Supo en el momento en que Umbridge puso un pie en su escuela nada estaría bien. Había llenado un muro entero con sus estúpidos decretos institucionales (reglas estúpidas) y Hogwarts parecía una prisión más que una escuela.
-¿En que número va?-preguntó Ron mientras pasaban cerca.-¿En el quinientos?
-Ya llenó un muro, se va a seguir con el otro.-respondió Lily-Llenará la escuela con ellos.
-¡Alto ahí!-escucharon la voz que los cuatro más odiaban, aunque Lily creyó que jamás la volvería a oír.
Draco Malfoy estaba el la brigada inquisitorial creada por Umbridge, una especie de versión de prefectos con más poder, pero solo de Slytherin, y obviamente, él estaba en ella. La insignia brillaba junto con la "P" de prefecto en el pecho de Malfoy. Ron y Lily rodaron los ojos al verlo acercarse a ellos con el gesto altivo y arrogante, pero rehuía la mirada de ella.
-Me temo que tendré que bajarte diez puntos Weasley, por esa corbata mal amarrada, Granger, estabas hablando mal de nuestra querida directora, cinco puntos menos. Potter, diez puntos menos porque me caes mal.
-¿En serio Malfoy?-dijo ella. Era la primera vez que le hablaba en días. Él la miró, frialdad en la mirada. Eso le dolió.
-Muy en serio Potter, no cuestiones mi autoridad o también te bajaré puntos.-amenazó-A este punto, Gryffindor no ganará la copa este año, Slytherin tiene ya la victoria asegurada.
Y se marchó.
-Saben qué-dijo ella-Lo voy a matar-dijo avanzando al rubio que se alejaba por el pasillo. Pero sus amigos la detuvieron.-Algún día no van a estar ahí y lo mataré.
-Pero hoy no es ese día-dijo Hermione-Vamos con McGonnagal para que nos ponga en la lista de los que se van por Navidad.
Malfoy estaba bajando la maleta por los escalones que daban a la puerta principal, se encontró con Potter, todo el clan Weasley, Granger y Lily. Todos tenían un brillo de felicidad en sus ojos, iban a ver a sus familias y pasar la Navidad felices, y él, él tenía que aguantar a su loca tía fugitiva todas las vacaciones. Estallaba de felicidad claramente.
Dejó la maleta y se acercó a la puerta para que se la llevaran, y escuchó su voz. Impresionado se dio la vuelta.
-Feliz Navidad, Draco-dijo ella. Sus amigos ya habían salido, ella estaba de pie frente a él con una pequeña sonrisa. Él alzó la ceja.
-Feliz Navidad también-dijo con nervios-Supongo.
Ella le sonrió pero un destello de enojo y tristeza asomaba en su mirada, seguramente por lo que había hecho anteriormente, pero él simplemente de fue. Tenía el corazón apretado, le dolía verla así. Pero si ella no podía sentir lo mismo, ¿qué más le quedaba?
Lily salió con un suspiro y le sonrió a sus amigos y su hermano.
-¿Encontraste el galeón?-le preguntó Harry, ella sacó un galeón de su bolsa, jamás lo perdiió pero era la excusa, y asintió.
-Si, vamos.
El señor Weasley estaba mal herido, pero sonreía a todos sus hijos y a los amigos de ellos con cariño. Fue una Navidad sencilla en Grimmauld Place, antiguamente, la casa de los Black.
Lily y Harry fueron directamente por Sirius la mañana de Navidad, aún no se había levantado nadie excepto ellos tres, necesitaban respuestas.
-¿Quién es ella?-fue lo primero que preguntaron. Sirius, sabiendo de que se trataba, suspiró.
-Su madre tenía una hermana, una melliza.-comenzó Sirius.-Se llamaba Lily. Ella había salido con su padre hacia mucho, antes de que su madre fuera transferida a Hogwarts. Pero rompieron y quedaron como amigos, luego su padre vio a su madre y cayó. Se enamoró de inmediato. Se casaron después de que Lily se hubiera casado con alguien que conocen, es increíble, lo sé. Pero ella estaba enamorada, y sé que él también lo estaba.
-¿Con quién se casó?-preguntó Harry.
-Conmigo.-dijo una cuarta voz. En la puerta estaba de pie Severus Snape con la mirada triste.
-¡Por Merlín!
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𝗟𝗶𝗹𝘆 𝗣𝗼𝘁𝘁𝗲𝗿 𝘆 𝗟𝗮 𝗢𝗿𝗱𝗲𝗻 𝗱𝗲𝗹 𝗙é𝗻𝗶𝘅
FanfictionCONTINUACIÓN DEL LIBRO "LILY POTTER Y EL CÁLIZ DE FUEGO" [Se recomienda leerlo antes de esta] Sin su ancla, Lily Potter se las tendrá que arreglar sola para sobrevivir a un año más en Hogwarts. Ella, su hermano y sus amigos enfrentarán esta vez a...