2.Arrogancias y el obstante juego.Ya había pasado un mes enteró desde qué la secundaria se volvió loca, aún no cambiaban las cosas todas las chicas estaban emocionadas con ése, cómo si fuese la primera vez, el primer día.
Desde aquél día Jazmín no volvió a verme, evitaba hacerlo. Evitaba cruzar cualquier palabra conmigo, me sentía sólida y dolida por éso. Pero se enojó por alguién qué no conocía y qué nisiquiera le volvió hablar. Al menos eso creía. Mi orgullo erá muy grande cómo para ir arrastras a rogarle. Ella sabía que no lo haría cómo yo sabía qué ella tampoco vendría a mi.
Suspire.
Antes de entrar al salón vi qué muchos de la segundaria estaban jugando, contandosen muchos de sus secretos privados y eso me horrizaba. Oía que preguntaban sobre su virgnidad y para decir verdad todas incluyendo a los hombres ya no lo eran y quedé es shock por eso. Faltaban solo tres chicas, qué ya se acercaban al juego y puse atención para ver qué decían sobre ello, el que hacía las preguntas de ese islámico juego era Manfer el chico nuevo. Me acerqué hasta donde todos estaban muchos me miraban mal, tenían razón sabían que yo no erá amante ni amigable a estas arrogancias, pero quería saber qué r esponderian las chicas, lo qué ellas respondieron me dejo impactada, jadeé.
Cerré mi boca y respire profundo.
Era la única que en toda la institución erá virgén. Esto era demasiado, no podía creerlo estaba shockeada. Siempre pensé qué habían más chicas qué sé valoraban en ése sentido. Quizás en otra institución. Nisiquiera mi mejor amiga lo erá, pensaba qué si era pura de cuerpo y alma. Pero estaba equivocada. Ya erá un don. Nunca me dijo qué perdió la virginidad con su ex Donovan. Oh... con otro chico, no le sabía. No sé cuando, cómo, ni dónde, ni con quién.
Antes de qué pudiese irme escuche qué dijierón mi nombre y voltee a ver quién sé había atrevido a llamarme.
- ¿Por qué no vienes a jugar? Eres la única qué falta de responder - Su cara era con una sonrisa de oreja a oreja.
No caería tan bajo, no jugaría ese tonto juego.
- ¿De verdad crees qué no tengo dignidad? Piensas qué yo voy hacer tán ingenua a jugar tú lobotomía de juegos. Sólo te diré algo yo no soy igual que ellas, o que todos ellos.
Todos me miraban con abstención y muchos bajaron la cabeza y mi mejor amiga, bueno ella, ella me miraba con indignación, inusitada se veía ofendida pero yo me sentía peor qué ella.
- No juegues a la Santa -¡Exclamó Jazmín! - Ya no era Manfer ahora era ella, lo defendia, sé metía en conversaciones, cómo la a cambiado ése chico, más bien como se a cambiado ella sola. Le desconocía. - No le juego, lo soy y lo sabéis. - Sé levantó desde dónde estaba - Bueno es verdad, es una mugre inatomica, instintiva, una hernia de virgén.
Cerré los ojos.
Estaba subordinada por lo qué Jazmín había dicho, pero no me sentía mal, al contrario. Pero... ¿en serio tan bajo había caído? ¡Por un chico! Qué ingenua, no reconocía a Jazmín para nada, no erá la mujer tierna qué conocía, humilde y sobre todo con un gran corazón, nisiquiera con su novio erá así, si esqué aún conserva su novio. La desconocía por completo y ahora más que nunca sabía qué nunca fué una amiga... bueno no pensaré éso fué una gran amiga, pero no sabía qué le pasaba ahora, su reacción erá hipnótico, diferente.
Todos estaban sorprendidos nadié tampoco creía la reacción de Jazmín sabían qué éramos muy unidas y esos les hacía intriga a todos.
Bajé la cabeza.
(...)
Estaba en clases de física, veía cómo Jazmín ahora se la pasaba en el grupo de las populares, bueno quiero decir de las popuputas, en serio que no reconocía a Jazmín ya hasta me obstiga pensar o decir su nombre.
Estaba caminando hacia los baños para cambiar el uniforme de física estaba furiosa porqué los profesores no se presentaron y me hicieron pasar tiempo con éstos fomentada de estudiantes qué ahora tengo, es decir; mis nuevos enemigos.
Sentí un bolazo en mi cabeza, qué hizo qué me cayera y qué hizo qué todos perciban mi mala suerte.
Todos se burlaban y decían cosas muy feas hacia mí.
Y, ¿adivinen qué? Era Manfer, le odiaba, lo podía hasta jurar.
- Eres un patético, mirá lo qué me acabas de hacer, eres un imbécil, no pudiste fijarte acaso - Me levanté y suspire.
- Lo siento fué sin querer.
Quién creería éso.
- No te creó, lo hiciste al propósito, hay mucho espacio para qué el balón cayera hasta aquí.
Manfer estaba un poco sorprendido y con el seño fruncido, pero me dió su mano para levantarme ya qué yo seguía en el suelo.
- Quítate de mi camino, porqué querrías ayudarme, no hay motivos, eres un mimado - Comenté levantándome.
- Deberías de estar agradecida que ibas a tocar mi mano y qué te golpie.
Que idiota. Erá evidente qué toda su vida a sido un completo arrogante.
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El Popular
Teen FictionEra el chico más popular, el que menos me interesaba. ¿De verdad tenía que ser justo yo? Una chica simple que no le prestaba ni atención. Que mal el escoger aveces, dicen que te puedes arrepentir.