cap en menos de veinticuatro horas xd.

Dejen estrellitas y comentarios.

Me disculpó si encuentran alguna palabra que no debería estar ahí o por algún error de dedo.

Se despide *la hija de Hades*

Un amor especialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora