El Slytherin caminaba con paso cansado, el ser prefecto no era la forma en que quería pasar este año. Odiaba a los chiquillos de primero. Eran escandalosos y arrogantes, como él en su primer año.
Decidió dar una vuelta por la torre más alta de la escuela, la de Astronomía.
Subió todos los escalones con paso aburrido, vaya que lo estaba. Al llegar a la cima se percató que alguien más se le había ocurrido la misma idea. Suspiró y sacó la placa de prefecto.
Ansiaba con ganas que fuera un Gryffindor o un Hufflepuff para bajarle al menos veinte puntos.
Para su sorpresa, gracias a la luz de la luna pudo identificar a la dueña de la melena roja castaña. Se maldijo y tratando de huir tropezó con algunos bancos, ya que a pesar de ser una torre era un aula de clases igual.
Por el ruido de la caída del rubio, Lily Potter se dio la vuelta con varita en mano. Pero al ver los ojos del color de la luna dio un paso atrás chocando la columna.
-¿Malfoy? ¿Qué haces aquí?-preguntó nerviosa.
-Te puedo hacer la misma pregunta Lily, soy prefecto y se supone que tú debes estar en tu sala común. ¿Qué haces aquí?-preguntó molesto. Lily se encogió de hombros.
-Al inicio de la cena me fui del Gran Comedor y llegué aquí. Supongo que estuve más del tiempo que esperaba pero no quería volver allí ni quería irme a la sala común.
-¿Estás bien?-preguntó Draco acercándose.
Durante todo el verano Harry le hacía la misma pregunta, y todas esas veces ella le respondió un "si, estoy bien", una mentira. Miró los ojos de Draco y un hormigueo le recorrió de cabeza a pies. Él alzó la ceja esperando una respuesta. Ella sonrió un poco, con un deje de nerviosismo.
-Estoy mejor.-dijo, y esta vez lo decía con sinceridad.
Draco sonrió ante la respuesta y dio un suspiro.
-Me temo que te debes de ir, si los otros prefectos te ven o se enteran de que estoy aquí contigo en vez de estar haciendo mis rondas...-se interrumpió por el asentimiento de la pelirroja.
-Entiendo, nos vemos mañana Malfoy.-se despidió y él se acercó y le beso la mejilla.
Lily bajo las escaleras con cuidado, pero una sonrisa tonta estaba en su rostro. Oyó pasos del pasillo siguiente y se escondió detrás de una estatua. Vio como el prefecto de Gryffindor, ósea su mejor amigo Ron se paseaba mientras en su rostro tenía una cara de sueño increíble. Se aguantó la risa al verlo.
Si él estaba por aquí eso significaba que Hermione estaba cerca. Cuando el pelirrojo dio la vuelta con dirección a las mazmorras ella corrió en silencio pasillo arriba. Maldecía que su sala común estuviera muy lejos de la torre de Astronomía. Escuchó pasos nuevamente y se volvió a esconder en una columna. Era Hermione.
Pero ella siguió con pasó firme sin verla, tal y como Ronald, ella tenía los ojos cansados pero abiertos con decisión. Cuando Hermione bajo el último escalón y desapareció por el pasillo, siguió con su escabullida.
Al llegar a la sala común el retrato de la dama gorda estaba sorpresivamente despierto.
-¿Qué hace tan tarde de pie niña?-le preguntó.
-Sopa de grillos-dijo la contraseña ignorando la pregunta de la dama. El retrato se abrió dejando ver la sala común de los leones. Suspiro y subió las escaleras a su habitación. Cuando entro encontró a Brown y Patil completamente dormidas. Se tumbó en su cama e instantáneamente se quedo dormida.
Esa fue la primera noche que no solo con el cementerio, ni con los ojos rojos o los castaños de Cedric.
En su lugar soñó con unos ojos plateados.
----A la mañana siguiente Lily se despertó, una sonrisa pequeña adornaba su rostro. Hermione le hacía preguntas sobre anoche.
-Lily, yo me fui a hacer mis rondas a eso de la media noche, y te aseguro que no estabas en el cuarto.-explicó por enésima vez la chica de cabello castaño. Lily se encogió de hombros.
-Tal vez no me viste-dijo simplemente con una sonrisa traviesa.
A Hermione se le hizo raro ver esa sonrisa en el rostro de su mejor amiga. Ya hacía mucho que no la veía.
Ambas entraron al Gran Comedor y se fueron a sentar donde Harry y Ron ya estaban disfrutando del desayuno.
-Buenos días-dijo Lily y Ron le respondió con la boca llena de pan con mermelada un "Buenos días a ti también Lily". Lily río ante eso.
Harry y Hermione se quedaron viendo impresionados del ruido que la pelirroja había emitido. Pero ninguno dijo nada.
-Hoy es nuestra primera clase de Defensa.-comentó Hermione sirviéndose jugo de calabaza. Harry asintió.
-¿Cómo creen que sea?-preguntó Lily. Ron hizo ademán de hablar pero empezó a toser gracias al jugo y los tres bocados que le había dado al pan.
-George dice que es lo peor-dijo después de casi ahogarse. Harry gruñó.
-Será mejor que ya vayamos, no queda mucho para que comience.
Los demás asintieron y tras tomar sus cosas comenzaron a caminar al aula de Defensa Contra Las Artes Oscuras.
-¿Qué te sucede hermanito?-le preguntó Lily a Harry alejándose un poco de Hermione y Ron que estaban conversando sobre lo horrible que era la profesora de Runas, según Ron.
-Seamus cree que miento sobre Voldemort-explicó y Lily suspiro.
-Ya veo-dijo-Según Hermione, Brown también lo cree.
-Si, me lo dijo hace rato. ¿Así que ahora somos los mentirosos de Hogwarts?
-Parece que sí-dijo ella sin importancia.-Escucha, que ellos crean lo que quieran. Pronto se van a dar cuenta de que están muy equivocados hermano.
Harry no respondió pero le sonrió con cariño a su hermana.
Llegaron a la clase y e sentaron, Harry con Ron y Hermione con Lily. Los alumnos de la casa de las serpientes llegaron y con ellos un aire de tensión en todo el aula. Lily observó como Malfoy se sentaba en la esquina opuesta con Nott. Él le regaló una sonrisa casi invisible pero bastante bonita para ella.
Hermione, que era muy observadora, le exigió una respuesta.
-¿Qué pasa entre Malfoy y tú?-le preguntó de golpe y en voz baja.
Lily empalideció.
-¿Qué? Lo único que pasa entre nosotros es un odio hacia el otro Hermione.-contestó tratando de sonar asqueada.
Pero no lo logró.
-Oh vamos Lily-le dijo Hermione con una sonrisa.-Lo que sienten nos es odio.
-¿Cómo te enteraste?-susurró Lily.
-Soy observadora.-respondió con simpleza la otra chica.
-Te lo contaré todo ¿de acuerdo? Pero no aquí. -prometió Lily y Hermione sonrió con triunfo.
Mientras hablaban, Parvati Patil había hecho un pajarito de papel, con magia, este volaba por el salón. Malfoy lo observó mientras este se posaba en la cabello de Lily, la cual río y dejó que siguiera volando.
Hacía mucho que no escuchaba la risa sincera de Lily.
El pájaro de papel siguió volando, hasta que se prendió fuego y cayó a donde su dueña, quien lo observaba con tristeza. Todo el alumnado volteo a ver enfrente encontrándose con la profesora Umbridge.
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𝗟𝗶𝗹𝘆 𝗣𝗼𝘁𝘁𝗲𝗿 𝘆 𝗟𝗮 𝗢𝗿𝗱𝗲𝗻 𝗱𝗲𝗹 𝗙é𝗻𝗶𝘅
FanfictionCONTINUACIÓN DEL LIBRO "LILY POTTER Y EL CÁLIZ DE FUEGO" [Se recomienda leerlo antes de esta] Sin su ancla, Lily Potter se las tendrá que arreglar sola para sobrevivir a un año más en Hogwarts. Ella, su hermano y sus amigos enfrentarán esta vez a...