Epílogo

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Los mensajes y las llamadas eran constantes, de todos, Alexis, Bea, Mire... pero sobre todo de Dani, así que hice lo que cualquier persona hubiera hecho, me cambié el número de teléfono.

Luego empezaron a presentarse en mi casa, pero de nada les sirvió porque yo les tenía dicho a mis padres que no abrieran o dejasen pasar a ninguno. Cuando las visitas fueron demasiadas tome la decisión de que tenía que irme. No podía seguir viviendo allí porque tarde o temprano tendría que verles las caras y enfrentarme a ellos. Así tras hablarlo con mis padres y aunque me costó convencerlos me dejaron estudiar el último año de instituto fuera. Ellos seguirían en Berwyn porque su trabajo y sus vidas estaban allí y mientras yo me marcharía a vivir con una tía a Austin.

Cuando acabé el instituto me aceptaron en Columbia y me mudé a Nueva York. Ahora ya estoy en mi segundo año de carrera.

En este tiempo nunca he vuelto a hablar con ninguno de mis amigos y mucho menos con Dani. Muy de vez en cuando hablo con Luce pero nunca sobre ellos, solo de nosotras, de cómo nos va y todo eso.

Solo vuelvo a casa para visitar a mis padres cuando tengo vacaciones, y cuando voy no salgo de casa. Nunca nadie sabe si voy o no.

Y es que ¿Por qué voy a querer que unas personas que me arruinaron la vida supiesen algo de la vida nueva que tengo ahora?

Nuestro Secreto, Solo NuestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora