El Popular

Cuatro

  4.Eligiendo una decisión correcta, hasta ahora.

No sé si en realidad deba salir con él, no me siento cómoda, ¿Por qué cambiaría de la noche a la mañana? La verdad no tenía respuesta sobre éso, pero no tardaría en tenerla. Éso lo juraba.

(...)

Oía sónar mi teléfono, así qué decidí ver qué era la insistencia. Pero, no salí con la mejor noticia. Era Manfer, quería verme ya. Estaba lista, pero... ¿Tan pronto? Desde ayer han pasado miles de cosas por mi mente. Aún estaba a tiempo de arrepentirme. Y no lo quería hacer. Tenía dieciséis mensajes diciendo lo mismo. Me decía qué nos encontráramos por los arbustos qué están a dos cuadras de mi casa, que me esperaría.

Suspiré. Pero no lo niego, sentí un estallido en mi.

Me levanté y salí rápidamente, como mi madre no estaba sólo deje cerrado con llaves y guarde el llavero donde siempré; debajo de la patilla de una silla.

Iba llegando exactamente a ese lugar y, ya me estaba comenzando a poner nerviosa, nosé qué sucedía en realidad, tampoco sabía porqué me sentía así, tan incómoda.

(...)

- Llegastes, gracias por venir. -Dijo con aquella sonrisa qué me ponía como idiota.

- Con tú insistencia. -Dijé entré palabras.

- ¿Cómo has estado? En serio no me sigas haciendo estó, yo te quiero. -Murmuró jugando con sus manos.

- ¿Qué no te siga haciendo que? ¿Me quieres? Jah, cuida tus palabras es un dilema muy grande. ¿Cómo dices quererme? Por favor, nos conocimos tán solo unas semanas, meses. Ni siquiera somos cercanos. - Frunci el ceño.

- ¿Qué dices? Un día erá suficiente para volverme loco por ti.

Mi corazón se detuvo rápidamente, observé sus bellos ojos, me di la vuelta para irme.

- Estas loco. - Grité y me marché.

En ese momento Manfer agarró mi brazo y me jaló hacia él.

- Me lastimas Manfer. Que te sucede sueltame. - Exclame suavemente molesta.

- No, no te voy a soltar mujer. Me vuelves loco.

En realidad me había quedado impactada , no sabía que decir, cómo reaccionar, qué decisión tomar. Respecto a él, no sabía si golpearlo o simplemente correr y dejarlo.

- Mira Manfer estás precipitando las cosas. Yo no quiero una relación y menos contigo. - Grité desesperada.

- ¿Quieres ser mi novia?

Suspire.

- No.

- Pues no te vas de aquí hasta que me digas que sí.

Me alzó, si me alzó erá un imbécil.

- Te volviste loco sueltame.

Sentí sus cálidos labios sobre los míos,  Pero no me limité a seguirle así que tiré un golpe en su cara. Más bién un manotazo.

- Pegame mujer, no me importa, pero se mi novia.

Nuevamente me volvió a besar y acepté el beso, ya no me podía negar como una niña cuando no le compran su juguete preferido. Lo besé.

En realidad me sentía muy confundida, no sabía si erá la mejor decisión, pero tenía qué olvidarme de todo lo anterior.

- Admitelo te encanto. Murmuró riendo y poniendo sus brazos en mi. - Dijo satisfactorio.

Él tenía toda la razón me encantaba así qué no podía fingir lo contrario. Sólo sentía qué iba a ser el Ángel de todo esté vacío qué ahí en mi. Pero no, no lo aceptaría de una vez, no sería así, yo no.

Me bajé cómo pude volando manotazos.

- Eres un idiota, nunca vuelvas a buscarme, tú no me respetas cómo haces éso de nuevo, sólo déjame en paz, para siempre idiota. - Estaba ruborizada, pero me ardía la sangre con sólo pensar qué erá una más.