¡¡Por fin soy libre!! ¡¡Puedo caminar!! y solo tengo que volver todas las tardes una hora durante dos semanas para rehabilitación, así que estoy súper contenta tanto que hoy me he puesto lo más guapa que he podido para celebrar caminares nuevos. Incluso me he rizado el pelo ligeramente Y me he maquillado para ir clase, cosa que no es muy común en mí que solo me arreglo para ir a fiestas. Hacía mucho que no iba a una, porque entre la depresión post Roma y el accidente ya me había perdido tres fiestas, aunque corría un rumor por el insti que decía que Adrián iba a hacer una fiesta en su chalet este finde porque sus padres se van a la playa, pero es entre improbable e imposible que me inviten a esa fiesta.
La familia de Adrián tiene mucho dinero y sus fiestas son las mejores con diferencia pero solo puedes ir con invitación suya o como pareja de alguno de sus amigos lo que significa que tenías que tirártelos para poder ir, y eso no va mucho conmigo. Antes íbamos por que Dani nos llevaba a todos, pero hace mucho que las cosas habían cambiado. Una de las últimas a las fuimos fue cuando Mire salía con David, el mejor amigo de Adrián, él se lió con otra esa misma noche, Mireia pasó bastante mal pero ahora ella salía con Álvaro y pasaba bastante de David que seguía tan mujeriego como siempre.
—¿Valla quien ese pivonazo? —pregunta Alexis lo suficientemente alto como para que la gente en el pasillo se dé la vuelta a mirarme. Yo me sonrojo.
—La silla te quedaba muy bien pero me gustas más así Millán, nos vemos en el laboratorio.
El comentario me sorprende, no venía de nadie de mi grupo si no de Adrián, Adrián me ha piropeado, a mi.
—Ahhhh!! ¿Sabes quién es? Y te ha piropeado —gritaba Bea sobresaltada —Seguro que te invita a su fiesta de este sábado —Bea igual de descarada y positiva que siempre, su comentario como de costumbre me hice reír.
Yo me limito a seguir riéndome Bea y Yoli están como locas igual que Alexis que no para de decirme que Adrián tiene toda la razón, que hoy estoy muy guapa, mientras que Dani que hoy nos ha honrado con su presencia (sarcasmo) está serio. Me gustaría saber que piensa en este momento ahora que la tortilla estaba dando la vuelta pero entonces se fue.
Dani
—La silla te quedaba muy bien pero me gustas más así Millán.
Nada más oír el comentario me enfade y me entraron ganas de pegarle una paliza pero en su lugar me giré hacia Clara para ver su reacción, está un poco sonrojada, y no dice nada y aun me enfado más así que me voy. Hoy iba a llegar pronto a historia, lo que fuese con tal de no quedarme allí.
Clara
Suena la campana y salgo de lengua rápido hacia mi taquilla para dejar los libros e ir al laboratorio. Como cada lunes me toca correr ya que el laboratorio está en la otra punta del edificio, al menos ya no tengo que hacerlo en silla de ruedas y llegar realmente tarde a clase.
—¿De dónde vienes siempre tan tarde Clara? —me pregunta Adrian como cada lunes mientras me siento, y es que solía llegar justo después que la profesora todos los días, nunca fallaba. Lo único es que había pasado de ser "Ey" a Clara.
—Ya sabes que tengo lengua antes y el aula está lejos de aquí —me explico mientras recupero el aliento,
Tras un corto silencio de apenas un par de minutos Adrián inicia conversación cosa que no había hecho nunca.
—A pesar de estar casi sudando sigues igual de guapa que antes Clara —dice.
Yo me limita a sonreír, asentir ligeramente y aceptar su cumplido mientras recupero el aliento.
—Vaya dos cumplidos es un mismo día y no recibo nada a cambio —se queja fingiendo pena.
¿Esta coqueteando conmigo?
—Lo siento no soy buena con los cumplidos y tampoco se los digo a cualquiera —digo vacilona para que viera que no soy fácil y que pasaba de él.
—Bueno, no te lo tendré en cuenta mientras vengas este sábado a mi fiesta.
—Suena buen plan, pero no sé si es el tipo de planes que me gustan —contesto sarcásticamente
—Vamos Clara, ven como mi acompañante —dice sonriendo y apartando su pelo castaño de la cara con la mano.
—Bueno, lo cierto es que no está en mis genes rechazar una buena fiesta —añado
—Entonces si vendrás —sonríe él triunfante.
—¿Quién ha dicho que tu fiesta vaya a ser buena? —digo recuperando mi tono vacilón mientras nos miramos como si nos estuviéramos retando.
Entonces suena la campana que anuncia el descanso pero no nos movimos hasta que todo el mundo salió de la clase como si ganase el que más rato aguantase la mirada seria en el otro.
—Bueno Clara —dice mientras rompe el contacto visual y sonríe —Piénsatelo y dime un si antes del viernes, necesito una acompañante a mi altura —me guiña un ojo y se marcha.
Yo me entretengo en recoger mis cosas y cuando salgo de clase ya no queda casi nadie en el pasillo. Salgo fuera del edificio para encontrarme con mis amigos bajo la misma sombra del mismo árbol de todos los días donde ya están todos.
Suena la campana que indica que el día de insti del lunes terminaba. Al fin, estas tres últimas horas se me han hecho eternas, pero lo bueno es que Bea ya tiene carnet de conducir y nos lleva a mí, a Alexis y a Mire a casa en coche lo que es una pasada, así que una vez estuvimos todos Bea arrancó.
—Espero que os haya ido bien el día por que el mío ha sido un asco —se queja Alexis.
—Para nada, una mierda —dijeron Bea y Mire a la vez.
—¿Y tu Clara? —pregunta Alexis —Estás muy callada.
—Yo... eh... bien si, normal —respondo bastante despistada.
—¿Qué te ha pasado hoy 'Clara'? —pregunta Bea mientras añadiendo ese "Clara" tratando de imitar la voz de Adrián
—Nada, bueno Adrián me ha invitado a su fiesta del sábado como su acompañante.
Entonces Bea frena igual de rápido que si fuera a pasar un animalito por la carretera, para girarse a mirarme.
—¿Le habrás dicho que si verdad? —exclama mi pelirroja amiga.
—Casi nos matas —digo yo exagerando la situación.
—¿¡Clara?!— dice ella para que le conteste mientras Alexis y Mire me miraban todo lo cerca que pueden desde los asientos traseros.
—¡Pues claro que no! —digo tajante.
—¿Es que acaso le has dicho que no? —pregunta Alexis fingiendo indignación.
—Pues claro que no —repito.
—¡Clara! —gritan al unísono
—¿Qué?
—¡Explícate!
Mientras Alexis y Mire están atentos a la conversación como si les pagasen por ello Bea sigue conduciendo a pesar de prestarme más atención a mi que a la carretera.
—Bueno, él está acostumbrado a que la gente y sobre todo las chicas hagan lo que él quiere, es buena gente pero es un mujeriego como el resto de sus amigos, bueno... a lo mejor no tanto.
—¿Y? —dicen mis amigos al unísono.
—Que si quiere que valla a su fiesta como su acompañante va a tener que aprender que no soy como las demás chicas y currárselo un poco.
ESTÁS LEYENDO
Nuestro Secreto, Solo Nuestro
Roman pour AdolescentsCuando un viaje de estudios a Roma lo cambia todo, Clara, nuestra protagonista, se enfrenta a tener que perder a uno de sus mejores amigo. Además a la vuelta del viaje sin ella saberlo pasará a formar parte de una cruel apuesta que acabará por dest...