Narra Percy
La brisa marina refrescaba, ayudando a hacer más soportables los rayos del sol.
El navío llevaba un año sin rumbo fijo. Obviamente a veces bajabamos a alguna playa para buscar comida y agua. Aunque eso lo hacíamos como una vez cada dos meses. Y no nos quedábamos mucho tiempo.
En las escasas veces que íbamos a algún reino —donde, el último fue hace seis meses—, escuchábamos los rumores de que el ahora rey de Olimpo me buscaba. Diciendo que daría millones a aquella persona que me llevará a su lado.
Tuvimos que noquear a muchas personas aquella vez.
De repente, una voz me saco de mi ensoñación para traerme a la realidad.
-¿Aún no has podido olvidar a aquel hombre, Percy? Recuerda que aún eres muy joven como para estancarte en alguien -
- ya lo sé Leo, es solo que es muy difícil cuando se trata de una pareja destinada. -
-realmente no me lo imagino. Aún no encuentro a la mía. Solo espero que sea alguien que en serio me ame. Sabes que, aunque sean parejas destinadas, a veces uno puede ir en contra de la corriente y romper aquel lazo - sabía que él lo decía sin querer lastimarme. Pero eso no evitó que sacará una pequeña lágrima del ojo que el no veía.
Un año sin poder superar aquel dolor. Aún, aquella imagen de ellos dos teniendo su pasión carnal no me dejaba dormir. Tenía pesadillas aún más recurrentes que antes. Hasta despertaba gritando — cosa que antes no pasaba —.
Sabía que mis amigos también sufrían cuando me veían así. Pero me costaba mucho trabajo ahora el fingir que no sucedía nada cuando, rara vez, tocaba aquel tema.
- no le digas eso a Percy - Annabeth le dió un zape en la cabeza. Provocando que, aquella paleta que estaba comiendo leo, se le cayera de la boca para romperse en el suelo.
-¡Mi sensual paleta!. ¡Era la última! - comenzó a sollozar. Eso me saco una pequeña risa.
De repente. Ellos dejaron de pelear para verme con una expresión de ternura en sus rostros.
-¿Que sucede? - me encontraba confundido. No entendía porque me veían de ese modo
-nada, nada.... ¡Ahora que recuerdo!. Hace poco me llegó un mensaje. Es un barco que quiere tener un no sé qué con nosotros - Leo cambio de tema.
-¿Un no sé qué? -
- idiota - Annabeth le dió otro golpe. - quieren hablar con nosotros. Nos quieren proponer un trato. Dijeron que nos veríamos en una isla llamada Ogigia. -
Asentí con la cabeza. Esperaba que ese trato fuera bueno, en lugar de hacernos perder el tiempo en una isla que, había escuchado, se encontraba desierta.
Tuve que obligar a Piper a darle vuelta al barco. Lo cual no quería ya que se le había acabado su maquillaje y quería ir por más.
Esa chica era muy rara, a veces decía que odiaba el maquillaje, y otras veces decía que lo amaba.
Culpa de su madre Afrodita.
Narrador Omnicente
Al llegar a la isla casi todos bajaron, dejando a los hijos del "dios de la guerra" a cargo del barco. Solo mientras volvían los demás.
Estaban a la mitad de la isla, llena de fauna, cuando el sonido de ramas rompiéndose a un lado los alertó.
Todos tenían sus armas en mano, preparados por cualquier trampa.
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Un amor especial
Fanfiction-En una época, donde cada reino era diferente, y con tanta tecnología como para poder comunicarnos y transportarnos a otros lados. Dónde, aún con toda la tecnología, había miedo por los piratas. Dónde las personas estaban divididas en Alfas, Betas...