¡Crazy, Shining, Bizarre Love! [JosukexReader]

Cap. 13: Hora de volver a casa

Era hora de volver a casa. Habías pasado unos tres días en lo de Josuke, y a pesar de que tanto él como Tomoko te habían tratado de mil maravillas, tú echabas menos tu propia casa. Además, no querías ser una molestia para la madre del peliazul, y no podías dejar tu hogar abandonado por más tiempo. Alguien podría notar la ausencia de los dueños, y podría intentar entrar a robar.

-Josuke... hoy regresaré a casa- le dijiste esa tarde, cuando salieron del colegio.

Él detuvo la marcha unos instantes y te observó con preocupación.

-¿Estás segura?- te pregunta.

Te cuesta responder. Realmente desearías quedarte a vivir con el por siempre, pero sabes que tienes que volver.

-Sí. Algo malo podría pasar si dejo el lugar sólo por más tiempo.

Él asiente, pero su expresión delataba lo que realmente está pensando. No está de acuerdo contigo.

-¿Te importaría si... te hago compañía hasta que lleguen tus padres?- suelta repentinamente.

-¿C... cómo?- preguntas, dudando del significado de sus palabras.

-¡No me refiero a nada extraño! Bueno... a menos que tú...- mientras decía esto, el peliazul se tomó de la nuca y bajó la voz poco a poco.

Esperaste a que continuara, pero no lo hizo. Sentías tus mejillas enrojecidas, y el corazón golpeando con fuerza en tu pecho.

-Sí...- dijiste, y tu voz se quebró por los nervios. Te aclaraste la garganta y volviste a intentarlo -. Sí, puedes quedarte conmigo hasta que regresen mis padres...

Josuke dejó escapar una grandiosa sonrisa.

-¡Pero me ayudarás a cocinar a cambio!- exiges.

-¿¡Ehhh!? Ahora suenas como mi mamá, _____...

Le das un suave puñetazo (no tan suave) en el hombro, y lo vez reír con algarabía.

-Será mejor que me apresure y pase por casa a buscar algunas cosas. Nos veremos luego en tu casa- diciendo esto, el chico te saludó con la mano mientras corría en dirección a su hogar.

Sería interesante pasar unos días con él... a solas... Tú y el chico de tus sueños... sin nadie más en toda la casa... No pudiste evitar ponerte más nerviosa al pensar en eso. Apresuraste el paso y llegaste a casa más rápido que nunca. Revisaste los alrededores del exterior para constatar que todo estuviera en orden, y finalmente entraste. Todo parecía normal, tanto afuera como adentro de la casa. Sentiste un escalofrío recorrer tu espalda; habías olvidado lo tenebrosa que era tu casa cuando sólo tú estabas en ella.

Cerraste bien la puerta y te pusiste manos a la obra: debías ordenar todo antes de que él llegara. No es como si la casa fuera un completo desorden, pero había algunas cosas que no estaban en el lugar que debían.
Mientras estabas ordenando, recordaste que tu bolso había quedado en casa de Josuke. Sin perder un segundo lo llamaste a su teléfono.

-¿Hola?- te dice su voz del otro lado de la línea.

-Josuke, necesito que traigas mi bolso- le dices.

-¿_____? Ugh, ¿dejaste tu bolso aquí? ¡Voy a necesitar la ayuda de cinco hombres para cargarlo!

-Vamos, no exageres. Tráelo cuando vengas.

Luego de decir eso, cuelgas el teléfono, sin darle tiempo a Josuke para responder.
Una vez que terminaste de acomodar todo, comenzaste a prepararte tú misma. Una ducha rápida, un poco de perfume, y algo de crema corporal. Te aseguraste de rasurarte completa (aunque te avergüenza admitirlo, hasta en sitios que nunca antes lo habías hecho), y te pusiste tu mejor conjunto de ropa interior. Te vestiste de manera sugestiva, con una blusa visiblemente escotada y una falda corta y ajustada. Te aplicaste algo de maquillaje, y voilá, ya estabas preparada para recibir a Josuke.