𝗟𝗶𝗹𝘆 𝗣𝗼𝘁𝘁𝗲𝗿 𝘆 𝗟𝗮 𝗢𝗿𝗱𝗲𝗻 𝗱𝗲𝗹 𝗙é𝗻𝗶𝘅

Luna

Tras la gran canción del Sombrero Seleccionador y después de que este asignara la casa de los nuevos alumnos de primero, Dumbledore dirigió una cálida bienvenida.

Sinceramente no puse mucha atención, estaba con la mirada perdida, pensando.
También de soslayo miraba a la mesa amarilla y negra, esperando verlo sentado entre sus amigos con una sonrisa en la cara mientras miraba con orgullo al director.

Pero no estaba.

Suspiré y tras oír la voz de Dumbledore diciendo: "al ataque" supe que ya podía comer.
Me serví puré de papas y filete. Pero casi ni comí. Sólo me quería ir a mi habitación, a tratar de dormir.

-La comida está deliciosa, ¿No es así Lily?- preguntó Ron al ver que no había ni picado el filete. Trate de fingir una sonrisa.
-Bastante.- le respondí tomando una gran porción de puré con la cuchara y la metía a mi boca.
En verdad estaba delicioso.

Hermione me miró con asco al ver mi acción y le sonreí. Ella rodó los ojos divertida.
-¿Qué creen que pasó para que Hagrid no pudiera venir este año?- preguntó Harry. Me encogí de hombros y suspiré.
Ron y Hermione se tenían que esperar a que todo acabara ya que son perfectos, igual Draco. Así que me podría ir sin que ni uno me viera. Excepto Harry.
Cuando la profesora nueva, Umbridge, se levantó e hizo además de interrumpir el discurso de Dumbledore le susurré a Harry que me iba.
-¿Te sientes bien Lils?- preguntó. Le traté de sonreír.
-Si, sólo necesito descansar. Nos vemos.
Salí con cuidado del Gran Comedor y me dirigí fuera de esa zona. Seguí caminando sin rumbo fijo. Ya no quería irme a mi sala común.
Caminé, vagando por los corredores del castillo. No deje de caminar en ningún momento.
Después de un tiempo me acerque a las escaleras para la Torre de Astronomía y las subí, al llegar me encaminé al barandal y respire profundamente el aire frío de la noche.

Me senté y no deje de ver la luna, esta era del color de sus ojos. Plateada, como de mercurio.
Me sorprendí a mi misma pensando en Malfoy.
Sonreí al recordar su actitud de preocupación en el tren.

¿Qué me pasaba? Acababa de perder a la que hasta ahora, creía que era la persona más importante de mi vida, la que me conocía perfectamente. La que me amaba.

Recordé también como Malfoy se había declarado en este mismo sitio. Y de cómo yo no supe qué hacer.

¿Y si lo amaba? ¿O sólo amaba el sometimiento?

Recordé su sonrisa blanca y su cabello rubio platinado. Su olor a menta.

¿Qué me pasaba?

Oh rayos...

Malfoy, eso era lo que me pasaba.