Cap.6: Picante, picante...

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Jugar videojuegos relajó tu mente y acalló las preguntas que te aquejaban. Josule y tú acabaron por divertirse a lo grande, y no te arrepientes en lo más mínimo de haber faltado al colegio. Ahora, la tarde está cayendo, y pronto tendrás que volver a casa.

-Hey, Higashikata, debería ir volviendo a mi casa...- le dices.

-Ey, _____... puedes... puedes llamarme Josuke. Claro, si no tu quieres...- responde él, agachando la cabeza con cierta vergüenza.

-¿Qué pasa? ¿Tanta confianza hay entre nosotros?- le preguntas, sarcástica.

Él te mira asombrado, y sus mejillas se ponen rojas mientras comienza a rascarse la nuca.

-¡Ja! Es broma Higashi... digo Josuke- ríes. Aunque debes admitir que es algo complicado llamarlo por su nombre -. Wow, tendré que acostumbrarme a esto...

Él sonríe y clava su mirada en tus ojos. Otra vez sientes el calor en tus mejillas.

"¡Estúpida, deja de sonrojarte!" te dices, corriendo la vista. Sabes que no puedes mantenerle la mirada a aquel muchacho sin que tu rostro se ponga como un tomate.

Sientes una mano en tu mentón. Das un respingo, no te esperabas eso... El peliazul levanta tu rostro y te obliga a mirarlo. Se está acercando a tí, a tus labios...

-J... Josuke, ¿qué haces?- tartamudeas.

Pero él no contesta, y tampoco te suelta de su agarre. Sientes el calor de su respiración cercana a tu boca, y simplemente cierras los ojos... ¿Qué más puedes hacer? Sabes que besar a Josuke es un sueño hecho realidad, y no eres tan idiota como para dejar pasar la oportunidad...

Aunque... te preguntas si deberías permitirle besarte. Acaban de conocerse hace apenas una semana... y casi no saben nada el uno del otro... y tampoco es que tengas mucha experiencia besando...

"Wah, que diablos" piensas, y vuelves a relajar los músculos "... Si ésto es lo que tiene que pasar, pues que pase..."

Esperas lo que parece ser una eternidad con los ojos cerrados. Y de hecho, te cansas de esperar y abres los ojos. Josuke está mirando hacia la entrada del living, con expresión exaltada y semblante pálido.

-¿M... mamá?- pregunta. Tú no te volteas, pero sientes que el alma se te escapa del cuerpo.

-¿Josuke? ¿No deberías estar en la escuela?- dice una voz a tus espaldas -. Por cierto, ¿ella es...?

Ay ay ay... En este momento deseas que todo esto sea un sueño, y ruegas por desertar a salvo en tu cama.

-Ah, ella es _____... Una amiga de la escuela- explica el peliazul.

Tú te pones de pie a la velocidad de un rayo y te volteas para enfrentar a la madre de Josuke. Antes de verla a la cara, ya estás dedicándole una reverencia.

-¡Buenas tardes! Mi nombre es _____, un placer concerla- dices, tratando de no sonar tan desesperada (y asustada).

La mujer te observa por unos segundos, y tú ni te atreves a levantar la cabeza.

-El placer es todo mío. Yo soy Tomoko Higashikata, pero puedes llamarme sólo Tomoko- se presenta ella, acercándose a tí.

Cuando levantas la vista, tienes a la mujer casi pegada al rostro, examinándote atentamente.

-Sí que eres una chica muy bonita...- dice.

-¡Mamá, deja de acosar a _____!- interviene Josuke.

-Ok, ok...- acepta ella mientras se aleja de tí.

-Como sea, _____ ya se iba... La acompañaré a su casa- informa el del jopo.

-¿No te gustaría quedarte a cenar?- te pregunta Tomoko.

-Gracias, pero ya debería regresar a casa. Mamá me matará si llego demasiado tarde sin avisarle... Además, si se enterara de que no fui al colegio...- sueltas, preocupada.

-No te preocupes... será nuestro secreto- te sonríe ella, al tiempo que te guiña un ojo -. Ha sido un gusto conocerte, y espero volver a verte pronto.

Te despides con una reverencia, y casi que sales corriendo de aquel lugar. Nunca te habías sentido tan nerviosa, aunque la madre de Josuke te ha caído de maravilla.

-Oye, tu madre es genial Josuke...- le dices, una vez que ambos están fuera de la casa.

-Eso porque ni te imaginas la reprimenda que me espera para cuando vuelva a casa... Seguro me mandará a fregar el baño durante diez años por haber faltado al colegio...- responde él.

Ambos emprenden la marcha hacia tu casa, y no es hasta que ya casi han llegado a la puerta que notas que aún traes puesta la camiseta de Josuke.

-¡Oh! He dejado mi ropa en tu casa... ¡¡¡Mi sostén ha quedado en tu casa!!!- chillas, tapándote el rostro, muerta de vergüenza.

Josuke abre enormemente la boca y los ojos, y sus mejillas toman un ligero color carmesí.

-¡No puedo creer que salí así a la calle y ni siquiera me di cuenta!

-N... No te preocupes, podemos volver a buscar tu ropa...- trata de calmarte el chico.

-No no no... No quiero que tu madre sepa que... ¡que dejé un sostén en tu casa! ¿Qué pensará si lo ve?

Josuke baja la vista y se frota la nuca. Claro que sabes lo que pensaría Tomoko si encuentra tu brassier... y cuanto más piensas en ello, mas avergonzada te sientes.

-¡Ahhh, quiero morir!- gritas, y casi que te tiras de rodillas al suelo.

-Tranquila, cálmate...- dice él posando sus manos en tus hombros.

-¡Josuke, escucha! Sólo hay una forma de salir con vida de esto...- sueltas.

-¿Salir con vida? ¿No crees que estás exagerando?

-¡Cállate y escúchame! ¡Tienes que volver a tu casa y esconder mi ropa en tu mochila! Envuelve el brassier en mi camisa, y guárdala sin que ella lo note...

-¿Acaso crees que ella no vió que traes puesta una de mis remeras?

-... ¡Tienes razón! Pero ella no vio que no llevo corpiño, por lo tanto puedes decirle que simplemente me manché y tú te ofreciste a lavarme la ropa...

-¿Y no fue eso lo que pasó?

-Sí, pero ¿cómo le explicarías lo del sostén si llegara a verlo? Tú y yo quedaríamos muy malparados...

Y recién entonces Josuke pareció entender el punto... Él te aseguró que haría tal cual lo que le pediste, y apenas te dejó en la puerta de tu casa se marchó a toda prisa.

-Por cierto, mañana tambien vendré a buscarte... Pero ésta vez sí iremos al colegio- te había dicho antes de marcharse.

Tú entras a tu casa un poco turbada por todo lo que acababa de pasar. Y para peor, te habías quedado con las ganas de ese beso...

-¡_____, al fin llegas!- salida tu madre, acercándose para recibirte -... ¿Y esa camiseta?

"Oh, oh... ¡No he tenido tiempo de pensar una excusa!" te lamentas.

-Eh, pues... Bueno, un amigo me prestó ésta remera porque sin querer derramó su almuerzo sobre mí, y como disculpa se ofreció a lavar mi camisa...- improvisas.

-Ah... Ya veo. Bueno, la cena estará servida en un rato, yo te llamo cuando sea la hora de comer- te dice ella, mientras regresa a la cocina.

-Ok, estaré en mi cuarto por si me necesitas...

Al instante te apresuras hasta tu cuarto y cierras la puerta. Una vez a salvo en tu habitación, te tiras sobre la cama y comienzas a repasar todo lo sucedido. El olor de la camiseta de Josuke te embriaga, y no puedes evitar acurrucarte y hundir tu rostro en tu pecho, buscando olfatear más. Finalmente te quedas dormida, y tu madre te ve tan serena que decide no despertarte para cenar...

Hola hola hola! Lamento este capítulo de puro relleno... pero no quiero apresurar las cosas entre rayis y HigashkataJoske (? En fin, no olviden dejar sus Joestrellas y sus comentarios, y juro que ya se viene lo picante enserio 7w7

¡Crazy, Shining, Bizarre Love! [JosukexReader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora