Corrió por todo el castillo, a la misma velocidad que las lágrimas en sus mejillas, se sentía atrapada dentro de sí misma, solamente quería ser libre. Sin embargo no podía ignorar el dolor que surgía desde la profundidad de su pecho, la sensación de que habían mutilado una de sus extremidades.
Era una fiel creyente de que no necesitaba de alguien para ser feliz o estar completa, pero ¿Por qué se sentía así? Su vida estaba planificada al lado de su eterno amor, no terminó de asimilar que Ron se había ido.
Sabía que un consejo de la peculiar y sabia Luna Lovegood la ayudaría, siempre, después de confundirla lograba tranquilizarla, pero estaba más lejos de lo que jamás se había imaginado.
Sus grandes amigos, Theodore y Neville se encontraban en algún lugar del castillo, tan grande que le fue imposible encontrarlos.
El peso de todo lo ocurrido caía sobre sus hombros,se sentía agotada y sola, eso no era justo.
Bajo ninguna circunstancia sentiría odio por el pelirrojo y eso lo sabía, estuvo muy enojada al comenzar la guerra pero jamás se dispuso a odiarlo, ya era parte de ella, como un amigo, por muy doloroso que fuera aceptar sólo unas migajas.
Así es, Hermione Granger, la mujer que siempre luchó por sus propósitos, perdió sin tener posibilidad mínima de ganar, no podía forzar el amor del Weasley y ahora, resignada caminaba con las palabras ahogadas en su garganta y el corazón punsandole.
Mientras corría a su lugar privado escuchó algunas voces, niños de Ravenclaw habían descubierto su rincón y hablaban acerca de cosas triviales.
Caminó resignada al baño de prefectos y encontró a una pareja discutiendo, cosa que la hizo recordar más a su fallido amor. Igual extrañaría eso.
Buscó otro lugar, sin embargo todo estaba repleto. Así que, en silencio entró a la torre de premios anuales, espera tener suerte para no tener que encontrarse con su compañero...
Si no ves, a dónde puedes escapar y tus cuatro paredes se comienzan a cerrar.
Si no hay, amigos para descargar, las cosas que provocan que te cueste respirar.
Si no hay, un rincón para llorar y te ves, extraña de cualquier lugar.
Ven a mí, estrella ven a mí, tengo un cuento que te volverá a subir, al cielo.
Ven a mí, pequeña ven a mí, aunque luego te tengas que ir amor, lo entiendo...
Entró de la manera más silenciosa que pudo, Draco Malfoy estaba en el sillón, con los ojos cerrados pero no dormido, sintió a su pareja llegar desde que estaba en las escaleras, reconoció su olor, sus sentimientos, la estaba esperando.
La Granger no se sorprendió, su día no podía ir peor sabía que la iba a molestar con su altanería, pero decidió pasar en silencio a su habitación, no tenía energías para eso.
El rubio no pudo más y se atravesó en su camino, luchando contra su orgullo, veela pero igual Malfoy, la estrechó contra su pecho y besó su frente, en silencio la condujo a su habitación.
Ella sólo se quedaba en silencio, era a pesar de todo algo bueno, pues fue reconfortante.
Él la arropó, no dijo nada, sólo tarareó una nana hasta que se quedó dormida, él sería su refugio.
Al final no entendía nada, sólo el amor infinito que ésta causaba en el. Salió en silencio de la habitación, también necesitaba descansar, había tenido un día muy Malfoy.
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¿Sangre veela?
Fanfiction¿Qué pasa cuando todo lo que piensas realmente no es? Todos después de la guerra han cambiado y las circunstancias se vuelven nuevas. Una tregua, un destino y dos personas, ¿Qué puede pasar? Pd: la portada no tiene nada que ver, es que me gusta m...