Capítulo XIV.- Al despertar.

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Meses después de esa plática todo estaba cambiado, llegaron al acuerdo de hablarse dentro de la Torre con total libertad, sin embargo, fuera de esos muros no sabían cómo manejarlo, principalmente ella, se saludaban en las clases ligeramente, él había bajado un poco su reputación de mujeriego, se le veía más apacible desde que cohabitaba con la chica del cabello rizado, nadie sabía que era por eso, de hecho, todos estaban asumiendo que se comportaba diferente por haber madurado en la guerra, sólo él sabía sus motivos. Ella, por otra parte, no tenía una reputación que limpiar, siempre había sido amable, inteligente y dispuesta a ayudar a aquellos que la tratasen bien, aunque eso no significaba que no supiera defenderse, aunque después de ser la mano derecha de Harry Potter, muchos la idolatraban, a pesar de que una minoría sintiera envidia disfrazada de desprecio.
Bueno, ni ellos sabían cómo iban a ser las cosas en adelante, se veían a diario, hacían sus tareas juntos, a veces sólo se sentaban uno frente al otro y se sonreían.
Draco tenía cierta curiosidad por el mundo muggle, Hermione pasó ahí toda su vida, le habló de televisores, celulares, aparatos como videojuegos y los reproductores de música. De principio fue difícil de aceptar que su vida iba a cambiar drásticamente, se tendría que inculcar una cultura que siempre le habían enseñado a despreciar, eso sólo si la quería mantener en su vida, entonces comenzó a hacer preguntas, eventualmente, cuando ella se lo pidiera, irían juntos a pasear por la zona muggle, o eso pensaba él, las cosas estaban yendo bien.
Ella por su parte, era la que estaba de verdad asustada, se iba a enfrentar a cosas totalmente nuevas, a romper los prejuicios que incluso llegó a creer, dentro de los muros de la torre estaban a salvo el uno con el otro, podían abrirse conforme se fueran sintiendo listos, juntos habían construido algo peculiar, se acercaban, Draco estaba confiado en que las cosas saldrían bien, su destino estaba prescrito, pero Hermione no tenía idea, de querían conocer y sinceramente no estaba indiferente al respecto, es difícil confiar después de todo lo vivido, cuando conoció a Ron y a Harry fue diferente, eran inocentes y podían entablar sus relaciones amistosas con facilidad, ahora era diferente, sus perspectivas habían cambiado.
Se sentían atraídos el uno por el otro, aunque no lo admitieran directamente, Draco lanzaba comentarios a modo de juego al aire acerca de qué era perfecta, aprendió a enfocarse en lo bueno, no podía seguir encaprichado con la idea de que era una molesta sabelotodo, de eso dependía su futuro. Ella hablaba acerca de lo mujeriego que era, que le parecía irresistible a las chicas, a veces incluso le decía "Puede que tengas algo interesante, puede que por eso te sigan tanto", no era otra seguidora del "chico malo" del castillo, era más de caballeros, estaba confundida por esa atracción, se sentía como el magnetismo, pero eso era lo peor, no era algo que controlase, además, desde su ruptura con Ron habían pasado los 7 meses más rápidos en su vida, ¿no sería imprudente sólo abrirse a alguien más en poco tiempo? Ella estaba segura que su amor por él creció durante años, que no iba a desaparecer de la nada, pero entonces ¿por qué su corazón se aceleraba cada vez que ella y Draco hacían largos contactos visuales? ¿Cómo estaría Ron con eso?
En esa ocasión estaban sentados uno frente al otro, el rubio había prometido no leer su mente sin autorización, sin embargo, la cara de preocupación de la castaña lo estaba matando, intentó no invasor demasiado, sólo averiguar qué la estaba mortificando...

¿Sangre veela?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora